13:50  hrs. 21 de Noviembre de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-850

Ciudad Universitaria

 


María Josefa Santos

Pie de fotos al final del boletín

 

EVALÚAN INVESTIGADORES DE  LA UNAM EL PROGRAMA DE ACCESO A SERVICIOS DIGITALES EN BIBLIOTECAS PÚBLICAS

 

 

 

María Josefa Santos y Rebeca de Gortari, integrantes del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, encabezan el proyecto de evaluación del Programa de Acceso a Servicios Digitales en Bibliotecas Públicas (PASDBP), coordinado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), cuyos resultados serán dados a conocer el día de mañana.

 

A dos años de haber sido equipados los primeros módulos dentro del Programa que apoyó a 2 mil 700 bibliotecas del país, las cuales fueron “calificadas”, las universitarias encontraron que las computadoras en esos espacios sí contribuyen a facilitar y, por lo tanto, a mejorar el acceso a esas innovaciones, que llegan a localidades pequeñas.

 

La evaluación señala que estas herramientas han ayudado a mejorar la operación y servicios que se ofrecen, en el sentido de que refuerzan las actividades tradicionales de las bibliotecas como centros de información, apuntaron, sobre todo porque los libros que poseen son de la década de 1970, cuando palabras como nanotecnología ni siquiera existían. Gracias al Programa, los usuarios tienen acceso a enciclopedias y a Internet, lo cual les permite actualizarse.

 

María Josefa Santos añadió que la brecha digital va más allá de las máquinas que se les pueden dar a las personas; tiene que ver con acceso y capacidades de uso.

 

En ese sentido, los resultados indican que el PASDBP contribuye a disminuir tal distancia, pues no sólo brinda equipo sino herramientas  para el uso de los bibliotecarios, primeros usuarios de estas tecnologías, para que a su vez capaciten a la gente que asiste a los acervos.

 

Recordó que el Programa es el resultado de la donación de 300 millones de dólares por parte de la Fundación Bill & Melinda Gates, y de 100 millones más por parte de la empresa Microsoft, recursos que se destinaron a dotar de computadoras e Internet a las bibliotecas públicas operadas por Conaculta, así como a la capacitación del personal que ahí labora y a la evaluación que realizó el equipo universitario.

 

Hasta el momento han sido apoyadas 2 mil 700 espacios de los 6 mil 600 que conforman la Red Nacional de Bibliotecas, con un total de 15 mil 262 equipos distribuidos en módulos de 3, 6 y 12 máquinas, de acuerdo con el tamaño del recinto. Del sistema modular, más de 60 por ciento tendrá acceso a Internet para finales de este año, abundó.

 

Rebeca de Gortari explicó que para realizar la evaluación se conformó un equipo de trabajo encabezado por ambas investigadoras y tres especialistas en análisis demográfico, brecha digital, y acceso y uso de las nuevas tecnologías de comunicación e información.

 

Se contó con la asesoría técnica y académica de la Unidad de Estudios sobre la Opinión del propio IIS, que apoyó en la parte metodológica de las tres encuestas levantadas en bibliotecas ubicadas en zonas rurales y urbanas con cuestionarios a usuarios, no usuarios, bibliotecarios, autoridades escolares y municipales.

 

Asimismo se realizaron entrevistas a profundidad a los actores que participan en el Programa, así como etnografías para documentar la instrumentación y registrar el proceso de capacitación, permaneciendo en los lugares para observar los primeros cambios.

 

María Josefa Santos aclaró que así como se licitó la entrega de ordenadores, la Fundación eligió un grupo de investigadores que pudiera hacerse cargo de la evaluación. “Nos dedicamos al tema de la innovación tecnológica desde hace 20 años; eso ayudó a que optaran por nosotros”.

 

Asimismo, porque su proyecto consideró el papel  no sólo de los usuarios, sino de los no usuarios, ya que son estos últimos –padres de familia, autoridades municipales y escolares– quienes tienen mayor incidencia en la continuación del Programa, dijo.

 

Otro aspecto importante, denominado de investigación-acción, fue la vinculación. Participó una institución privada, la Fundación Gates, con otras públicas, la Universidad por un lado, y Conaculta por el otro. Tal es el “plus” del proyecto que se sumó al rigor académico, aseveró.

 

Desde el inicio, las universitarias dieron lineamientos o sugerencias para equipar a las bibliotecas. A partir de ello se redefinía el Programa. Por ejemplo, mencionó Rebeca de Gortari, en la primera etapa se vio que las computadoras tenían mayor capacidad de la requerida; para la segunda y tercera fases se adaptaron a las necesidades comunitarias. Gracias a ello se pudo dotar a más recintos con mayor número de máquinas, con la misma calidad pero sin capacidades sobradas.

 

No sólo se trató de una evaluación que determinó si el Programa servía o no, sino que acompañó el proceso de equipamiento, lo cual sirvió para redefinir caminos, aclaró.

 

La Fundación tiene un proyecto semejante en Estados Unidos, así como otros en Canadá y Chile, y se piensa llevarlo a otros países del centro de Europa y a África. Por eso, en el caso mexicano, les interesaba tener indicadores cualitativos para ver qué sucedía con este tipo de programas y retomarlos. Obtenerlos fue función de las universitarias.

 

Otro resultado de la evaluación es la página www.tecnologiaenconstruccion.org, donde se incluyen todos los informes que el equipo de la UNAM ha entregado a la Fundación Gates; incluso, el que se va a presentar.

 

Asimismo, se elaboró el libro Acceso tecnológico. Una reinterpretación de la biblioteca pública mexicana, donde se destaca el impacto que ha tenido el Programa en los usuarios, personal y en los propios espacios; y en el cual se incluyen indicadores que permiten a la Fundación comparar el PASDBP con proyectos similares instrumentados a escala internacional.

 

La obra, editada por el Conaculta, así como los resultados del Programa serán presentados por las universitarias el 22 de noviembre en la Biblioteca José Vasconcelos.

 

Asimismo, se realizó un proyecto único, que será modelo para otras naciones, denominado Alta marginación, en el cual sociólogos y antropólogos fueron enviados a comunidades para buscar alternativas de uso para estas tecnologías. Resultado de ello serán un manual y otro libro.

 

El Programa de Acceso a Servicios Digitales en Bibliotecas Públicas continuará, concluyó María Josefa Santos, y ahí, la UNAM será un “socio estratégico” en su labor de evaluación.

 

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FOTO 1.

Rebeca de Gortari y María Josefa Santos, del IIS de la UNAM, encabezan el proyecto de evaluación del Programa de Acceso a Servicios Digitales en Bibliotecas Públicas.

 

FOTO 2

Las investigadoras de la UNAM María Josefa Santos y Rebeca de Gortari calificaron a 2 mil 700 bibliotecas del país, equipadas con computadoras, Internet y novedosos recursos.