12:30  hrs. 23 de Diciembre de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-921

Ciudad Universitaria


Salvador Arróniz Padilla

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LA MITAD DE LOS MEXICANOS PODRÍA PADECER GINGIVITIS Y PERIODONTITIS

 

·        Alertó Salvador Arróniz Padilla, académico de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM

·        En esta entidad se estudia y practica de forma integrada la periodoncia y la endodoncia, en la especialidad de endoperiodontología, informó

·        Dijo que su causa es la falta de información y la nula cultura de prevención y atención; no provoca malestar y dolor, por lo que puede desarrollarse por años

 

La mitad de los mexicanos podría padecer las enfermedades bucales de gingivitis y periodontitis, “un problema serio” debido a que no molesta ni provoca dolor –aunque tarde años en desarrollarse–, por falta de información y debido a una nula cultura de prevención y atención a este órgano, advirtió Salvador Arróniz Padilla, profesor de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM

 

Aseguró que esta entidad es el único lugar en el mundo donde se estudia y práctica de forma integrada la periodoncia y la endodoncia, en la especialidad de endoperiodontología, lo que les permite ofrecer un servicio más completo a los odontólogos en este ramo.

 

El especialista, quien es profesor de carrera en el área de Endoperio de la Clínica de Odontología de la FES, informó que de acuerdo con un estudio realizado en una muestra aleatoria de dos mil personas en el municipio de Tlalnepantla, el 51 por ciento –tanto jóvenes como adultos– tenía periodontitis.

De ese porcentaje, dijo, 12 por ciento presentó periodontitis grave: con dientes flojos, profundidad al sondeo más grande; y el 39 por ciento, leve a moderada. Ello, “extrapolado a población en general”, podría determinar que la mitad de los habitantes padece estas alteraciones.

 

Aclaró que es más alta la prevalencia de gingivitis, la cual no siempre se transforma en periodontitis. Pero el principal problema es la falta de educación para la salud, tanto en lo individual como en lo comunitario, por ser responsabilidad del sector salud.

 

Se desarrolla porque no hay buena higiene –como principal factor– y existen elementos predisponentes como la mal posición dentaria, restauraciones mal ajustadas o la alimentación. A ello, añadió, se suman factores mecánicos que dificultan el aseo. Las bacterias atacan porque se acumulan y multiplican. De ahí la necesidad de eliminarlas, evitar que se acumulen sobre todo en la superficie de los dientes, en la parte cercana a la encía, para evitar la aparición de gingivitis

 

Salvador Arróniz explicó que la periodoncia es una subdisciplina de la odontología que se encarga del estudio, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que afectan a los tejidos que soportan a los dientes, conocidos como tejidos periodontales.

 

En la boca, detalló, existen microbios que son parte de la flora normal, pero cuando la higiene es deficiente se acumulan, proliferan y cambia el tipo de gérmenes, y se producen sustancias que primero atacan a la encía. Se llama biopelícula a la placa de bacterias formada sobre las piezas.

 

Como consecuencia, agregó, primero se produce inflamación, cuyo término es gingivitis. La más común es la crónica, aunque también existe la aguda. Cuando no es tratada con oportunidad, penetra hacia zonas más profundas del periodonto, constituido por la encía, ligamento periodontal, hueso y un cemento sobre la superficie dental.

 

Dicho ligamento, abundó, une la superficie de los dientes con el hueso, mientras que la encía cubre todas las demás estructuras. Cuando esta última se inflama y no es atendida el proceso infeccioso e inflamatorio penetra hacia el hueso y el ligamento, y los destruye.

 

En el momento en que resultan afectados, deja de ser gingivitis y se convierte en periodontitis. La consecuencia siguiente es la movilidad del diente y, en casos más graves, la afectación de las demás estructuras, alertó.

 

Hizo hincapié en que el problema es que esta enfermedad puede presentarse en la niñez, desarrollarse durante años, incluso décadas, y no causar dolor ni malestar. Aunque la encía sangra, siendo ya gingivitis, debido a la falta de información la persona considera que es una situación normal. Hasta que la periodontitis está avanzada, cuando comienzan a aflojársele los dientes o se caen solos, se da cuenta y puede ya tener 35, 40 ó más años, señaló.

 

Así, afirmó, el paciente acude al dentista cuando se ha perdido todo soporte y la única solución es su extracción. Por ello, insistió en la prevención y atención oportuna.

 

Pese a que este padecimiento se registra de manera común en las personas de edad avanzada, dejó en claro que no es causada por el envejecimiento. Estudios demuestran que hay pacientes de edad avanzada con periodonto sano.

 

Tal trastorno, puntualizó, también puede presentarse en jóvenes, aunque es menos frecuente. Se le llama periodontal agresiva porque avanza con rapidez y se presenta en los niños –durante la dentición primaria–, cuando están mudando y hacen erupción los nuevos dientes, y en los jóvenes desde los 21 años.

 

De los 30 años en adelante, especificó, se llama periodontitis crónica –conocida con anterioridad como del adulto–, pero su avance es lento.

 

Respecto a la endoperiodontología, recordó que en la FES Iztacala surgió el interés por crear esta disciplina desde 1980, debido a los problemas de salud periodontal y de endodóntica registrados. Los pacientes requerían tratamiento de endodoncia: caries no atendida con el consecuente daño al nervio del diente, por lo que requiere quitarlo y obturar el  conducto, de manera que quede sellado por completo y no se filtre nada, para luego reconstruirlo.

Pero, al mismo tiempo, tenían incidencia y alta prevalencia de enfermedades periodontales y relaciones existentes desde el punto de vista anatómico, histológico y patológico entre ambas estructuras. Por ello, indicó, se decidió que deberían unirse ambas especialidades, pues en todo el mundo se manejan separadas.

 

Del tratamiento, Arróniz Padilla aseveró que se debe retirar la causa de la enfermedad y después realizar un raspado y alisado radicular o limpieza. Así se quita el sarro, el cual es placa bacteriana calcificada. Si la gingivitis ya se transformó en periodontitis el tratamiento es el mismo: se eliminan los factores causales, pero ello implica procedimientos quirúrgicos para quitar la parte más profunda.

 

Cuando la pérdida del hueso no es grande, dijo, se lleva a cabo “un colgajo”, una porción de la encía que se desprende de su lugar, pero queda unida a la mucosa. Se limpian las raíces de los dientes y el hueso. Si se requiere, se coloca algún material para reemplazar a este último y colocar barreras que faciliten su regeneración, apuntó.

 

Pero si es mayor se efectúan procedimientos más sofisticados y costosos, como son los rellenos, barreras para producir regeneración de hueso y de ligamento. De no realizarse, observó, el paciente pierde los dientes, y de acuerdo al caso, el hueso también podría destruirse, lo que dificultaría colocar prótesis, porque las dentaduras postizas se detienen de la mucosa y el hueso.

 

El especialista concluyó, ante este panorama, que es necesario realizar campañas permanentes para educar a la comunidad en lo general.

 

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FOTO 1.

 

La mitad de los mexicanos podría padecer gingivitis y periodontitis, afirmó Salvador Arróniz Padilla, profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM.

 

 

FOTO 2

 

El académico de la FES Iztacala de la UNAM, Salvador Arróniz Padilla, advirtió que la gingivitis y la periodontitis son un problema serio, causado por la nula cultura de prevención y atención.