06:00  hrs. 08 de Enero de 2007

 

 

Boletín UNAM-DGCS-015

Ciudad Universitaria


Julio Labastida

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ES LA DEMOCRACIA EL MEDIO PARA RESOLVER LA FALTA DE EQUIDAD SOCIAL

 

·        Aseveró Julio Labastida Martín del Campo, miembro del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM

·        Para remontar esta problemática es necesario contar con un crecimiento económico real, además de voluntad política que coadyuve a su solución, argumentó

·        Se puede hablar de una transición a la democracia, aclaró, cuando se ponen las bases donde los ciudadanos determinan los procesos electorales

 

La democracia no puede resolver por sí sola la falta de equidad social; sin embargo, puede ser uno de los medios para solucionarla sin violentar los derechos humanos, afirmó Julio Labastida Martín del Campo, miembro del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

 

Añadió que para remontar esta problemática es necesario contar con un crecimiento económico real, además de voluntad política que coadyuve a su solución.

 

México es un país donde dicho fenómeno es evidente por las grandes diferencias, por lo que un régimen democrático no puede permanecer ni tampoco sostenerse si pierde la capacidad de gobernar y su legitimidad, en la medida en que no se atiendan los rezagos más urgentes e importantes para la ciudadanía, sostuvo.

 

Consideró la necesidad de crear políticas que respondan a las necesidades fundamentales de los mexicanos, al ser una nación exportadora de mano de obra, donde no existen condiciones ni oportunidades que llenen sus expectativas.

 

Así, debe implementarse una directriz económica orientada a que todos los ciudadanos cuenten con el mínimo para vivir, con las condiciones adecuadas, sin tener que emigrar a otros territorios, como los de Estados Unidos.

 

Dio el ejemplo de China e India, que han obtenido un notable desarrollo y se han convertido en potencias económicas. El primero es un sistema autoritario, donde prácticamente los derechos humanos se encuentran severamente limitados, no tienen la posibilidad de sindicatos independientes, incluso existe una fuerte disciplina en las políticas de población, pues los adultos no poseen la libertad de tener los hijos que deseen, sino sólo uno.

 

Al contrario, en el caso de la India, que tiene grandes desigualdades sociales y es una comunidad diferenciada tanto cultural como socialmente, es un país democrático. En todo caso, ambas naciones resuelven la pobreza de manera significativa.

 

En otro orden de ideas, calificó como positivo el que hoy existan nuevos partidos políticos, y mejor sería si se facilitaran las candidaturas ciudadanas, pues hay un abuso en la cúpula de esas organizaciones, además de que muchos habitantes no se sienten representados por ninguna de las principales fuerzas.

 

Sería una forma de mostrarle a las instituciones partidistas que no responden a las expectativas de las personas y que las opciones ofrecidas no son las más convincentes, agregó.

 

Además, habló de la conveniencia de establecer una segunda vuelta electoral, porque ayudaría a evitar conflictos post electorales. También señaló que en México un ciudadano pocas veces vota por un mismo partido para presidente y para sus representantes en el Congreso. Lo que indica que los votantes quieren pluralidad y evitar la concentración de poder.

 

Por otra parte, se refirió a la transición a la democracia: cuando se ponen las bases donde los ciudadanos, a través del voto y sin la intervención del Poder Ejecutivo, determinan los procesos y sus resultados.

 

Aseveró que el gobierno democrático se define, en primer lugar, por el principio de legitimidad proporcionado por el sufragio, entendiéndola como un proceso en construcción, con bases para existir, sin dejar de lado que su calidad no se encuentra solamente definida por el ejercicio electoral, aunque es la condición fundamental.

 

Julio Labastida Martín del Campo insistió en que el papel de las instituciones es fundamental, pues éstas inducen las conductas, al tener la facultad de establecer sanciones o estímulos para ciertos comportamientos; sin ellas no hay participación, lo que deriva en un poder personalizado y sin respeto del voto.

 

Ante este panorama, México debe tener como condición para resolver la problemática social, al igual que los países antes mencionados, no sólo un sistema democrático, sino voluntad política y un crecimiento económico que coadyuve a su desarrollo, concluyó.

 

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La democracia es uno de los medios para solucionar la falta de equidad social, afirmó Julio Labastida Martín del Campo, miembro del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

 

 

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Es necesario contar con un crecimiento económico real, además de voluntad política que coadyuve a la solución de la desigualdad, sostuvo Julio Labastida.