12:30  hrs. 07 de Enero de 2007

 

 

Boletín UNAM-DGCS-013

Ciudad Universitaria


Francisco Javier Aguilar

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CRECEN DE MANERA ACELERADA EL DESEMPLEO Y LA MIGRACIÓN EN MÉXICO

 

·        Señaló Francisco Javier Aguilar, miembro del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM

·        Debido a que las políticas económicas de los últimos sexenios han dificultado el desarrollo del sector industrial y agrícola, apuntó

·        Asciende a 12 millones la cifra de los inmigrantes hacia Estados Unidos, refirió

 

El desempleo y la migración crecen de manera acelerada en nuestro país, debido a que las políticas económicas de los últimos sexenios han dificultado el desarrollo del sector industrial y agrícola. Ante ello, la población en edad de emplearse no encuentra ocupaciones que ofrezcan expectativas dignas de vida, afirmó Francisco Javier Aguilar García, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

 

Ello explica por qué 29 millones de mexicanos se ubican entre el desempleo y la economía informal, aunque las cifras oficiales durante 2005 determinaron que sólo un millón 500 mil personas se encuentran en desempleo abierto, cantidad por debajo de la realidad, añadió.

 

Informó que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), México cuenta con 44 millones de individuos como Población Económicamente Activa (PEA), de los cuales 12 millones han emigrado a Estados Unidos.

 

En este marco, el Distrito Federal se ha convertido en la quinta entidad que más dinero recibe por las remesas provenientes de la Unión Americana.

 

Según el investigador, no se cuenta con un programa de desarrollo industrial y tecnológico y menos aún para el progreso del campo, pues la población agrícola es la que más tiende a irse a la vecina nación del norte al observar las nulas oportunidades en el país.

 

En cuanto al ingreso económico de los connacionales, precisó que sólo a finales del año pasado se introdujeron a México 20 mil millones de dólares por concepto de remesas procedentes de Norteamérica, lo que constituye el mayor ingreso que puede reportarse ante cualquier otra actividad, sólo detrás del petróleo.

 

“Los ingresos de los inmigrantes se encuentran por arriba de la producción industrial, de la inversión extranjera y del sector turismo”, enfatizó.

 

Ante ello, sugirió modificar la ideología predominante –consistente en pensar que el Estado no debe intervenir en la economía nacional–, pues en un país como el nuestro y el resto de Latinoamérica, esta figura adquiere una fuerza importante que no puede marginarse al hacer planes para el desarrollo industrial y dejarlo todo en manos de la iniciativa privada, quien no tiene un proyecto de nación. Por ello, la administración debe establecer actividades esenciales para el avance, sostuvo.

 

En este sentido, se deben instituir prioridades, como es el crecimiento económico con empresas nacionales, lo que se podrá generar en la medida en que el mandato estatal intervenga en la inversión y en la producción de bienes, subrayó.

 

Insistió en que la única forma de detener el flujo de inmigrantes es que el Estado contribuya a la apertura industrial, pero si ese sector se estanca, el fenómeno continuará en aumento con los aspectos ya conocidos.

 

Refirió que en los años setenta, sólo se iban a Estados Unidos los campesinos y gente sin instrucción escolar que conocía de algún oficio. Hoy, quienes dejan el país tienen estudios, educación tecnológica, son todo tipo de profesionistas que no encuentra aquí las oportunidades que sus intereses reclaman, concluyó.

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El desempleo y la migración crecen en el país, debido a que las políticas económicas dificultan el desarrollo del sector industrial y agrícola, dijo Francisco Javier Aguilar García, del IIS de la UNAM.

 

 

 

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Francisco Javier Aguilar, investigador de la UNAM, afirmó que la única forma de detener el flujo de inmigrantes es que el Estado contribuya a la apertura industrial.