12:30  hrs. 16 de Diciembre de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-907

Ciudad Universitaria


Cecilia Rabell

 

 

INSUFICIENTE, LA EXPRESIÓN DE AFECTO EN LAS FAMILIAS MEXICANAS

 

·        Revela la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Familias, ENDIFAM, coordinada por Cecilia Rabell, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM

·        Cerca de 13 millones de personas consideran poca o nula la manifestación de cariño en sus casas, dijo la especialista

·        Tal percepción es mayor en el estrato socioeconómico más bajo y disminuye paulatinamente hasta los de mayor nivel, afirmó

 

Una quinta parte de los hogares mexicanos declara que es poco o ninguno el cariño que se prodigan los miembros de la familia entre sí. Es decir, cerca de 13 millones de personas consideran insuficiente o nula la expresión de afecto en sus casas, según se desprende de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Familias (ENDIFAM), coordinada por Cecilia Rabell, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

 

La investigadora explicó que tal percepción es mayor en el estrato socioeconómico más bajo (28 por ciento) y disminuye paulatinamente hasta los de mayor nivel (con el 15). Tales datos confirman que para un número importante de individuos, sobre todo aquellos ubicados en los peldaños inferiores de la distribución monetaria, la manifestación de amor es claramente insuficiente.

 

"Se trata de un fenómeno preocupante, de una falla fuerte, de un aspecto deficitario en la dinámica de la vida intrafamiliar del México actual", precisó la investigadora universitaria.

 

 

La ENDIFAM, recordó Cecilia Rabell, fue una investigación encargada por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia. "Un comité académico que presido –y donde participaron la también integrante del IIS, Marina Ariza; María Eugenia D'Aubeterre y Patricio Solís, de la Universidad de Puebla y El Colegio de México, respectivamente– definió cómo se iba a observar esta dinámica”; se puntualizaron temas considerados relevantes y novedosos.

 

El estudio, realizado mediante 23 mil 839 cuestionarios aplicados en todas las entidades del país y en localidades de menos de dos mil 500 habitantes y hasta más de un millón, muestra que los hogares nucleares siguen siendo los más frecuentes y la proporción, un poco más de dos terceras partes del total, no ha variado en 23 años, aunque aumentaron los unipersonales.

 

La experta sostuvo que la realización de la ENDIFAM buscó abordar temas que no han sido tratados en otros estudios nacionales, como observar a la familia abarcando a los parientes y personas cercanas, más allá de los corresidentes; y conocer algunas de las características importantes de su dinámica, así como los cambios que ha tenido a partir de la segunda mitad del siglo XX.

 

En ese período se dieron los procesos que transformaron sus relaciones y papel social, como el aumento de la escolaridad entre niños y jóvenes, el ingreso creciente de las mujeres al mercado laboral y el mayor control de los nacimientos, argumentó.

 

Además, aclaró, la familia forma parte de un sistema que incluye a parientes, vecinos y amigos, quienes constituyen un recurso permanentemente disponible y movilizado en caso de necesidad de algún miembro o del grupo mismo. En ese sentido, se recabó información “sobre diversas características de los parientes en línea ascendente (padres, suegros) y descendente (hijos) de las personas encuestadas".

 

De ese modo, apuntó, los entrevistados (de 18 años o más, residentes en el territorio nacional, en viviendas particulares) respondieron cuestiones como escolaridad, relaciones de pareja, intercambios de bienes y servicios, ocupación y primer trabajo, calidad de la vida intrafamiliar y valores, entre otros puntos.

 

La ENDIFAM arrojó que en la vida cotidiana, las personas que residen en áreas urbanas, hombres y mujeres, declaran haber dado ayuda con mayor frecuencia que las que habitan en localidades rurales. Eso ocurre más entre mujeres, y con mayor continuidad en el nivel socioeconómico más alto, reveló.

 

En situaciones de crisis, como la muerte de un pariente cercano, enfermedad grave, accidente, problemas financieros serios o de trabajo, 80 por ciento de las familias ha recibido ayuda. "A mayor nivel socioeconómico, más redes poseen los individuos y más apoyo tienen", afirmó.

 

Por otra parte, la cercanía geográfica entre hijos e hijas y su madre, refirió Cecilia Rabell, es un indicador de la fuerza que puede tener el lazo entre ellas.

 

La "geografía de la familia" dice mucho acerca de esa relación, que es uno de los vínculos más fuertes: en las localidades rurales los vástagos abandonan el hogar parental más temprano que en las urbanas. No obstante, viven en la misma colonia o barrio que su progenitora en 25 por ciento, a diferencia de lo que ocurre en sitios citadinos, donde esa cifra sólo alcanza el 18, adelantó.

 

"Casi una tercera parte del total vive en el mismo pueblo o ciudad que su madre. Se puede decir que hay una fuerte cercanía, especialmente en zonas rurales", reiteró.

 

Relativo al empleo, los individuos lo buscan a través de la información y contactos que les facilitan parientes, amigos y conocidos. La ayuda alcanza 32 por ciento entre los jóvenes de 18 a 24 años, y se reduce a 18 para quienes tienen entre 40 y 59 años, aseveró.

 

Estas redes juegan un papel más importante durante las etapas iniciales de la trayectoria ocupacional. Se recurre con más frecuencia a los padres; luego a los hermanos, tíos y primos; también es importante la ayuda de parientes políticos, de los suegros en particular, expuso.

 

Esta encuesta servirá para dar luz sobre una serie de aspectos que pueden ser importantes en la toma de decisiones de las políticas públicas; ese es el siguiente paso, concluyó.

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FOTO 1

 

Una quinta parte de los hogares mexicanos declara que es poco o ninguno el cariño que se prodigan los miembros de la familia entre sí, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Familias, coordinada por Cecilia Rabell, del IIS de la UNAM.

 

 

FOTO 2.

 

Cecilia Rabell, del IIS de la UNAM, dijo que en México los hogares nucleares siguen siendo los más frecuentes y la proporción no ha variado en 23 años, aunque aumentaron los unipersonales.