Boletín
UNAM-DGCS-899
Ciudad Universitaria
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PROPONEN EN LA UNAM NUEVA SALIDA DE AGUAS PARA EVITAR INUNDACIONES EN LA CUENCA DE MÉXICO
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Señaló Javier Arellano Gil, profesor de la
Facultad de Ingeniería e integrante del grupo de trabajo
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Plantean la excavación de un túnel y un
canal que seguirían el trazo del ferrocarril hasta llegar a Cuautla, explicó
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El líquido pluvial y residual se vertería en
la cuenca del Balsas y podría ser utilizada para riego de la zona árida y
recargar los acuíferos
Ante las severas inundaciones
que sufren constantemente zonas de Iztapalapa, Xochimilco, Tláhuac y valle de
Chalco, integrantes de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM proponen la
construcción de una nueva salida de aguas de lluvia y residuales por el sureste
de la cuenca de México.
Se trata, explicó Javier
Arellano Gil, profesor de esa entidad e integrante del grupo de trabajo, de la
edificación de un túnel y un canal excavados en rocas de la Faja Volcánica
Transmexicana, los cuales seguirían el trazo del ferrocarril que llega a
Cuautla, Morelos.
Resaltó que esta obra permitiría el
desalojo de los vertidos en esta zona del país y prevendría un desastre natural
por desbordamientos en la región más poblada del país. Incluso, el líquido que
se desahogaría en la cuenca del Balsas, en tierras morelianas, sería utilizado
para regar la zona árida y recargar los acuíferos, donde los niveles han bajado
de manera drástica en los últimos 20 años.
Detalló que al estar en una
zona lacustre, la cuenca de México tiene gruesas secuencias, propensas a
inundación, sobre todo cuando hay gran precipitación pluvial. Las áreas de
mayor afectación son las delegaciones Iztacalco, Iztapalapa, Xochimilco y
Tláhuac en el DF; mientras que en el Estado de México es el valle de Chalco.
Esta región ocupa una
superficie de casi 620 kilómetros cuadrados y en ellas habitan más de tres
millones y medio de habitantes, cuyo consumo de agua es de aproximadamente 10
metros cúbicos por segundo, agregó.
Recordó que el problema de los
desbordamientos ha sido intenso en los últimos años. Las más recientes fueron
en la autopista México–Puebla (2005), Iztapalapa y Chalco (julio de 2006), y en
las proximidades de Xico en el Estado de México.
Por ello, insistió en que los
gobiernos tanto del Distrito Federal como del Estado de México deben conocer
esta situación y se informen sobre las opciones viables de ingeniería
preventivas para evitar un colapso ambiental, que podría traer consecuencias
sociales y económicas negativas a gran escala.
En el auditorio Raúl J. Marsal de
la FI, refirió que esta propuesta pretende liberar a la Ciudad de México de una
contingencia que ocasionaría una gigantesca irrupción de aguas negras, que en
pocos días afectaría su superficie y a su población.
Es decir, se contaría con una
alternativa viable cuando haya problemas técnicos en el emisor central, en el
gran canal o en obras de drenaje que llevan las aguas residuales hacia Hidalgo,
por el momento el único sitio para depositar estos volúmenes, sostuvo.
Asimismo, abundó el ingeniero
universitario, de registrarse un fenómeno de este tipo la obra evitaría
complicaciones de salud pública relacionados, que repercuten, sobre todo, en
los sectores más vulnerables.
Los canales y túneles en la
cuenca de México se construirían sobre las vías del ferrocarril, que en la
actualidad se encuentra abandonada. Es una zona federal y la pendiente es baja,
por lo que se reducirían costos y se evitarían problemas sociales, al no tocar
la propiedad privada y ejidal, aclaró.
Javier Arellano Gil añadió que al llegar
a la cuenca del Balsas el agua se vertería al río Cuautla, el cual en algunos
casos tiene desniveles de más de 20 metros en sus bordes.
Los fluidos podrían ser
utilizados para riego en la zona árida de la cuenca del Balsas, mientras que
las negras se tratarían para evitar problemas de contaminación. Asimismo,
señaló que con la construcción de esta obra civil se crearían importantes
fuentes de empleo en la región por varios meses e inclusive por años, concluyó.
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FOTO Z 01
Javier Arellano
Gil, profesor de la FI de la UNAM, habló sobre la construcción de una nueva
salida de aguas de lluvia y residuales por el sureste de la cuenca de México.
FOTO Z 12 PORTAL
El desalojo de vertidos capitalinos prevendría un desastre natural por desbordamientos en la región más poblada del país. Incluso, el líquido que se desahogaría sería utilizado para regar zonas áridas.