06:00  hrs. 26 de Diciembre de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-927

Ciudad Universitaria

 


Yolanda Guevara

Pie de fotos al final del boletín

 

ES INDISPENSABLE DIFERENCIAR LA EDUCACIÓN PÚBLICA, SOBRE TODO LA PREESCOLAR Y PRIMARIA

 

·        Sugirió Yolanda Guevara, de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM

·        Debe responder a las necesidades de la población que la recibe, pues el niño de un ambiente familiar empobrecido no tiene las mismas necesidades que uno de clase media

·        Propuso realizar un examen de colocación a los infantes que ingresan a primaria, para determinar el nivel en que deben ser ubicados

 

Es necesario que la educación impartida en el sector público, sobre todo en los niveles de preescolar y primaria, responda a las necesidades de la población que la recibe, es decir, hacerla diferenciada, con el fin de remontar los resultados obtenidos en los últimos años, planteó Yolanda Guevara Benítez, profesora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM.

 

La también jefa del Departamento de Apoyo a la Investigación y Posgrado de esa unidad multidisciplinaria subrayó que en México los planes de estudio consideran a todos iguales, cuando no se tienen las mismas oportunidades en el hogar.

 

Es decir, dijo, a partir de esta homogeneidad se hace un programa para todos los preescolares, por ejemplo. Sin embargo, un niño que llega a la escuela proveniente de un ambiente familiar empobrecido no tiene las mismas necesidades que uno de clase media, o que habita en una zona urbana.

La sociedad requiere tomar en serio este aspecto para el avance científico, pues “la psicología señala que los niños desarrollan el lenguaje oral antes que el escrito. Por ello, sería bueno tener dos o tres programas alternativos para un grupo escolar”, refirió.

 

Por el momento, ingresa con el mismo plan un infante que ha tenido un ambiente óptimo y lingüístico en su casa, que se aburre porque lo que ve en la clase ya se lo enseñaron sus tíos, hermanos o  padres, o lo aprendió de sus viajes; y otro con un acervo culturalmente bajo. Empero, dicho contenido, que quiere ser unificador, no le sirve ni a unos ni a otros, reveló.

 

La psicóloga mencionó que en México hay un serio problema de programación educativa en todos los niveles. En preescolar se requiere otro tipo de enfoque, al menos para los niños provenientes de estratos socioculturales bajos, al igual que en primer grado.

 

Sin embargo, aseveró, no todo es malo, hay materiales y libros de texto excelentes, pero se descuida un aspecto fundamental: el nivel de los menores que se van a acoger en un determinado currículo. “De qué sirve un programa maravilloso si no se ajusta a las necesidades del estudiante o del conjunto que se atiende”.

 

Argumentó que el panorama puede cambiar si se trabaja con esos pequeños desde edades tempranas, a fin de desplegar habilidades lingüísticas y preacadémicas que los dejen listos para enfrentarse a la lengua escrita y a las matemáticas.

 

Además, aclaró Guevara Benítez, se han dejado de lado los descubrimientos de la psicología del desarrollo, la cual ha tenido hallazgos de cómo los menores adoptan conceptos, el lenguaje, destrezas de lectura, escritura y matemáticas.

 

No obstante, apuntó, muchos programas los dejan de lado, parten de cero e incluyen aspectos que no se ajustan a esos elementos. “Lo ideal es que poco a poco se enseñen conceptos cada vez más complicados, a partir de un nivel bajo”.

 

Todo ello repercute en lo académico, porque es probable que el niño fracase. Durante los tres primeros grados de primaria es donde se dan más problemas de este tipo en todo el mundo, pero en particular en países en donde amplias capas de poblaciones provienen de un estrato sociocultural bajo, adujo.

 

“Si se considera que en México más del 50 por ciento de la población vive en pobreza económica, es probable que también sea cultural. Qué va a suceder con este país si la mitad de su gente está en ese nivel, y la escuela no está diseñada para hacer frente al déficit con que los niños ingresan”, cuestionó.

 

Guevara Benítez comentó que durante los primeros años escolares los infantes acumulan rezagos, porque en el salón de clases no se les espera, el profesor avanza con el grupo y no se detiene con los rezagados. Además, los padres se desesperan, provocan problemas emocionales y de desadaptación social, de ahí la delincuencia, depresión y sentir el fracaso en la vida.

 

Por ello, es fundamental tomar conciencia y ser cuidadosos con ellos, “aplicar medidas serias y drásticas a nivel masivo en el país para responder a ese fenómeno que nos aqueja”, acotó.

 

De esa forma, recalcó la especialista de la FES Iztacala, es tiempo de que las autoridades tomen cartas en el asunto, porque hay asuntos importantes en juego, incluido el futuro del país.

 

Propuso que al menos en la primaria se implemente un examen de colocación, a fin de determinar que los niños preparados para la lengua escrita y las matemáticas ingresen a primer año, y quienes no lo estén tomen un curso propedéutico.

 

Destacó que los seres humanos somos diferentes y la educación debería estar diseñada y programada para responder a esas características, no para perpetuarlas, sino para posibilitarle a la gente un aprendizaje en condiciones óptimas para sí o para un grupo. Se deben “ajustar los programas a las necesidades de los alumnos”, concluyó.

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FOTO 1

 

Yolanda Guevara, profesora de la FES Iztacala de la UNAM, consideró necesario que la educación pública responda a las necesidades de la población que la recibe.

 

 

FOTO 2.

 

En México hay un serio problema de programación educativa en todos los niveles, aseguró Yolanda Guevara Benítez, profesora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM.