Boletín
UNAM-DGCS-015
Ciudad Universitaria
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ES LA DEMOCRACIA
EL MEDIO PARA RESOLVER LA FALTA DE EQUIDAD SOCIAL
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Aseveró Julio Labastida Martín del Campo, miembro
del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM
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Para remontar esta problemática es necesario
contar con un crecimiento económico real, además de voluntad política que
coadyuve a su solución, argumentó
·
Se puede hablar de una transición a la
democracia, aclaró, cuando se ponen las bases donde los ciudadanos determinan
los procesos electorales
La democracia no puede resolver por sí
sola la falta de equidad social; sin embargo, puede ser uno de los medios para
solucionarla sin violentar los derechos humanos, afirmó Julio Labastida Martín
del Campo, miembro del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.
Añadió que para
remontar esta problemática es necesario contar con un crecimiento económico real,
además de voluntad política que coadyuve a su solución.
México es un país donde dicho fenómeno es
evidente por las grandes diferencias, por lo que un régimen democrático no
puede permanecer ni tampoco sostenerse si pierde la capacidad de gobernar y su
legitimidad, en la medida en que no se atiendan los rezagos más urgentes e
importantes para la ciudadanía, sostuvo.
Consideró la
necesidad de crear políticas que respondan a las necesidades fundamentales de
los mexicanos, al ser una nación exportadora de mano de obra, donde no existen
condiciones ni oportunidades que llenen sus expectativas.
Así, debe
implementarse una directriz económica orientada a que todos los ciudadanos
cuenten con el mínimo para vivir, con las condiciones adecuadas, sin tener que
emigrar a otros territorios, como los de Estados Unidos.
Dio el ejemplo de
China e India, que han obtenido un notable desarrollo y se han convertido en
potencias económicas. El primero es un sistema autoritario, donde prácticamente
los derechos humanos se encuentran severamente limitados, no tienen la
posibilidad de sindicatos independientes, incluso existe una fuerte disciplina
en las políticas de población, pues los adultos no poseen la libertad de tener
los hijos que deseen, sino sólo uno.
Al contrario, en el
caso de la India, que tiene grandes desigualdades sociales y es una comunidad
diferenciada tanto cultural como socialmente, es un país democrático. En todo
caso, ambas naciones resuelven la pobreza de manera significativa.
En otro orden de
ideas, calificó como positivo el que hoy existan nuevos partidos políticos, y
mejor sería si se facilitaran las candidaturas ciudadanas, pues hay un abuso en
la cúpula de esas organizaciones, además de que muchos habitantes no se sienten
representados por ninguna de las principales fuerzas.
Sería una forma de
mostrarle a las instituciones partidistas que no responden a las expectativas
de las personas y que las opciones ofrecidas no son las más convincentes,
agregó.
Además, habló de la
conveniencia de establecer una segunda vuelta electoral, porque ayudaría a
evitar conflictos post electorales. También señaló que en México un ciudadano
pocas veces vota por un mismo partido para presidente y para sus representantes
en el Congreso. Lo que indica que los votantes quieren pluralidad y evitar la
concentración de poder.
Por otra parte, se
refirió a la transición a la democracia: cuando se ponen las bases donde los
ciudadanos, a través del voto y sin la intervención del Poder Ejecutivo,
determinan los procesos y sus resultados.
Aseveró que el
gobierno democrático se define, en primer lugar, por el principio de
legitimidad proporcionado por el sufragio, entendiéndola como un proceso en
construcción, con bases para existir, sin dejar de lado que su calidad no se
encuentra solamente definida por el ejercicio electoral, aunque es la condición
fundamental.
Julio Labastida
Martín del Campo insistió en que el papel de las instituciones es fundamental,
pues éstas inducen las conductas, al tener la facultad de establecer sanciones
o estímulos para ciertos comportamientos; sin ellas no hay participación, lo
que deriva en un poder personalizado y sin respeto del voto.
Ante este panorama,
México debe tener como condición para resolver la problemática social, al igual
que los países antes mencionados, no sólo un sistema democrático, sino voluntad
política y un crecimiento económico que coadyuve a su desarrollo, concluyó.
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FOTO 01
La democracia es uno de los medios
para solucionar la falta de equidad social, afirmó Julio Labastida Martín del
Campo, miembro del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
FOTO 02.
Es necesario
contar con un crecimiento económico real, además de voluntad política que
coadyuve a la solución de la desigualdad, sostuvo Julio Labastida.