06:00  hrs. 04 de Enero de 2007

 

 

Boletín UNAM-DGCS-008

Ciudad Universitaria


Alfonso Romo de Vivar

 

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MENOS DEL CINCO POR CIENTO DE LAS PLANTAS MEXICANAS HA SIDO ESTUDIADO EN SU QUÍMICA

 

·        Señaló Alfonso Romo de Vivar Romo, investigador del Instituto de Química de la UNAM

·        Ello sólo ha sucedido con aquellas que tienen características de utilidad, indicó

·        En México existen alrededor de 26 mil variedades, lo cual representa el 10.4 por ciento de las 260 mil del mundo, apuntó

 

Menos del cinco por ciento de las plantas de nuestro país ha sido investigado en su química, y ello sólo ha sucedido con aquellas que tienen características de utilidad, indicó Alfonso Romo de Vivar Romo, investigador del Instituto de Química (IQ) de la UNAM.

 

“Medicinalmente, el primer alcaloide que se aisló fue el del opio (morfina); se utilizaba como analgésico; después el de la quina (antimalárico), por ejemplo”, añadió.

 

El especialista informó que en el mundo hay alrededor de 260 mil especies de plantas; de ellas, posiblemente se han estudiado entre 15 mil y 20 mil, es decir, siete por ciento. En México se considera que existen alrededor de 26 mil variedades, lo cual representa el 10.4 por ciento de las que crecen en el planeta.

 

La nuestra es una nación megadiversa, como Brasil, Colombia y Chile, es decir, de las que tienen más ejemplares nativos, muchos de los cuales se usan como alimentos o para la curación de algunos males. Otros, incluso, han sido llevados a otros lugares, como cacao, vainilla, papaya, aguacate, maíz y frijol, subrayó.

 

El trabajo vinculado a la química de la flora, detalló, es difícil, entre otras cuestiones, porque lleva mucho tiempo. Si se quiere estudiar una planta, explicó, hay que determinar dónde crece, recogerla; un botánico debe atestiguar que es la correcta y se precisa entonces una muestra donde se determinen sus constantes físicos.

 

Después se debe depositar en algún herbario para que, en algún momento dado, la gente pueda verificar su identidad; luego debe secarse, extraerle con distintos disolventes los extractos, ponerlos en placas y ver cuántos componentes tiene. Posteriormente, se aíslan los compuestos, agregó.

 

No obstante, advirtió Romo de Vivar Romo, “puede suceder que se trabaje mucho y llegue a la determinación de la estructura química y que ésta ya era conocida”. En caso contrario, se hace el estudio correspondiente, un escrito o paper, el cual se manda a publicar.

 

Para la realización de ese tipo de labor se tiene un completo equipo en el IQ: aparatos de espectroscopia de masas de alta resolución, rayos X y resonancia magnética nuclear, entre otros, aunque la tecnología siempre está en constante evolución y cada vez permiten ir “a los componentes más abundantes de la planta, pero también ya hay los que se van a los menores, es decir, que observan hasta las cosas más pequeñas, las cuales pueden ser importantes”, puntualizó.

 

En cuanto a las variedades medicinales, por ejemplo, se puede aislar el principio activo, pero a veces no es tan eficiente solo como en el conjunto de la planta. “Puede ser, por tanto, que el efecto se logre gracias a que éste sea ayudado por pequeñas cantidades de otras sustancias”, enfatizó.

 

De este modo, la actualidad en el análisis de la química de la flora es poder saber su composición con mucho más detalle, aseguró el investigador universitario.

 

En el futuro, lo que debe hacerse es abordar más ejemplares, porque se conocen pocas del total. Mientras más pronto se haga mejor, porque se destruyen muchas especies que pudieran ser valiosas; las que estén en vías de extinción debe procurarse su conservación, concluyó.

 

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FOTO V 01

 

La nuestra es una nación megadiversa, de las que tienen más ejemplares nativos, indicó Alfonso Romo de Vivar Romo, investigador del Instituto de Química de la UNAM.

 

 

FOTO V 02.

 

El investigador de la UNAM Alfonso Romo de Vivar reconoció que el trabajo vinculado a la química de la flora es difícil, entre otras cuestiones, porque lleva mucho tiempo.