Boletín
UNAM-DGCS-826
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Universitaria
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TIENEN UNA DIMENSIÓN GLOBAL LOS MOVIMIENTOS SOCIALES ACTUALES
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Señaló en la UNAM Michael Wieviorka,
profesor de la EHESS de Francia, y discípulo de Alain Touraine
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Dictó la conferencia magistral Los nuevos
movimientos sociales: perspectivas y desafíos
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Estuvieron presentes Rosalba Casas,
directora del IIS; Fernando Pérez Correa y Judit Bokser, director y jefa de la
DEP de la FCPyS, respectivamente
Los movimientos sociales actuales se
caracterizan no sólo por la organización de diversas luchas, sino por tener una
dimensión global, afirmó en la UNAM Michael Wieviorka, profesor del Centro de
Sociología en la Escuela de Estudios Superiores de Ciencias Sociales (EHESS) de
Francia.
Al dictar la conferencia magistral Los nuevos
movimientos sociales: perspectivas y desafíos, en la sala Isabel y Ricardo
Pozas de la Facultad de Ciencias Políticas
y Sociales (FCPyS), el discípulo de Alain Touraine señaló que dichas
manifestaciones se caracterizan porque la subjetividad individual es concretada
antes de la acción.
Es decir, el sujeto se define antes de
iniciar la actividad, pues debe poseer la capacidad de tomar la decisión de ser
un actor político, social o cultural, refirió en el evento donde estuvieron
presentes Rosalba Casas, directora del Instituto de Investigaciones
Sociales; Fernando Pérez Correa y Judit
Bokser, director y jefa de la División de Estudios de Posgrado (DEP) de la
FCPyS, respectivamente.
El sociólogo mencionó que la noción de
movimientos sociales es confusa, “no es clara, porque hay quienes todavía los
ven como pequeños fenómenos”. No obstante, en el campo teórico es una expresión
que puede analizarse de tres maneras distintas: la primera es la llamada
funcionalista o posneofuncionalista y lo trata como reacción a cambios en una
situación.
La segunda, agregó, se refiere a un momento
central en los años setenta y ochenta. Es defendida por sociólogos,
historiadores y politólogos, que la definen como una conducta racional de un
acto colectivo que utilizan diversos recursos, de manera instrumental, para
acceder, mantenerse y, tal vez, desarrollar su influencia en un determinado
sistema político. Este planteamiento es
conocido como la teoría de la movilización de los recursos.
Ello se contrapone con los planteamientos de
Alain Touraine, quien ha propuesto, al mismo tiempo, que es la acción de un
actor dominado y contestatario que se opone a un adversario social dominante, y
que este conflicto tiene como objetivo apropiarse del control de la
historicidad y de los valores de la sociedad, detalló.
Si bien las dos últimas exposiciones son
distintas, no son opuestas o contradictorias, subrayó. Esta confrontación no es
tan fuerte hoy día, las dos escuelas de pensamiento existen y hay otras
acepciones.
De acuerdo con el paradigma de Alain Touraine
se vive una tercera era del análisis de los movimientos sociales, la cual los distingue
por su carácter global. Ahí, puntualizó, los actores se centran en el campo
humanitario y atienden lo relacionado con agua, contaminación o ecología, pero
de manera renovada y, en ese sentido, se les puede llamar altermundistas.
De hecho, abundó, muchas de sus acciones
tienen dimensiones planetarias, pero con incidencia local. Este tema es
central, porque no se busca acabar con una dominación, sino reconocer sus
causas y su labor.
Asimismo, añadió, consideran que el Estado
nacional es un obstáculo para la acción social. Aunque no tienen una imagen
única u homogénea de su adversario, la percepción es fragmentada y diversa. Por
ejemplo, el movimiento obrero actual puede ver la causa de sus conflictos
laborales lo mismo en los patrones que en las máquinas o los sindicatos.
Otro aspecto importante es el cultural, pero
no significa que no haya dimensiones sociales en sus demandas, sólo que son
fundamentales en la construcción de un proyecto alterno, apuntó.
Lo político, aseveró, es un tema difícil, pues
los actores piensan en tres ámbitos: local, nacional y supranacional. Por ello,
deben ser capaces de actuar al grado de producir nuevos espacios, otras
regulaciones jurídicas y formas de negociación internacional.
En su oportunidad, Fernando Pérez Correa,
director de la FCPyS, consideró que la originalidad del acercamiento que
propone el conferencista –en el ámbito de la sociedad y de la política– llama
la atención sobre ciertos aspectos comunitarios, cuyo surgimiento, formas de
expresión, demandas y procesamiento, responden a realidades atípicas de la
realidad institucional.
En el ámbito político, dijo, se ha compartido
con los autores franceses, a lo largo de muchos años, un enfoque
institucionalista para la comprensión de los desarrollos del Estado moderno,
del desarrollo del mismo, y de las demandas y conflictos sociales.
Sin embargo, es un marco insuficiente, no
porque sea defectuoso, sino porque las instituciones mismas no ofrecen la
amplitud de espacio y canalización de las demandas colectivas, para encauzar el
conjunto fundamental de la agenda política, enfatizó.
En realidad, los conflictos más importantes
que se han planteado en los últimos años pertenecen a un ámbito de los movimientos
sociales, que se expresan al margen del marco institucional, concluyó.
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FOTO 01
El especialista
Michael Wieviorka afirmó en la UNAM que los movimientos sociales actuales se
caracterizan por su dimensión global. Le acompaña Rosalba Casas, director del
IIS.
FOTO 02.
Michael Wieviorka
y Fernando Pérez Correa en la FCPyS de la UNAM, donde el primero refirió que,
de acuerdo con Alain Touraine, se vive una tercera era del análisis de los
movimientos sociales, la cual los distingue por su carácter global.
FOTO 03
Rosalba Casas, Michael Wieviorka, Fernando Pérez y Judit Bokser durante la conferencia magistral Los nuevos movimientos sociales: perspectivas y desafíos, en la FCPyS de la UNAM.