06:00  hrs. 11 de Diciembre de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-896

Ciudad Universitaria


Erika Sohn

 

Pie de fotos al final del boletín

 

CREAN EN LA UNAM NUEVA HERRAMIENTA DE PULIDO HIDRODINÁMICO DE SUPERFICIES

 

·        Informó Erika Sohn, del Instituto de Astronomía, quien añadió que presenta múltiples ventajas sobre la tecnología internacional actual

·        Tiene aplicaciones en instrumentación astronómica, óptica industrial y semiconductores, dijo

·        En México ya está protegida y le fue concedida la patente en Estados Unidos; está en proceso la de la Unión Europea, Japón, Corea y China

·        Es posible pulir cerámicas, vidrios, metales como aluminio y acero inoxidable, aunque podrían incluirse otros, como plásticos, apuntó

 

Científicos del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM desarrollaron una nueva máquina de pulido hidrodinámico con múltiples ventajas sobre la tecnología internacional actual, y con aplicaciones en la instrumentación astronómica, óptica industrial y semiconductores.

 

De acuerdo con Erika Sohn, integrante del proyecto, esta herramienta es útil también para tratar otro tipo de superficies, como prótesis. Con la Hydrodynamic Radial Flux Polishing and Grinding Tool for Optical and Semiconductor Surfaces (HyDra) es posible pulir cerámicas, vidrios, metales como aluminio y acero inoxidable, aunque podrían incluirse otros, como plásticos.

 

El innovador instrumento ya está protegido en nuestro país y le fue concedida la patente en Estados Unidos, aunque está en proceso su obtención en la Unión Europea, Japón, Corea y China, donde se desarrolla tecnología de pulido óptico.

 

Entre muchas otras de sus ventajas destaca su menor costo, alta precisión, utilidad en superficies de cualquier tamaño y material y, sobre todo, es aplicable en todas las etapas del proceso de pulido, desde el esmerilado, hasta el pulido fino.

 

La científica expuso que este proyecto, encabezado por Élfego Ruiz, también del IA, surgió en el 2000 a raíz del plan de construcción del Telescopio Infrarrojo Mexicano de Nueva Tecnología (TIM). Ahí advirtieron que “podía servir si se usaba un abrasivo en lugar de aceite o agua”.

 

Se requería pulir superficies “fuera de eje” dado que el espejo del TIM estaría formado por varios segmentos con cierta curvatura. De ese modo, el equipo de investigación se percató de la posibilidad de  las aplicaciones del desarrollo, detalló.

 

Explicó que hay muchos métodos de pulido. El clásico se forma de una pieza de chapopote con ranuras, que presenta desventajas, pues deforma la superficie por presión o produce una “orilla caída”, gran inconveniente para telescopios segmentados.

 

Otro es el magneto-reológico, añadió, que utiliza un fluido abrasivo con  partículas ferromagnéticas que, al pasar por un campo magnetizado, lo “endurece” y permite el “pulido”. Es un método caro y sólo permite trabajar superficies pequeñas, de máximo 30 centímetros.

 

Existen otras técnicas llamadas de “jet fluídico”, parecido al de los universitarios, consistente en un chorro con líquido abrasivo, perpendicular o con un ángulo sobre la superficie; y el iónico, más caro, aunque ambos no mejoran la microrrugosidad, apuntó.

 

El de la UNAM “permite pulir superficies del tamaño que se deseé y el abrasivo sale rasante y paralelo a la superficie, lo que permite conseguir microrrugosidades o precisión mayor, de hasta 0.5 nanómetros (la mitad de la mil millonésima parte de un metro)”. Además es hasta 15 veces más barato que sus contrapartes, dijo.

 

La herramienta hidrodinámica, que usa aire y agua, no tiene piezas móviles; además, son fáciles de maquinar con un torno. Está pensada para que el fluido corra perfectamente por dentro y tiene varias etapas:  espumador o controlador de densidad, aceleración rotacional, garganta y tobera de salida, expresó.

 

Montada sobre una máquina de control numérico, usa agua, donde se suspende el pulidor o polvo abrasivo (por ejemplo, óxido de aluminio, cuyo tamaño depende de la superficie a trabajar), y aire a presión, todo lo cual se debe vigilar con precisión, junto con parámetros de operación: temperatura, pH o concentración, entre otros, aclaró.

 

Erika Sohn resaltó que una ventaja es que permite cubrir todos los pasos del proceso de pulido. Con los métodos convencionales hay que cambiar de instrumentos; con HyDra se pasa del pulido grueso hasta el más fino, de calidad óptica, con sólo cambiar el tamaño del abrasivo.

 

Incluso, con la misma herramienta es posible limpiar con agua o aire la superficie de trabajo sin rayarla, ya que flota. “Es como un colchón de aire: se genera una zona de vacío y otra de alta presión que se equilibran, por lo que se desplaza sin fricción”, especificó.

 

En estos años se han realizado decenas de prototipos de aluminio, acero inoxidable con piezas de cerámica e, incluso, acrílico. El más grande es de 10 centímetros de diámetro y con una huella de abrasión de 1.5 centímetros de diámetro. “Aunque se han hecho unos más pequeños, con huellas de un milímetro”, indicó.

 

A pesar de que transferir esta tecnología en nuestro país es difícil porque sus aplicaciones son especializadas, y la industria óptica y de semiconductores es casi inexistente en México, ya hay compañías extranjeras interesadas. De tal forma, HyDra, que ha sido financiado por lo que fuera el proyecto TIM, la Dirección General de Asuntos del Personal Académico y el propio IA, continúa con mejoras.

 

En el futuro próximo se espera generar arreglos o muchas herramientas que pulan al mismo tiempo, y también, evitar que el pulidor desgaste al propio instrumento. Asimismo, sostuvo, se pretende controlar con precisión la forma de la huella de abrasión.

 

Como parte de HyDra también se tuvo que desarrollar un sistema de metrología que permitiera establecer la calidad del pulido, el cual ha resultado mejor que el estándar de México. “En el futuro se quiere contar con un sistema que mida la superficie de la pieza al mismo tiempo que se trabaja en ella”.

 

De tal modo, el proyecto que ha generado publicaciones en revistas internacionales, una tesis de doctorado y patentes, continua “puliendo” el nombre de la UNAM y el prestigio de sus científicos, concluyó.

 

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FOTO 01.

Científicos del IA de la UNAM desarrollaron una máquina de pulido hidrodinámico con aplicaciones en la instrumentación astronómica, óptica industrial y semiconductores.

 

FOTO 02

Con la máquina de pulido hidrodinámico HyDra es posible tratar cerámicas, vidrios, metales como aluminio y acero inoxidable, aunque podrían incluirse plásticos. En la gráfica se trabaja un semiconductor.

 

FOTO 03

Erika Sohn, del IA de la UNAM, aseveró que entre las ventajas de HyDra destaca su menor costo, alta precisión, utilidad en superficies de cualquier tamaño y material, y ser aplicable en todas las etapas.

 

FOTO 04

El proyecto HyDra del IA de la UNAM es encabezado por el investigador Élfego Ruiz; surgió en el 2000 a raíz del plan de construcción del Telescopio Infrarrojo Mexicano de Nueva Tecnología.