Boletín
UNAM-DGCS-924
Ciudad
Universitaria
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OBEDECE A UNA ACTITUD
XENOFÓBICA Y RACISTA DE EU, LA CONSTRUCCIÓN DEL MURO EN LA FRONTERA NORTE
·
Señaló Edmundo Hernández-Vela Delgado,
investigador del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM
·
De ninguna manera significa, desde el punto de
vista diplomático, una buena vecindad o convivencia pacífica, añadió
La construcción de
un muro en la frontera sur de Estados Unidos es un acto de abierta hostilidad,
xenofobia y racismo contra México, y de ninguna manera significa –desde el
punto de vista diplomático– una buena vecindad o convivencia pacífica, afirmó
Edmundo Hernández-Vela Delgado, investigador del Centro de Relaciones
Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la
UNAM.
Detrás de esa valla
hay un pueblo mantenido como rehén de la política extremista del presidente
George W. Bush, y, en este sentido, es una decisión visceral que tiende a
legitimar lo que no se certificó por la vía de las elecciones, agregó.
El especialista
recalcó que este tipo de acciones forma parte de los recursos tradicionales de
los gobiernos incapaces de resolver sus problemas internos. Es una estrategia
que intenta distraer a la opinión pública de esa nación hacia un enemigo
externo para consolidarse.
En este sentido,
indicó, Norteamérica se ha convertido en un pueblo temeroso, porque su actual
régimen ha sido incapaz de adecuar el neoliberalismo a las condiciones y
necesidades de su propia sociedad.
El
internacionalista reiteró que detrás de esa construcción está la prepotencia de
una administración dispuesta a pasar por encima de cualquier consideración y
ofender a uno de sus más importantes socios, toda vez que México es el
principal país que lo surte de mano de obra que requiere su economía.
Ello es para evitar
el nexo foráneo, “del cual paradójicamente dependen, porque Estados Unidos no
sobreviviría sin el contacto con el exterior, sin la participación de la mano
de obra extranjera, particularmente la latina, que es un pilar fundamental de
su economía”, resaltó.
Este muro es la más
importante confirmación de que los migrantes responden a las necesidades
crecientes del mercado estadounidense, y que si ellos siguen con el flujo –por demás
en forma masiva– es porque son indispensables para la buena marcha de su
industria y la competitividad de sus productos, precisó Hernández-Vela Delgado.
En medio de esta
controversia se encuentra el uso faccioso del tema de los trabajadores cuando de
elecciones se trata. Se pretende recuperar a una parte de los votantes, la más
conservadora de la sociedad estadounidense, y aquella a la que se le ha
convencido de que hay un vínculo entre migrantes y terroristas, refirió.
De esta forma, han
dejado de lado que quienes han logrado expandir y favorecer el fenómeno del
extremismo han sido justamente los norteamericanos, con su política de
arrasamiento de los pueblos a lo largo de su historia, subrayó el doctor en
ciencia política.
Sin embargo, dijo,
saben perfectamente que ninguna barrera detendrá la inmigración. Los
connacionales continuarán su búsqueda y seguramente encontrarán formas de
eludir todas las barreras que se pongan.
En opinión de
Hernández-Vela, el muro no implica únicamente la detención del paso de
personas. Involucra, dijo, de manera arbitraria a la naturaleza. Poner un
bloqueo a sistemas ecológicos comunes en los tres mil 206 kilómetros que tiene
la frontera, altera ecosistemas que coexisten en ambas partes de la frontera.
En todo caso, mientas
no se desarrolle una política interna que responda a ese estado de bienestar
que requiere la población, será
imposible establecer una conducción internacional que responda al mismo
interés, concluyó.
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FOTO 1
Edmundo
Hernández-Vela, del Centro de Relaciones Internacionales de la FCPyS de la
UNAM, descalificó la política xenofóbica, racista y extremista del muro que
busca construir EU en la frontera.
FOTO 2.
La construcción
de un muro entre México y EU no es una acción de buena vecindad; sino un acto de absoluta hostilidad, señaló
Edmundo Hernández-Vela, profesor de la FCPyS de la UNAM.