06:00  hrs. 05 de Enero de 2007

 

 

Boletín UNAM-DGCS-009

Ciudad Universitaria


Víctor Inzúa

 

Pie de fotos al final del boletín

 

LA FALTA DE RECURSOS INCORPORA A LA NIÑEZ EN EL MERCADO LABORAL

 

·        Aseguró Víctor Inzúa, de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM

·        De acuerdo con organismos internacionales, en México laboran 12 millones de niños en el sector informal; tan sólo en el DF hay un millón en estas condiciones, aseveró

·        La familia es el factor determinante para que los menores sean expulsados a la calle, dijo

 

La niñez es el sector más vulnerable de una sociedad golpeada por las crisis y los procesos económicos de la globalización, pues se observa una mayor incorporación de los infantes a la actividad productiva para contribuir al ingreso familiar, afirmó Víctor Inzúa, de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM.

 

El especialista recordó que según el Fondo Internacional de las Naciones Unidas para la Ayuda a la Infancia (UNICEF) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se estima que en México el número de menores que laboran en el sector informal asciende a 12 millones, de los cuales un millón se encuentra en el Distrito Federal.

 

Dijo que el trabajo infantil es un fenómeno extendido en el mundo, donde persisten múltiples casos de explotación, y, no obstante, que en nuestro país existen cerca de 61 leyes y normas que regulan las condiciones y derechos de este sector, quedan sin efecto al no ejercerse en la vida cotidiana.

 

El investigador consideró que la familia es el factor determinante para que los niños sean expulsados a la calle. En otros casos, salen junto con ese núcleo a buscar ingresos para su subsistencia.

 

Recalcó que el crecimiento de la economía informal está asociado al incremento poblacional y, por otro lado, a los escasos resultados de las finanzas nacionales, que incide en un mayor número de menores en la vía pública. “En muchos casos, cuando los padres dejan de trabajar por falta de oportunidades, los hijos los sustituyen empleándose en labores sin garantías”.

 

Así, apuntó, la incorporación de infantes al sector productivo se encuentra estrechamente vinculada a toda una gama de factores sociales y monetarios. Es, por ello, resultado de la miseria y, en efecto, suele constituir la reacción de un grupo societario ante la urgencia de satisfacer sus necesidades básicas.

 

En este sentido, insistió en la necesidad de elaborar y ejecutar una política de Estado para solucionar el trabajo infantil callejero, así como involucrar a la sociedad para que participe en el planteamiento y construcción de los programas oficiales.

 

Asimismo, indicó que se deben efectuar encuentros sociales donde los pequeños expresen sus problemas de manera individual y, al mismo tiempo, se les ofrezcan alternativas para solucionarlos.

 

Propuso, además, generar una cultura común entre los trabajadores de la calle, a través de los medios de comunicación, donde se les proporcione identidad. Su actividad, añadió, debería convertirse en un instrumento educativo y, de este modo, promover su desarrollo.

 

Finalmente, se refirió a la posibilidad de brindarles mayores oportunidades educativas, para que adquieran conocimientos y destrezas que les posibiliten remontar su situación y eleven su calidad de vida.

 

-o0o-

 

FOTO 01

 

Víctor Inzúa, de la ENTS de la UNAM, reveló que en México laboran en el sector informal 12 millones de menores, de los cuales un millón se encuentra en el Distrito Federal.

 

 

FOTO 02.

 

Cuando los padres dejan de trabajar por falta de oportunidades, los hijos los sustituyen empleándose en labores sin garantías, aseguró el investigador de la UNAM Víctor Inzúa.