12:30  hrs. 16 de Diciembre de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-906

Ciudad Universitaria


Victor Lopez Segura

Pie de fotos al final del boletín

 

LA PROTECCIÓN SOLAR PREVIENE LA FORMACIÓN DE CATARATAS EN LOS OJOS

 

·        Afirmó Víctor López Segura, jefe de la División de Ciencias de la Salud y del Comportamiento de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM

·        La exposición crónica a la luz ultravioleta por tiempos prolongados favorece su desarrollo y otros padecimientos, explicó

·        La mala iluminación al leer o trabajar, las horas continuas con la vista fija en la computadora o estados de agotamiento provocan alteraciones visuales prematuras, dijo

 

La exposición a la luz ultravioleta por tiempos prolongados favorece el desarrollo de cataratas en los ojos, por lo que la protección solar –como el uso de gafas– es una manera de prevenir su aparición, afirmó Víctor López Segura, jefe de la División de Ciencias de la Salud y del Comportamiento de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza (FESZ) de la UNAM.

 

De igual modo, tales precauciones retardan la aparición de otras patologías oculares, como la maculopatía relacionada con la edad; además de favorecer la disminución en la incidencia y progresión de lesiones como las carnosidades.

 

El académico señaló que mantener una buena salud implica ocuparse también de cuidar y mantener en correcto funcionamiento el sistema visual, que soporta agresiones del medio ambiente tales como el smog y concentraciones variables de compuestos químicos, generalmente ácidos dispersos en el aire, que afectan la composición de la película lagrimal, que interviene en la conservación de la transparencia de los medios intraoculares para formar imágenes correctas del entorno.

 

El uso de gafas para corrección de defectos ametrópicos sirve para no desarrollar estados avanzados de miopía y astigmatismo. Corregir a tiempo defectos en la calidad de la visión es importante y se deben detectar tempranamente estos casos, pues estudios disponibles establecen que cerca de un octavo de la población padece algún tipo de ametropía o defecto de refracción en diferente grado.

 

El estrés, la mala iluminación al leer o trabajar, las largas horas con la vista fija en la pantalla de la computadora o estados de agotamiento o hipovitaminosis provocan, en muchos casos, alteraciones visuales prematuras; por ello, el médico cirujano oftalmólogo resaltó la importancia de cuidar los ojos frente a este tipo de circunstancias, incluyendo la radiación ultravioleta proveniente del medio ambiente.

 

“La Ciudad de México –dijo– tiene una amplia carga de contaminantes que provienen, entre otros, de los vehículos automotores. Además, se vive en medio de varias zonas industriales que emanan grandes cantidades de sustancias y componentes agresivos al sistema visual.

 

“Algunos individuos tienen, por ejemplo, el antecedente de padecer enfermedades sistémicas como artritis reumatoide, lupus eritematozos sistémico y algunas otras del tejido conectivo, que provocan afectación en la calidad y cantidad de la lagrima” y que en condiciones de contaminación elevada exacerban su sintomatología, indicó López Segura.

 

El Distrito Federal y su área metropolitana poseen condiciones ambientales difíciles para personas con sensibilidad. Es decir, aclaró, el ojo se vuelve más delicado cuando está expuesto a situaciones agresivas para la película lagrimal.

 

El especialista en Oftalmología aseguró que la concentración de ácidos aéreos favorecen que dicha película se vuelva ácida y se rompa fácilmente, entonces queda expuesto directamente el epitelio de la cornea o de la conjuntiva, despertándose sensaciones de irritación conjuntival, lagrimeo y parpadeo reflejo.

 

Por vivir en esta condición crónica un alto índice de personas, sobre todo niños, padece con frecuencia las llamadas conjuntivitis estacionales, y en épocas de poca humedad en la atmósfera el problema se recrudece, detalló.

 

El investigador explicó que “en adultos se presenta un proceso llamado pterigión, que la gente conoce como carnosidades; se trata de neoformaciones benignas que la conjuntiva desarrolla como respuesta a la irritación crónica, que son capaces de invadir la cornea y, con el tiempo, establecen lesiones que estética y funcionalmente pueden requerir cirugía”.

 

En algunos casos, concluyó, esto es controlable simplemente con que la persona proteja sus ojos con lentes oscuros o evite la exposición prolongada a la radiación ultravioleta, que además previene la aparición de opacidades del cristalino o cataratas.

 

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FOTO 1

 

La protección solar ocular es una manera de prevenir la aparición de carnosidad y cataratas, señaló Víctor López de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM.

 

 

FOTO 2.

 

Víctor López, de la FES Zaragoza de la UNAM, aseguró que los ácidos en el aire favorece que la película lagrimal del ojo se haga ácida y se rompa anticipadamente, afectando a personas susceptibles.