Boletín
UNAM-DGCS-013
Ciudad Universitaria
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CRECEN DE MANERA ACELERADA
EL DESEMPLEO Y LA MIGRACIÓN EN MÉXICO
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Señaló Francisco Javier Aguilar, miembro del
Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM
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Debido a que las políticas económicas de los últimos
sexenios han dificultado el desarrollo del sector industrial y agrícola, apuntó
·
Asciende a 12 millones la cifra de los
inmigrantes hacia Estados Unidos, refirió
El desempleo y la
migración crecen de manera acelerada en nuestro país, debido a que las
políticas económicas de los últimos sexenios han dificultado el desarrollo del
sector industrial y agrícola. Ante ello, la población en edad de emplearse no
encuentra ocupaciones que ofrezcan expectativas dignas de vida, afirmó
Francisco Javier Aguilar García, del Instituto de Investigaciones Sociales
(IIS) de la UNAM.
Ello explica por
qué 29 millones de mexicanos se ubican entre el desempleo y la economía
informal, aunque las cifras oficiales durante 2005 determinaron que sólo un
millón 500 mil personas se encuentran en desempleo abierto, cantidad por debajo
de la realidad, añadió.
Informó que de
acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática
(INEGI), México cuenta con 44 millones de individuos como Población
Económicamente Activa (PEA), de los cuales 12 millones han emigrado a Estados
Unidos.
En este marco, el
Distrito Federal se ha convertido en la quinta entidad que más dinero recibe
por las remesas provenientes de la Unión Americana.
Según el
investigador, no se cuenta con un programa de desarrollo industrial y
tecnológico y menos aún para el progreso del campo, pues la población agrícola
es la que más tiende a irse a la vecina nación del norte al observar las nulas
oportunidades en el país.
En cuanto al
ingreso económico de los connacionales, precisó que sólo a finales del año
pasado se introdujeron a México 20 mil millones de dólares por concepto de
remesas procedentes de Norteamérica, lo que constituye el mayor ingreso que
puede reportarse ante cualquier otra actividad, sólo detrás del petróleo.
“Los ingresos de los inmigrantes se
encuentran por arriba de la producción industrial, de la inversión extranjera y
del sector turismo”, enfatizó.
Ante ello, sugirió modificar la ideología
predominante –consistente en pensar que el Estado no debe intervenir en la
economía nacional–, pues en un país como el nuestro y el resto de
Latinoamérica, esta figura adquiere una fuerza importante que no puede
marginarse al hacer planes para el desarrollo industrial y dejarlo todo en manos
de la iniciativa privada, quien no tiene un proyecto de nación. Por ello, la
administración debe establecer actividades esenciales para el avance, sostuvo.
En este sentido, se
deben instituir prioridades, como es el crecimiento económico con empresas nacionales,
lo que se podrá generar en la medida en que el mandato estatal intervenga en la
inversión y en la producción de bienes, subrayó.
Insistió en que la
única forma de detener el flujo de inmigrantes es que el Estado contribuya a la
apertura industrial, pero si ese sector se estanca, el fenómeno continuará en
aumento con los aspectos ya conocidos.
Refirió que en los
años setenta, sólo se iban a Estados Unidos los campesinos y gente sin instrucción
escolar que conocía de algún oficio. Hoy, quienes dejan el país tienen
estudios, educación tecnológica, son todo tipo de profesionistas que no
encuentra aquí las oportunidades que sus intereses reclaman, concluyó.
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El desempleo y la
migración crecen en el país, debido a que las políticas económicas dificultan
el desarrollo del sector industrial y agrícola, dijo Francisco Javier Aguilar
García, del IIS de la UNAM.
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Francisco Javier
Aguilar, investigador de la UNAM, afirmó que la única forma de detener el flujo
de inmigrantes es que el Estado contribuya a la apertura industrial.