Boletín
UNAM-DGCS-889
Ciudad Universitaria
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IMPOSIBLE HABLAR DE DEMOCRACIA EN UN SISTEMA DE DESIGUALDADES
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Afirmó en la UNAM, Gilberto Rincón Gallardo,
presidente del Conapred
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Si los logros no se acompañan con un nuevo sentido
de la igualdad ciudadana, se corre el riesgo de retrocesos y desvíos de alta
peligrosidad social, advirtió
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Participó en la Jornada Internacional sobre
la No discriminación, organizada por el Instituto de Investigaciones Jurídicas
y el Conapred
Es imposible
hablar de democracia en un sistema de desigualdades y falta de equidad, y la
única forma para afianzar ese proceso en el país es mediante la consolidación
de la no discriminación, lo cual tiene que ver con el respeto a las
diferencias, aseguró en la UNAM Gilberto Rincón Gallardo, presidente del
Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Durante
su participación en la Jornada Internacional sobre la No discriminación, organizada
por el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) y el Conapred, consideró
que la lucha contra todas las formas de exclusión es una de las principales
tareas de cualquier sociedad abierta.
Recalcó
que “si los logros de México en democracia electoral no son acompañados con un
nuevo sentido de la igualdad ciudadana, y una consideración sobre la relevancia
de nuestros derechos, se corre el riesgo de retrocesos y desvíos de alta
peligrosidad social”.
En
el aula de seminarios Dr. Guillermo F. Margadant del IIJ, advirtió que la
democracia vacía, aquella que no puede llegar a los bolsillos, tiene muchos
peligros, y el primero y más visible es su desgaste, su falta de credibilidad.
Por
ello, la lucha contra la discriminación no puede basarse en la represión y el
castigo, tiene que ser, sobre todo, una estrategia del Estado en su conjunto,
que privilegie los estímulos, las compensaciones, la acción afirmativa, la
educación, el cambio cultural y la conciliación de las partes, sugirió.
Se
trata de un proyecto que, consciente de que el pasado no se puede repetir, ha
decidido apostar por lo que se pueda construir en el futuro, sin olvidar la
reparación de las huellas negativas, que dejan una deuda histórica pendiente.
Todos “tenemos que poner algo para pagar el menosprecio hacia la mayoría de la
población. La discriminación amerita una condena y exige una alternativa”,
aseveró.
Sostuvo
que la segregación es una forma específica de la desigualdad, que hace
imposible el disfrute de derechos y oportunidades para un amplio conjunto de
personas y grupos en la sociedad. Sin ello, es difícil hablar de democracia,
porque una comunidad que excluye no puede considerarse inserta en este sistema.
Gilberto
Rincón indicó que la discriminación es una actitud o conducta de desprecio
hacia personas o grupos a los que se considera inferiores e indignos de trato
equitativo, en razón de un prejuicio social o de un estigma.
La
exclusión social se convierte en uno de los grandes problemas. No se trata de
conductas inofensivas o de actos de escasas consecuencias, sino de acciones u
omisiones que dañan a los demás en aspectos tan valiosos como sus derechos u
oportunidades; es decir, los afecta en su integridad humana, aclaró.
Abundó
que son un conjunto de prácticas que generan daños colectivos, definen el
perfil de las instituciones públicas y privadas, que marcan tanto la cultura
política como la popular de una nación, con un alto costo económico y de
justicia, y fragmentan aún más el frágil tejido social.
El
presidente del Conapred sostuvo que la lucha contra este flagelo tiene que
llevarse a cabo sobre la base de un criterio fundamental: la absoluta
inviolabilidad de los derechos y dignidad de las personas.
Consideró
que el Estado tiene la responsabilidad y la obligación de establecer las
condiciones adecuadas para que a través de su acción directa o de su estímulo
sobre el actuar de los particulares exista la garantía de que toda persona sea
tratada en términos de igualdad y no de exclusión, que será compensada por los
daños inmerecidos que provienen de su pertenencia a un grupo, como las mujeres,
indígenas, homosexuales, personas con discapacidad o de edad avanzada.
“La
discriminación no es cuestión de minorías, y no se trata de subrayar la
identidad que une a un determinado grupo, porque no se pretende fomentar
guetos; sino que es un problema de derechos y oportunidades para todos, de
igualdad y respeto a la diferencia, porque a final de cuentas no todos somos
idénticos”, concluyó.
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FOTO 01.
En la UNAM, Gilberto
Rincón, presidente del Conapred, subrayó que la lucha contra todas las formas
de discriminación es una de las principales tareas de cualquier sociedad
democrática.
FOTO 02
En el Instituto
de Investigaciones Jurídicas de la UNAM se llevó a cabo la Jornada
Internacional sobre la No discriminación.