12:00  hrs. 29 de Noviembre de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-872

Ciudad Universitaria

 


Bruce Ackerman

 

Pies de fotos al final del boletín

 

VIABLE PARA MÉXICO, EL PARLAMENTARISMO ACOTADO

 

·        Señaló en la UNAM Bruce Ackerman, profesor de la Universidad de Yale, quien dijo que el presidencialismo está agotado

·        Para Jaime Cárdenas, miembro del IIJ, el gran defecto del sistema presidencial es la rigidez

·        México está entrampado políticamente en un sistema de división de poderes: José Paoli Bolio, del mismo Instituto

·        Intervinieron en la conferencia Presidencialismo, oposición y legitimidad, en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, acompañados por su titular, Héctor Fix-Fierro

 

El sistema de gobierno presidencialista está agotado, por lo que la mejor opción para México es el parlamentarismo acotado, aseguró en la UNAM Bruce Ackerman, profesor de Derecho y Ciencia Política de la Universidad de Yale.

 

Al dictar la conferencia Presidencialismo, oposición y legitimidad, en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) –en donde estuvo acompañado por su titular, Héctor Fix-Fierro–, dijo que nuestro país está en una mejor posición que Estados Unidos para cambiar su sistema gubernamental, porque cuenta con instituciones como el Instituto Federal Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

 

El académico señaló que si bien todos estos organismos deben mejorar, México ya los tiene, han trabajado y son mejores que los del pasado; aunque en lugar de contar con una banca independiente, es indispensable tener instituciones contra la corrupción.

Sostuvo que en Norteamérica las probabilidades de tener un gobierno parlamentario son pequeñas, porque al considerarse una potencia se imagina de forma incorrecta que su éxito tiene que ver con los pequeños detalles de su gobierno.

 

Las fuentes de su poder son muchas, aunque no es seguro que la clave sea la separación entre el Congreso y la Presidencia. Si EU avanza hacia esa opción no tendrá la ventaja de México, de contar con organismos como los que ha desarrollado, detalló en el auditorio Héctor Fix-Zamudio del IIJ.

 

Bruce Ackerman insistió en que el parlamentarismo acotado es el mejor modelo para un gobierno constitucional, superior tanto al modelo americano, que divide el poder entre un presidente y un congreso electos, como al inglés y al francés de gobierno concentrado.

 

En el sistema presidencial aunque haya una ventaja pequeña entre el ganador y el segundo lugar, el primero se lleva todo. En cambio, en el parlamentario casi no hay diferencia entre triunfar y llegar seguido, pues en una elección cerrada simplemente puede darse una gran coalición.

 

Por otro lado, apuntó el profesor de Yale, en dicho modelo se junta al Ejecutivo y al Legislativo en un solo sistema de responsabilidad, lo que amortigua la crisis de legitimidad en una jornada estrecha y fuerza un gobierno conjunto cuando no hay una mayoría clara.

 

Además, el presidencialismo en América, pero también en otras regiones, tiene un impacto negativo en el sistema de partidos. México inicia un desarrollo democrático con un gobierno de estas características, pero Estados Unidos ha experimentado sus patologías por 200 años, refirió.

 

Al comentar la ponencia, Jaime Cárdenas Gracia, miembro del IIJ, aseveró que el gran defecto del sistema presidencial es la rigidez, “qué se hace cuando el país es encabezado por un mandatario malo: se debe esperar seis años para que se vaya. En cambio, en uno parlamentario se va cuando ya no tiene apoyo del Congreso”.

 

Asimismo, no provee soluciones para la confrontación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo; es decir, explicó, constitucionalmente el mandatario no puede disolver al parlamento, y éste no puede hacer una moción de censura para destituir a aquél.

 

Por ello, adujo, se requiere una reforma del Estado, porque al no ser una potencia económica o militar como el vecino del norte, tiene condiciones para transformar su sistema de manera más fácil.

 

“Nuestro país puede tender hacia un modelo parlamentario acotado, crear instituciones autónomas sólidas, impulsar la anticorrupción y los tribunales constitucionales. Ello depende de los acuerdos políticos. Lo que no se puede tener más son reformas parciales que no tiendan al cambio integral”, resaltó.

 

En tanto, José Paoli Bolio, integrante del mismo Instituto, afirmó que México se encuentra entrampado políticamente en un sistema de división de poderes como el actual.

 

El presidencialismo vigente no ha funcionando, y ya se venía padeciendo esa situación desde administraciones anteriores. Ello ha evitado resultados eficaces de gobierno, gobernabilidad democrática, y la legitimidad necesaria para conducir al país a la conquista de sus metas sociales, económicas y políticas fundamentales.

 

Concluyó que no hay una forma única para diseñar el sistema adecuado de separación y colaboración de poderes, cada país debe tomar en cuenta sus propias circunstancias, su cultura política y la capacidad social para establecer y respaldar a las instituciones democráticas.

 

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FOTO 1.

Jaime Cárdenas, Bruce Ackerman y Héctor Fix-Fierro, previo a su participación en la conferencia Presidencialismo, oposición y legitimidad, en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

 

FOTO 2

El especialista Bruce Ackerman afirmó en la UNAM que nuestro país está en una mejor posición que Estados Unidos para cambiar su sistema gubernamental, hacia un parlamentarismo acotado.

 

FOTO 3

José Paoli Bolio, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, afirmó que México se encuentra entrampado políticamente en un sistema de división de poderes como el actual.