06:00  hrs. 1 de Diciembre de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-877

Ciudad Universitaria

 


Jaime Mas Oliva

Julio Sotelo Morales

Pie de fotos al final del boletín

 

RECIBEN CUATRO INVESTIGADORES DE LA UNAM LOS PREMIOS DR. JORGE ROSENKRANZ 2006

 

 

 

Cuatro académicos de la UNAM recibieron los Premios de Investigación Médica Dr. Jorge Rosenkranz 2006, en las tres distintas categorías que otorga la empresa Roche Syntex.

 

Merecieron esta distinción Jaime Mas Oliva, coordinador del Programa Universitario de Investigación en Salud; los investigadores María del Carmen Clapp Jiménez-Labora y Luis Fernando Covarrubias Robles, de los institutos de Neurobiología y de Biotecnología, respectivamente, y Julio Sotelo Morales, de la Facultad de Medicina.

 

Mas Oliva, quien también es investigador del Instituto de Fisiología Celular, recibió el Premio en la categoría Básica, por el trabajo b-adaptina: molécula clave en la internalización del péptido b–amiloide en células de microglia, tema central de la tesis de doctorado de Natala Manzano.

 

 

Al trabajar con células de microglia, “limpiadoras” del tejido cerebral, explicó, se encontró “que cuando una proteína del citoesqueleto, la b-adaptina, ya no se incorpora a la célula, el arreglo milimétrico para internalizar la molécula de b-amiloide –a su vez necesaria en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer– deja de hacerse, acumulándose en el espacio extracelular causando así lesiones”.

 

El péptido b-amiloide constantemente se internaliza; si para de funcionar el sistema enfocado a ello, se acumula afuera de las células y causa Alzheimer. Lo interesante sería encontrar cuál es el mecanismo, a nivel proteínico, qué hace que la b-adaptina falle, añadió.

 

La perspectiva del proyecto es estudiar la b-adaptina y, eventualmente, utilizar el conocimiento para hacer algún tipo de intervención génica; después observar si restableciéndola la internalización puede llevarse a cabo, independientemente de que el sistema esté en situación de estrés oxidativo, apuntó.

 

Dentro de esta investigación básica se tiene que “ver cómo funciona la b-adaptina. Se conoce poco cómo colabora para facilitar la internalización de b-amiloide. Eventualmente alguien podrá utilizar este tipo de hallazgos e ir un paso más allá y emplearlos para restablecer el proceso”, argumentó.

 

Covarrubias Robles, jefe del Laboratorio de Degeneración y Regeneración Tisular, lo obtuvo también en el área Básica, con Identificación de células troncales neuronales con elevado potencial neurogénico y capacidad para producir las neuronas dopaminérgicas afectadas en la enfermedad de Parkinson.

 

Su objetivo, precisó, fue determinar la capacidad de diferenciación de las células troncales, particularmente de las neurales y más específicamente las dopaminérgicas; éstas, localizadas en la región del cerebro conocida como sustancia nigra, son necesarias para controlar la actividad motora y el balance, y son las que degeneran.

 

 

 

Tras analizar células troncales neurales del embrión, adulto y embriónicas, encontraron que “una vez que son cultivadas pierden su capacidad de diferenciación”, lo anterior ocurre con las primeras y segundas, si acaso inician el proceso de neurogénesis, especificó.

 

Sin embargo, refirió, en el caso de las embriónicas “sí diferencian a neural efectivamente, y en específico a neuronas dopaminérgicas, cuando éstas están colocadas en el lugar adecuado”, incluso “pueden ser cultivadas y no pierden la capacidad de diferenciación”.

 

Una primera impresión, sostuvo, es que esas últimas células pudieran servir para implantarse a pacientes para tratar el Parkinson. Si bien aún no es el momento para pensar en ello, “no obstante, se identificó una población celular que responde a las señales necesarias para la diferenciación”.

 

El cerebro adulto, dijo, tiene células troncales; no igual que el embrión, pero por lo menos hay dos regiones estudiadas: la subventricular y el hipocampo. La idea, al final, es que al recuperar las neuronas dopaminérgicas el enfermo recupere sus funciones.

 

El reconocimiento en el área Clínica fue para Sotelo Morales, también director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez, por el trabajo Presencia frecuente del virus de la varicela-zóster durante exacerbaciones de esclerosis múltiple.

 

La esclerosis múltiple, expuso, es una enfermedad crónica degenerativa del sistema nervioso cada vez más frecuente, conforme la expectativa de vida se incrementa; en los países endémicos (los europeos, y Estados Unidos y Canadá) es el padecimiento neurológico más prevalente en jóvenes.

 

En él, aclaró, se ha “encontrado la presencia persistente del virus de la varicela zóster, o una posible variante, lo que hace suponer que tiene que ver en el inicio de ese mal”; en otras palabras, el punto central de la investigación es su hallazgo, ya confirmado, asociado a los brotes de este trastorno.

 

Hacen falta estudios corroborativos en otros países y por otros grupos de especialistas, y ver si éste es el que causa la enfermedad, cómo lo hace o si se trata de una activación que va simultánea con alguna otra o el brote de la enfermedad”.

 

Finalmente, Clapp Jiménez-Labora obtuvo dicho galardón en el área de Diabetes por su investigación Análisis de la prolactina circulante en pacientes diabéticos y de sus posibles implicaciones en el pronóstico y control de la retinopatía diabética.

 

Desde hace tiempo, indicó, junto con sus colaboradores trabaja en el análisis de las vasoinhibinas, proteínas que inhiben la formación de vasos sanguíneos. Su producción, explicó, es importante para que los tejidos crezcan, fundamentalmente durante el desarrollo embrionario y fetal; en el adulto prácticamente se detiene este proceso. Hay padecimientos que dependen de una sobreproducción de ellas, como el cáncer, artritis reumatoide y retinopatía diabética.

 

Este último se ocasiona porque hay un aumento en su generación en la retina, los cuales invaden el humor vítreo; pueden llegar a formar una membrana fibrosa que en ocasiones provoca su desprendimiento ocasionando ceguera. Si los diabéticos –que son 10 por ciento de la población del mundo– no se cuidan, después de 20 años pueden padecerla, sobre todo entre los 20 y 65 años de edad.

 

La investigación premiada, resaltó, consistió en que como las vasoinhibinas son fragmentos de prolactina, se miden los niveles circulantes de esta hormona en paciente con diabetes, con distintos grados de retinopatía. Se encontró que disminuyen en la retinopatía diabética proliferativa, el grado más avanzado de la enfermedad. Todavía, sostuvo, falta investigar para afirmar que a mayor nivel de prolactina menor agravamiento.

 

También en un modelo experimental con animales, a los que les produjeron cambios similares a los de este tipo de mal, observaron que al inyectarles inhibidores los vasos sanguíneos se redujeron considerablemente.

 

La idea, añadió, “es investigar si los niveles circulantes de prolactina pueden tener un valor pronóstico en la progresión de la retinopatía diabética”. También, concluyó, buscan estudiar el posible uso de estas proteínas en el tratamiento del padecimiento, a posteriori.

 

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FOTO 1

María del Carmen Clapp, del Instituto de Neurobiología de la UNAM, trabaja en el análisis de las vasoinhibinas, proteínas que inhiben la formación de vasos sanguíneos, en pacientes diabéticos.

 

FOTO 2

Julio Sotelo, de la Facultad de Medicina de la UNAM, ganó el Premio Rosenkranz por el trabajo Presencia frecuente del virus de la varicela-zóster durante exacerbaciones de esclerosis múltiple.

 

FOTO 3

Luis Fernando Covarrubias Robles, del Instituto de Biotecnología de la UNAM, busca determinar la capacidad de diferenciación de las células troncales, particularmente las dopaminérgicas.

 

FOTO 4

Jaime Mas Oliva, coordinador del PUIS de la UNAM, mereció uno de los Premios de Investigación Médica Dr. Jorge Rosenkranz 2006, en el área Básica.

 

FOTO 5.

Julio Sotelo, Jorge Rosenkranz, Jaime Mas, María del Carmen Clapp y Luis Fernando Covarrubias durante la recepción de los Premios de Investigación Médica Dr. Jorge Rosenkranz 2006.