Boletín
UNAM-DGCS-829
Ciudad Universitaria
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NOMBRAN A INVESTIGADOR DE LA UNAM BECARIO INTERNACIONAL DEL INSTITUTO MÉDICO HOWARD HUGHES
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Ranulfo Romo
, del Instituto de Fisiología Celular, recibirá por cinco años un subsidio
de medio millón de dólares para continuar sus trabajos
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Busca comprender la dinámica que utiliza el
cerebro para transformar la información sensorial en acciones como la toma de
decisiones y la resolución de problemas
Ranulfo Romo, miembro del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, fue nombrado becario internacional de investigación del Instituto Médico Howard Hughes (HHMI, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, por lo que recibirá en los próximos cinco años un subsidio de medio millón de dólares, para continuar sus importantes avances en torno a la neurobiología de la percepción.
Es la tercera ocasión en que el destacado científico obtiene este apoyo, el cual representa para él un reconocimiento que lo lleva a trabajar con más ahínco. “Estamos motivados al saber que a instituciones como ésta les importa apoyarnos, para continuar con nuestro trabajo, que ha sido exitoso hasta el momento", señaló.
Se trata, aclaró el también
asociado extranjero de la Academia Nacional de Ciencias de EU, de un apoyo
competido. De hecho, el HHMI recibió más de 500 solicitudes para obtener una de
las 39 becas concedidas en esta ocasión a especialistas de Argentina, Brasil,
Canadá, Chile, México y Venezuela.
Ranulfo Romo busca entender
cómo el cerebro representa la información sensorial, la que recogen los
sentidos, útil para procesos como la memoria, toma de decisiones y conducta
motora voluntaria, entre otras acciones.
Sus hallazgos representan lo
más cercano que sabemos acerca del correlato orgánico, neuronal, de funciones
complejas que modulan la simple percepción y la convierten en una respuesta
integral y subjetiva, en la que juegan las experiencias anteriores y las
expectativas de cada individuo.
Nuestras vidas no serían las
mismas sin referencia visual, auditiva, olfativa o somestésica, del tacto. Por
ejemplo, de un libro se obtienen datos que entran a través de los ojos y son
usados por el cerebro para aprender, recordar y tomar decisiones apropiadas,
explicó.
En general, los problemas de
la conducta humana pueden indagarse por medio de experimentos en primates,
macacos en específico. El científico eligió este modelo porque "su
modalidad sensorial, su memoria, así como su conducta motora, son semejantes a
las nuestras. Sienten, ven, repiten, expresan sus preferencias y toman
decisiones en la vida diaria; hay monos inteligentes, regulares y tontos, como
en la especie humana", refirió.
Permiten hacer pruebas bajo
condiciones vigiladas y sin sufrimiento, las cuales, por ética, no se pueden
realizar en el cerebro humano. Son entrenados para usar información sensorial,
guardarla en su memoria y tomar decisiones. En particular, apuntó, se utiliza
la modalidad somestésica. Por su simplicidad, es posible provocar estímulos
controlados sobre sus manos, los que son transducidos por los receptores
cutáneos y llevados por los nervios al encéfalo.
"De la periferia –expuso
el científico– se traza cómo los mensajes llegan al cerebro y en qué parte de
ese órgano son procesados para sentir y representar la forma o temporalidad de
cada estímulo. Mediante registros finos, de células individuales, se puede
reconstruir lo que hacen las neuronas para dar significado a esa información, y
posteriormente, determinar en dónde se va a guardar".
Cuando se escucha una melodía
con el sistema auditivo, se significa en una zona del cerebro que también se
puede almacenar. Por eso se le tararea. Lo mismo ocurre con las palabras
escuchadas y repetidas, dijo.
Algunas zonas cerebrales
tienen que ver con la parte sensorial y otras con la memorización. Resulta interesante
saber, ejemplificó, cómo durante una clase se escucha lo que dice el profesor y
se traslada a movimientos de la mano para tomar apuntes. Aunque no lo parezca,
es una operación complicada, como también lo es obtener información de la
memoria, meditar un problema y tomar una decisión.
El cerebro, abundó el
universitario, es un órgano "multitareas", donde circuitos separados
interactúan para construir una o varias funciones; tiene la suficiente
flexibilidad para cumplir una misión en un instante y otra al siguiente.
Tales son los temas de interés
para Ranulfo Romo, a los cuales ha dedicado años de trabajo. En el último
lustro, durante el cual también fue becario del HHMI, obtuvo buenos resultados
en sus investigaciones. De ahí que se hiciera acreedor al apoyo de nueva
cuenta. "Espero que los próximos cinco años sean mejores", expresó.
Una de las preguntas por
contestar en neurobiología, es cómo funcionan los circuitos cerebrales en
tiempo real. Se instala nueva tecnología en el laboratorio para visualizar la
actividad de cientos de neuronas de sitios distantes, de forma simultánea, y
determinar cómo se enlazan los mensajes para construir una sola función,
detalló.
Cuando se ve, se percibe la
forma, textura, color y movimiento de un objeto en tres dimensiones. Para ello,
existen circuitos cerebrales que se relacionan con cada una de esas
características. La pregunta es dónde se une esta información para generar la
imagen única, sostuvo.
Eso es lo que el experto desea
establecer: cómo se enlazan las neuronas de circuitos distantes para generar
perceptos únicos, y cómo se guardan. A pesar de que ya ha trazado los circuitos
respectivos, ha sido una reconstrucción a
posteriori, no en el instante.
Se sabe "que cierto
circuito tiene determinada función, pero no se han visto de forma simultánea.
Nadie ha podido dar una explicación mecánica de cómo el cerebro genera
perceptos únicos", concluyó.
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FOTO 01
Ranulfo Romo, del
Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, fue nombrado becario internacional
de investigación del Instituto Médico Howard Hughes de Estados Unidos.
FOTO 02.
Cómo funcionan los circuitos cerebrales relacionados con la significación de la información sensorial en tiempo real, es una las tareas del investigador de la UNAM Ranulfo Romo.