12:30  hrs. 25 de Noviembre de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-862

Ciudad Universitaria


David Hiriart

 

Pies de fotos al final del boletín

 

PROTEGEN DE CONTAMINACIÓN LUMÍNICA AL OBSERVATORIO ASTRONÓMICO NACIONAL DE LA UNAM

 

·        Informó David Hiriart, jefe de ese espacio a cargo del Instituto de Astronomía

·        Esa normatividad entró en vigor a partir de su publicación en el Diario Oficial de esa entidad

·        Gracias a su aprobación, San Pedro Mártir se une a otros sitios privilegiados para la observación astronómica, que ya contaban con sus respectivos reglamentos

 

Con la aprobación de la llamada Ley del Cielo por parte del cabildo de Ensenada, Baja California, el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), a cargo del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, ubicado en la Sierra de San Pedro Mártir –uno de los cuatro mejores lugares para la investigación del universo– queda protegido de la contaminación lumínica.

 

Así lo informó David Hiriart, jefe de ese Observatorio, quien añadió que esa disposición entró en vigor a partir de su publicación en el Diario Oficial de esa entidad, en octubre pasado.

 

Estamos satisfechos, expresó, porque San Pedro Mártir está reconocido por la comunidad astronómica internacional como un sitio con un cielo excepcional para instalar telescopios de gran envergadura, a la par de los mejores lugares: Chile, Hawai e Islas Canarias.

 

Ese firmamento estable, con buena transparencia, condiciones atmosféricas que varían lentamente en el tiempo y con una de las mayores oscuridades del mundo, debía ser protegido. Ello fue posible gracias a la participación de los investigadores universitarios en este asunto de interés cultural y social, que además implicó un trabajo de gestión técnica legislativa.

 

Gracias a la aprobación de esa normatividad, San Pedro Mártir se une a esos tres sitios privilegiados para la observación astronómica, que cuentan además con sus respectivos reglamentos para prevenir la contaminación lumínica. En las Canarias, incluso, el cielo ha sido declarado como parte de su patrimonio.

 

Para formular esa legislación, refirió David Hiriart, se adaptó lo mejor de los preceptos que ya existían. La Ley del Cielo regula el alumbrado público municipal y exterior utilizado en estacionamientos, parques, centros deportivos y anuncios luminosos, entre otros.

 

Parte esencial es el establecimiento de horarios, de modo tal que al concluir un evento deportivo se apaguen las luces en las instalaciones correspondientes, o que los espectaculares dejen de funcionar antes de medianoche. También contempla regular centros urbanos, de desarrollo turístico o industrial, que comprendería la protección ante el posible riesgo del megaproyecto de Puerto de Coronel en ese estado, sostuvo.

 

La Ley también considera la formación de un Comité Técnico Asesor que establecerá los lineamientos del tipo de luminarias a usarse. Se integrarán miembros del cabildo, del IA, universidades y colegios de ingenieros y arquitectos, y medios de comunicación. Se pretende dar una difusión profusa para que la gente entienda los beneficios de esta norma, que no sólo protege la calidad del cielo, sino el ahorro de energía por el uso eficiente de la iluminación.

 

Esta disposición es un signo de gran cultura en todos los sentidos, de uso racional de energía, de respeto y resguardo de un patrimonio, que consiste en una visión que no todos los lugares tienen.

 

Por ello, es importante que los mexicanos, y en particular los habitantes de Baja California, entiendan que hay que cuidar la visión de la bóveda celeste.

 

David Hiriart recordó que en julio del año pasado se invitó al presidente municipal de Ensenada y al Cabildo para visitar el Observatorio Astronómico Nacional. “Aprovechando la reunión se tuvo la oportunidad de hacerles una presentación del impacto que tiene el IA en la sociedad”.

 

Además de realizar divulgación de la astronomía, “se ha tratado de impactar en la enseñanza de las escuelas de educación superior, especialmente en la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Baja California, donde se creó la carrera de Física”, indicó.

 

Se les mostró el excelente lugar que es San Pedro Mártir y se subrayó que su oscuridad puede estar en riesgo, debido a que en las ciudades alrededor del Observatorio y dentro del municipio de Ensenada, se ha registrado un gran desarrollo, como el megaproyecto del Puerto de Coronel, a 80 kilómetros de distancia del OAN. Se les manifestó la preocupación “de que fuera a destruir o modificar la penumbra”, apuntó.

 

A partir de tal reunión, añadió, las autoridades tomaron conciencia de la importancia de preservar las condiciones en ese lugar. Se impulsó entonces la creación de un reglamento de protección del cielo, por completo novedoso en México.

 

Un miembro del Cabildo comentó que cualquier otro lugar puede tener una buena justificación para aplicar una ley contra la contaminación lumínica, pero el municipio de Ensenada tiene uno de mayor peso: la presencia del OAN.

 

Según la Comisión Nacional de Ahorro de Energía Eléctrica el gasto promedio de los municipios es de 70 por ciento en alumbrado público (uno de los mayores contaminantes nocturnos), 20 en bombeo de agua potable y el resto en otras actividades.

 

 

Los observatorios astronómicos implican grandes inversiones que México no podría hacer si no convenciera a grupos de otros países para apoyar. Una manera de hacerlo es con una ley que garantice, en las próximas tres o cuatro décadas, un lugar donde se puedan hacer las observaciones de la misma manera que en este momento.

 

Una vez establecido como reglamento de prevención de contaminación lumínica en Ensenada, podría extenderse a otros municipios, donde se ubican ciudades como Mexicali y Tijuana, de forma que sea una ley estatal.

 

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FOTO 01.

Con la aprobación de la llamada Ley del Cielo por parte del cabildo de Ensenada, Baja California, el Observatorio Astronómico Nacional de la UNAM, queda protegido de la contaminación lumínica.

 

FOTO 02

David Hiriart, jefe del OAN, a cargo de la UNAM, indicó que la Ley del Cielo regula el alumbrado público municipal y exterior de estacionamientos, parques, centros deportivos y anuncios luminosos, entre otros.