06:00  hrs. 22 de Diciembre de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-918

Ciudad Universitaria


Patricia Dávila

 

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VULNERABLES O EN RIESGO, 50 POR CIENTO DE LAS CACTÁCEAS MEXICANAS

 

·        Factores como el tráfico ilegal de especies, cambio de uso de suelo y el coleccionismo han contribuido a ello, señaló Patricia Dávila, de la FES Iztacala de la UNAM

·        Estas plantas juegan un papel biológico, social y económico fundamental, dijo

·        Es imprescindible su manejo, lo que implica su conservación, aprovechamiento, ordenamiento y restauración de su hábitat, resaltó

 

Alrededor del 50 por ciento de las cactáceas en nuestro país se encuentra vulnerable o en riesgo, debido al tráfico y la venta ilegales de especies; así como el cambio de uso de suelo, entre otros factores, aseguró Patricia Dávila Aranda, jefa de la División de Investigación y Posgrado de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM.

 

Destacó el gran negocio en que se ha convertido a través de  Internet, ya que en diversos sitios se venden plantas mexicanas, con todos los datos. Es decir, por ese medio se comercializan semillas, ejemplares chicos, medianos y grandes, e incluso se ofrecen características de las localidades de ubicación.

 

Dávila Aranda informó que de acuerdo con una investigación que realizó la FES Iztacala en colaboración con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), en la red de redes existen datos específicos de poco más de 500 especies de México, cuando en todo el país hay un universo de 700; es decir ahí se venden prácticamente casi todas.

 

 

Explicó que uno de los intereses principales por las cactáceas se debe a su importancia para la industria farmacéutica transnacional, pues se realiza un trabajo biotecnológico a partir de los compuestos de las plantas para producir drogas y medicamentos.

 

Asimismo, son apreciadas por coleccionistas. Desde hace siglos los europeos tienen una tradición de haber extraído ejemplares y contar con extensos cultivos y viveros de gran valor comercial, informó.

 

Por ello, hay grupos de personas que se disfrazan de turistas o simulan efectuar otra actividad, quienes llegan al país para obtenerlas de manera ilegal este material. Debido al tamaño tan pequeño de algunos individuos, especialmente de las semillas, para las autoridades encargadas de proteger el ambiente es imposible detectar su salida y, por consiguiente, su tráfico ilícito.

 

Señaló que las cactáceas juegan un papel biológico, social y económico fundamental. Por ello, es importante su manejo, lo que implica su conservación, aprovechamiento, ordenamiento y restauración de su hábitat, porque sin alguno de esos componentes no se puede asegurar la supervivencia de muchas de ellas.

 

Insistió que en la actualidad hay poblaciones de las cuales sólo se conocen unos cuantos ejemplares; es decir, si alguien decide extraerlos de su hábitat o dañarlos de manera irreversible, podrían desaparecer.

 

Otro de los principales factores que ha incidido en la disminución de las cactáceas es el cambio en el uso del suelo. Es decir, la política para establecer campos de cultivo o extensiones ganaderas en sitios donde es imposible sostener esas actividades, ha ido en detrimento de sus ecosistemas.

 

El reto, recalcó, es que las propias comunidades donde se localizan estas especies, además de las autoridades e investigadores, tienen que ser las que cuiden y aprecien su riqueza. Para ello, deben aprovecharlas y beneficiarse de ellas.

 

Patricia Aranda explicó que el problema es que, por diferentes razones nacionales y de intereses internacionales, a lo largo de la historia ha proliferado el saqueo y tráfico ilegal de especies de animales y plantas silvestres. Entre estas últimas están las cactáceas, aunque no son las únicas, ya que otras como las suculentas, que son vistosas, agaves, bromelias y orquídeas, son extraídas de su medio y sacadas del país por diferentes vías.

 

Es decir, salen del territorio sin un permiso, documentación o con conocimiento de las autoridades locales y federales de lo que está sucediendo, en muchos casos debido a la imposibilidad de detectarlas. Al final, “todos nuestros animales y plantas son recursos genéticos, patrimonio nacional”.

 

Subrayó que en la actualidad el tráfico de cactáceas no es como en el pasado, cuando llegaban grandes vehículos con bastidores o ataúdes y maquinarias que podían arrancar de la tierra los llamados órganos o cardones u otros ejemplares de mediano tamaño, con los permisos para ello.

 

Ahora se hace de una forma más velada u “hormiga”, pero igual o más dañina. La mayor parte se hace extrayendo individuos, de unos cuantos centímetros o semillas que pueden ser guardados en cualquier parte, aclaró.

 

La bióloga universitaria comentó que las cactáceas, al ser un grupo de plantas adaptado a condiciones drásticas de sequía, pueden sobrevivir cuatro o cinco meses sin agua, lo que facilita su transporte y, por consiguiente, su comercialización.

 

No obstante, el problema no sólo es que extraigan los ejemplares; sino que quienes lo hacen no toman en cuenta si están en época de reproducción, son jóvenes o viejos, si la población es amplia o restringida.

 

Además, muchas de ellas, en especial las globosas, no están sobre la superficie, sino medio hundidas y sus semillas y frutos están embebidos en el tejido. Es decir, cuando las personas clavan un cuchillo no sólo se llevan las semillas sino que matan a los individuos y hasta colonias enteras.

 

 

Refirió que todo el material que se llevan es propagado en invernaderos de Estados Unidos y Europa, en especial en países como República Checa, Alemania, España y Holanda, donde son expertos horticultores y tienen grandes instalaciones.

 

Agregó que algunos de los lugares que venden plantas en México representan otro problema, porque no todos tienen permiso. Sus etiquetas destacan que son de vivero pero en verdad es un disfraz, porque las extrajeron del medio silvestre y después las venden como cultivadas.

 

México es el lugar de mayor diversidad de este grupo de plantas totalmente americanas. En términos biológicos son importantes, porque muchas son elementos dominantes de la vegetación en amplias áreas del país. Además, un buen porcentaje son endémicas, es decir exclusivas de una región.

 

A lo largo de la historia las cactáceas han jugado un papel importante como alimento. Muchas de ellas son base fundamental de la ingesta de comunidades, hay diversas larvas que se hospedan en ellas y que son fuente de proteína. También se usan como medicamento, forraje y para la construcción de bardas vivas.

 

Por su naturaleza, estas especies tienen dos problemas. Por un lado, si bien la mayoría germinan de manera fácil, son vulnerables para establecerse; es decir un alto porcentaje muere en sus primeras etapas de vida. Por el otro, tienen un crecimiento lento, y cuando alguien extrae un ejemplar de mediano tamaño puede acabar con cientos de años de una población única, concluyó la especialista.

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 1

 

Patricia Dávila, jefa de la División de Investigación y Posgrado de la FES Iztacala de la UNAM, señaló que Internet es un gran negocio para la venta de cactáceas.

 

 

FOTO 2.

 

Uno de los intereses principales por las cactáceas se debe a su importancia en la industria farmacéutica transnacional, aseguró la bióloga de la UNAM Patricia Dávila.