Boletín
UNAM-DGCS-862
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al
final del boletín
PROTEGEN DE
CONTAMINACIÓN LUMÍNICA AL OBSERVATORIO ASTRONÓMICO NACIONAL DE LA UNAM
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Informó David
Hiriart, jefe de ese espacio a cargo del Instituto de Astronomía
·
Esa
normatividad entró en vigor a partir de su publicación en el Diario Oficial de
esa entidad
·
Gracias a su
aprobación, San Pedro Mártir se une a otros sitios privilegiados para la
observación astronómica, que ya contaban con sus respectivos reglamentos
Con la
aprobación de la llamada Ley del Cielo por parte del cabildo de Ensenada, Baja
California, el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), a cargo del Instituto
de Astronomía (IA) de la UNAM, ubicado en la Sierra de San Pedro Mártir –uno de
los cuatro mejores lugares para la investigación del universo– queda protegido
de la contaminación lumínica.
Así lo informó
David Hiriart, jefe de ese Observatorio, quien añadió que esa disposición entró
en vigor a partir de su publicación en el Diario Oficial de esa entidad, en
octubre pasado.
Estamos
satisfechos, expresó, porque San Pedro Mártir está reconocido por la comunidad
astronómica internacional como un sitio con un cielo excepcional para instalar
telescopios de gran envergadura, a la par de los mejores lugares: Chile, Hawai
e Islas Canarias.
Ese firmamento
estable, con buena transparencia, condiciones atmosféricas que varían
lentamente en el tiempo y con una de las mayores oscuridades del mundo, debía
ser protegido. Ello fue posible gracias a la participación de los
investigadores universitarios en este asunto de interés cultural y social, que
además implicó un trabajo de gestión técnica legislativa.
Gracias a la aprobación de esa
normatividad, San Pedro Mártir se une a esos tres sitios privilegiados para la
observación astronómica, que cuentan además con sus respectivos reglamentos
para prevenir la contaminación lumínica. En las Canarias, incluso, el cielo ha
sido declarado como parte de su patrimonio.
Para formular
esa legislación, refirió David Hiriart, se adaptó lo mejor de los preceptos que
ya existían. La Ley del Cielo regula el alumbrado público municipal y exterior
utilizado en estacionamientos, parques, centros deportivos y anuncios
luminosos, entre otros.
Parte esencial es el
establecimiento de horarios, de modo tal que al concluir un evento deportivo se
apaguen las luces en las instalaciones correspondientes, o que los
espectaculares dejen de funcionar antes de medianoche. También contempla
regular centros urbanos, de desarrollo turístico o industrial, que comprendería
la protección ante el posible riesgo del megaproyecto de Puerto de Coronel en
ese estado, sostuvo.
La Ley también
considera la formación de un Comité Técnico Asesor que establecerá los
lineamientos del tipo de luminarias a usarse. Se integrarán miembros del cabildo,
del IA, universidades y colegios de ingenieros y arquitectos, y medios de
comunicación. Se pretende dar una difusión profusa para que la gente entienda
los beneficios de esta norma, que no sólo protege la calidad del cielo, sino el
ahorro de energía por el uso eficiente de la iluminación.
Esta
disposición es un signo de gran cultura en todos los sentidos, de uso racional
de energía, de respeto y resguardo de un patrimonio, que consiste en una visión
que no todos los lugares tienen.
Por ello, es importante
que los mexicanos, y en particular los habitantes de Baja California, entiendan
que hay que cuidar la visión de la bóveda celeste.
David Hiriart
recordó que en julio del año pasado se invitó al presidente municipal de
Ensenada y al Cabildo para visitar el Observatorio Astronómico Nacional.
“Aprovechando la reunión se tuvo la oportunidad de hacerles una presentación
del impacto que tiene el IA en la sociedad”.
Además de realizar divulgación
de la astronomía, “se ha tratado de impactar en la enseñanza de las escuelas de
educación superior, especialmente en la Facultad de Ciencias de la Universidad
Autónoma de Baja California, donde se creó la carrera de Física”, indicó.
Se les mostró
el excelente lugar que es San Pedro Mártir y se subrayó que su oscuridad puede
estar en riesgo, debido a que en las ciudades alrededor del Observatorio y
dentro del municipio de Ensenada, se ha registrado un gran desarrollo, como el
megaproyecto del Puerto de Coronel, a 80 kilómetros de distancia del OAN. Se
les manifestó la preocupación “de que fuera a destruir o modificar la
penumbra”, apuntó.
A partir de tal
reunión, añadió, las autoridades tomaron conciencia de la importancia de
preservar las condiciones en ese lugar. Se impulsó entonces la creación de un
reglamento de protección del cielo, por completo novedoso en México.
Un miembro del
Cabildo comentó que cualquier otro lugar puede tener una buena justificación
para aplicar una ley contra la contaminación lumínica, pero el municipio de
Ensenada tiene uno de mayor peso: la presencia del OAN.
Según la
Comisión Nacional de Ahorro de Energía Eléctrica el gasto promedio de los
municipios es de 70 por ciento en alumbrado público (uno de los mayores
contaminantes nocturnos), 20 en bombeo de agua potable y el resto en otras
actividades.
Los
observatorios astronómicos implican grandes inversiones que México no podría
hacer si no convenciera a grupos de otros países para apoyar. Una manera de
hacerlo es con una ley que garantice, en las próximas tres o cuatro décadas, un
lugar donde se puedan hacer las observaciones de la misma manera que en este
momento.
Una vez
establecido como reglamento de prevención de contaminación lumínica en
Ensenada, podría extenderse a otros municipios, donde se ubican ciudades como
Mexicali y Tijuana, de forma que sea una ley estatal.
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FOTO 01.
Con la aprobación de la llamada Ley del Cielo por parte del cabildo de
Ensenada, Baja California, el Observatorio Astronómico Nacional de la UNAM,
queda protegido de la contaminación lumínica.
FOTO 02
David Hiriart, jefe del OAN, a cargo de la UNAM, indicó que la Ley del
Cielo regula el alumbrado público municipal y exterior de estacionamientos,
parques, centros deportivos y anuncios luminosos, entre otros.