06:00  hrs. 02 de Enero de 2007

 

 

Boletín UNAM-DGCS-004

Ciudad Universitaria 


Mario Sousa

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DESCUBREN EN LA UNAM NUEVO GÉNERO DE LEGUMINOSA, ORIGINARIO DE NUESTRO PAÍS

 

·        Fue descubierto por Mario Sousa, investigador del Instituto de Biología

·        Se trata de Heteroflorum, así denominado porque posee plantas masculinas y femeninas, hecho botánico poco común

·        El hallazgo se dio primero en la cuenca baja del Río Balsas, en Michoacán; luego se encontró en la costa de Guerrero y, más recientemente, en Oaxaca

 

Un nuevo género de leguminosa, endémico de nuestro país, fue descubierto por Mario Sousa, investigador del Instituto de Biología de la UNAM. Es Heteroflorum, así denominado porque posee plantas masculinas y femeninas, hecho botánico poco común.

 

El científico explicó que el hallazgo se dio, primero, en la cuenca baja del Río Balsas, en la llamada Tierra Caliente de Michoacán. Luego se encontró en la costa de Guerrero y, más recientemente, en las costas de Oaxaca, cerca de Huatulco.

 

Son árboles que alcanzan hasta 15 metros de altura, cuyo sexo se separa por reducción, pues aunque las flores poseen todas sus partes, en las femeninas los estambres son estériles, y en las masculinas, el gineceo, añadió.

 

No es una hierba que se pisa sin darse cuenta, sino árboles grandes. “Eso apunta a que en la flora nacional aún existen muchas especies desconocidas, por lo que se requiere más exploración y conocimiento de las mismas”, opinó el experto.

 

Mario Sousa recordó que a escala mundial existen alrededor de 18 mil especies de leguminosas. México, considerado un centro secundario de diversificación de esas plantas, posee 139 géneros y mil 850 especies, es decir, alrededor del 10 por ciento del total mundial. De las que habitan en territorio nacional son endémicas 51.9 por ciento de sus especies.

 

En el país, abundó, se concentran varios grupos, lo cual es importante porque tienen importancia económica. El ejemplo más destacado es el frijol, pero a él se suman otros, útiles para la construcción y con uso medicinal.

 

A pesar de que el nuevo género se colectó hace años, sólo se hizo en fruto, por lo que se le había ubicado en una subfamilia equivocada; no obstante, cuando se conocieron las flores, se pudo colocar en la Caesalpinioideae, que es cercano a otro género, también exclusivo de México llamado Conzattia, aseveró.

 

Las cesalpinoideas se desarrollan en Sudamérica y, sobre todo, en África. En México, y en especial en el estado de Oaxaca, donde habita la mitad de las leguminosas del país, es excepcional, ya que el elemento arbóreo de las leguminosas está bien representado, dijo.

 

Heteroflorum, dado a conocer en Novon: A Journal for Botanical Nomenclature, es conocido vulgarmente con los nombres de “ojo de venado”, “frijolillo”, “teyapo”, “vainilla” y “maravillón del cerro”; tiene un uso forrajero y crece en altitudes entre los 15 y los 600 metros sobre el nivel del mar sobre suelos someros con grandes rocas sedimentarias, arenosos, aluviales y tepetatosos, detalló.

 

Se desarrolla en zonas secas, con una estacionalidad marcada, donde el periodo de lluvias es corto (comenzando en junio) y el de secas de ocho meses. Como otros árboles y arbustos de la selva baja caducifolia, el nuevo género pierde todas las hojas en la época de secas.

 

El árbol florece de finales de abril a finales de junio, y un año después, de septiembre a diciembre, da frutos maduros. Sus flores, amarillas, son polinizadas por abejas, y sus frutos son dispersados por corrientes de agua debido a que son esponjosos. Su tronco tiene proyecciones cónicas características, apuntó.

 

Aún se desconoce su importancia comercial, así como su edad o tiempo en que alcanzan su máxima altura, debido a que estos árboles no producen anillos de crecimiento, aclaró.

 

Mario Sousa señaló que por el momento el género no está en riesgo, porque los lugares en donde crece, semiáridos, no son propicios para la agricultura, “aunque habría que revisar cada sitio”. Lo que sí podría ocurrir es la disminución de su distribución y, por lo tanto, su variabilidad.

 

El universitario resaltó la falta de especialistas en el área. “Nuestra flora es grande y nosotros pocos. En Europa central hay alrededor de 2 mil 500 especies de plantas y una cantidad similar de botánicos; aquí no llegamos a 300 expertos y la flora tiene alrededor de 21 mil especies”.

 

Aunque la botánica no se hace sólo con ayuda de los estudiosos locales, sino que participa la comunidad mundial y aún así, “somos rebasados por mucho”, reconoció.

 

En este sentido, el especialista en leguminosas arbóreas mencionó su participación en un proyecto conjunto con el Botanical Garden de Missouri, Estados Unidos, y el Museo Británico de Londres. Se trata de la elaboración de la Flora Mesoamericana, obra de consulta que contiene las plantas que habitan desde el Istmo de Tehuantepec  hasta Panamá, inclusive.

 

Las tres instituciones aportan botánicos y recursos para cumplir con la responsabilidad de recolectar vegetales en el área de estudio, lo cual han hecho los investigadores del IB en territorio nacional. Las otras, en lugares como El Salvador, Honduras y Guatemala, así como Panamá, Nicaragua y Costa Rica.

 

Como parte de este mismo trabajo de registro y descripción de especies, el IB tiene la responsabilidad de editar la obra en castellano, concluyó.

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En la flora nacional aún existen especies desconocidas, por lo que se requiere más exploración y conocimiento de las mismas, afirmó Mario Sousa, investigador del Instituto de Biología de la UNAM.

 

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Heteroflorum es un nuevo género de leguminosa, endémico de nuestro país, fue descubierto por Mario Sousa, del Instituto de Biología de la UNAM.