Boletín
UNAM-DGCS-009
Ciudad Universitaria
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final del boletín
LA FALTA DE RECURSOS INCORPORA A LA NIÑEZ EN EL MERCADO LABORAL
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Aseguró Víctor Inzúa, de la Escuela Nacional de
Trabajo Social de la UNAM
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De acuerdo con organismos internacionales, en
México laboran 12 millones de niños en el sector informal; tan sólo en el DF
hay un millón en estas condiciones, aseveró
·
La familia es el factor determinante para que los
menores sean expulsados a la calle, dijo
La niñez es el sector más
vulnerable de una sociedad golpeada por las crisis y los procesos económicos de
la globalización, pues se observa una mayor incorporación de los infantes a la
actividad productiva para contribuir al ingreso familiar, afirmó Víctor Inzúa,
de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM.
El especialista recordó que según
el Fondo Internacional de las Naciones Unidas para la Ayuda a la Infancia
(UNICEF) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se estima que en
México el número de menores que laboran en el sector informal asciende a 12
millones, de los cuales un millón se encuentra en el Distrito Federal.
Dijo que el trabajo
infantil es un fenómeno extendido en el mundo, donde persisten múltiples casos
de explotación, y, no obstante, que en nuestro país existen cerca de 61 leyes y
normas que regulan las condiciones y derechos de este sector, quedan sin efecto
al no ejercerse en la vida cotidiana.
El investigador
consideró que la familia es el factor determinante para que los niños sean
expulsados a la calle. En otros casos, salen junto con ese núcleo a buscar
ingresos para su subsistencia.
Recalcó que el
crecimiento de la economía informal está asociado al incremento poblacional y,
por otro lado, a los escasos resultados de las finanzas nacionales, que incide
en un mayor número de menores en la vía pública. “En muchos casos, cuando los
padres dejan de trabajar por falta de oportunidades, los hijos los sustituyen
empleándose en labores sin garantías”.
Así, apuntó, la
incorporación de infantes al sector productivo se encuentra estrechamente
vinculada a toda una gama de factores sociales y monetarios. Es, por ello,
resultado de la miseria y, en efecto, suele constituir la reacción de un grupo
societario ante la urgencia de satisfacer sus necesidades básicas.
En este sentido,
insistió en la necesidad de elaborar y ejecutar una política de Estado para
solucionar el trabajo infantil callejero, así como involucrar a la sociedad
para que participe en el planteamiento y construcción de los programas
oficiales.
Asimismo, indicó que se deben
efectuar encuentros sociales donde los pequeños expresen sus problemas de
manera individual y, al mismo tiempo, se les ofrezcan alternativas para
solucionarlos.
Propuso, además,
generar una cultura común entre los trabajadores de la calle, a través de los
medios de comunicación, donde se les proporcione identidad. Su actividad,
añadió, debería convertirse en un instrumento educativo y, de este modo,
promover su desarrollo.
Finalmente, se
refirió a la posibilidad de brindarles mayores oportunidades educativas, para
que adquieran conocimientos y destrezas que les posibiliten remontar su
situación y eleven su calidad de vida.
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FOTO 01
Víctor Inzúa, de
la ENTS de la UNAM, reveló que en México laboran en el sector informal 12
millones de menores, de los cuales un millón se encuentra en el Distrito
Federal.
FOTO 02.
Cuando los padres
dejan de trabajar por falta de oportunidades, los hijos los sustituyen
empleándose en labores sin garantías, aseguró el investigador de la UNAM Víctor
Inzúa.