12:30  hrs. 07 de Enero de 2007

 

 

Boletín UNAM-DGCS-014

Ciudad Universitaria


Julia del Carmen Chávez Carapia

 

Pie de fotos al final del boletín

 

DETERMINAN ECONOMÍA Y EDUCACIÓN LIDERAZGO FEMENINO

 

·        Indicó Julia del Carmen Chávez Carapia, coordinadora del Centro de Estudios de la Mujer de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM

·        Hoy día sólo 12 por ciento de quienes participan activamente en política son mujeres, afirmó

·        Las que viven en zonas marginadas no tienen las mismas oportunidades que las de las urbes, además de que viven más lento los cambios en todos los aspectos, dijo

 

El liderazgo femenino y su desarrollo profesional están determinados por factores como la incorporación a los procesos económicos y la oportunidad de acceder a diferentes niveles educativos, señaló Julia del Carmen Chávez Carapia, coordinadora del Centro de Estudios de la Mujer de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM.

 

La especialista reveló que hoy día sólo 12 por ciento de quienes participan activamente en política pertenecen a este sexo. Empero, cuando se haga patente que este sector tiene capacidad para jugar un papel relevante como gobernadoras, diputadas o senadoras, será un camino más sencillo y voluntario.

 

Por ello propuso que las mujeres fortalezcan su imagen pública y se hagan “visibles” para obtener el reconocimiento colectivo, pues al ubicar sus derechos y obligaciones, podrá tener acceso a otros ámbitos como el poder.

 

Según la investigadora, las que viven en las zonas marginadas del país no tienen las mismas oportunidades que las de las urbes, además las primeras viven más lento los cambios en todos los aspectos.

 

En las entidades con rezagos, los hombres “se ven obligados a emigrar a las grandes ciudades o a Estados Unidos, por lo que las mujeres deben asumir el papel de padre y madre, con lo que se convierten en líderes en sus hogares y hasta de comunidades; sin embargo, es necesario destacar que esta situación es consecuencia de la falta de representantes masculinos, no por voluntad o convicción”, apuntó.

 

Refirió que la democracia, como proceso de participación político-social, le ha otorgado un marco particular, pues desde el siglo XVIII, en que nacen los derechos humanos, la mujer queda excluida entre otros del derecho al voto, hasta que en 1953 en México les es concedido intervenir en las elecciones.

 

Así, dijo, comienzan a involucrarse en el sector público para defender y exigir sus derechos y cumplir sus obligaciones. Entre ellas está la demanda por la ciudadanía, además del liderazgo femenino.

 

De este modo, la democracia participativa trata de impulsar el que hombres y mujeres por igual tengan un desarrollo y aportación más amplios más allá de los partidos políticos, al conjugar formas de contribución de la sociedad civil con características particulares, en las cuales existe una demanda de evaluación de las entidades del Estado, aclaró.

 

En este tipo de régimen se plantea que las mujeres pueden llegar a tener un papel del liderazgo importante además en el ámbito internacional, en rubros sobre equidad de género y “empoderamiento”, aseveró.

 

 

Explicó que el hombre asume esa posición de forma autocrática, mientras que su contraparte de manera democrática u horizontal, donde toma en cuenta la opinión de los demás; sin embargo, ese carisma sólo lo expresa al interior de la organización social a la que pertenezca, pues cuando recurre al espacio público y demanda o gestiona ante el Estado o instituciones de gobierno, quien toma el poder es el varón.

 

Chávez Carapia concluyó que el liderazgo femenino tiene importancia al interior de la vida cotidiana de esas organizaciones, pero incipiente en la dimensión de lo colectivo, sobre todo en política, donde se toman las decisiones. Ejercer ahí sus potencialidades tendría un resultado trascendente con avances para este sector.

 

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FOTO 01.

 

Las mujeres que viven en las zonas marginadas del país no tienen las mismas oportunidades que las de las urbes, señaló la investigadora de la UNAM Julia el Carmen Chávez.

 

 

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Sólo 12 por ciento de quienes participan activamente en política pertenecen al sexo femenino, afirmó Julia del Carmen Chávez Carapia, de la ENTS de la UNAM.