Boletín
UNAM-DGCS-815
Ciudad Universitaria
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fotos al final del boletín
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Advirtió Gerardo Ceballos González,
investigador del Instituto de Ecología de la UNAM
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En el último siglo se han perdido 22 familias
de peces, once de aves e igual número de mamíferos, así como por lo menos
50 especies de plantas, informó
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Entre las variedades amenazadas están el
bisonte, berrendo, jaguar, manatí, teporingo, tapir, pecarí de labios blancos,
perrito de las praderas y la ardilla voladora, entre otros
Cuarenta por ciento del total de especies de plantas y animales en
México está en peligro de desaparecer, por lo que padece una grave crisis de
extinción de variedades y poblaciones, advirtió Gerardo Ceballos González,
investigador del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM.
Subrayó que el tema ambiental debe ser uno de los ejes rectores de la
política del país, a fin de detener y revertir los daños ecológicos, pues
en el último siglo se han perdido 22 familias de peces, once de aves e igual
número de mamíferos, así como por lo menos 50 especies de plantas.
Durante los últimos 20 años, detalló, se incrementó en casi el doble el
número de especies consideradas amenazadas, al pasar de 25 a 40 por ciento, lo
que significa que cuatro de cada diez se encuentran hoy en peligro.
El ecólogo y conservacionista con mayor número de libros de este tema publicados en México, precisó
que en nuestro territorio existen aproximadamente 25 mil variedades de plantas,
de las cuales unas 12 mil están en riesgo, mientras que hay unas 3 mil 500
familias de animales vertebrados (mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces),
de las cuales por lo menos mil 200 pueden perderse.
Por otro lado, agregó, se calcula que en el
país existen unos 100 mil tipos de invertebrados, respecto de los que no
existen datos concretos sobre su estado de conservación.
Explicó que en el último siglo se extinguieron en la República Mexicana
el pescado blanco de Cuitzeo, sardinita de Durango, cachorrito del Potosí,
sardina de parras, charalito y charalote. De aves, 11 linajes desaparecieron,
como el carpintero imperial, paloma pasajera, cisne trompetero, caracará de
Guadalupe y la grulla gritona.
En mamíferos están extintas especies como el lobo mexicano (aunque
algunos ejemplares se conservan en cautiverio), oso gris, nutria marina, foca
monje.
y rata canguro de San Quintín, entre
otras, dijo.
Los factores que han agravado esta situación, alertó el experto –quien
ha dedicado sus investigaciones a abordar temas de frontera relacionados con la
conservación de la diversidad biológica de México y el mundo– son el
crecimiento desmedido de la población, las políticas inadecuadas de desarrollo
y el deterioro ambiental.
Respecto al tráfico ilegal de variedades, apuntó que es un problema
grave en el país, similar en su importancia al narcotráfico, ya que sus jugosas
ganancias corrompen a sectores importantes de la sociedad. Se ha convertido,
dijo, en el principal factor de amenaza de grupos de reptiles de la Península
de Baja California o de algunos cactus.
Gerardo Ceballos dio a conocer ejemplos de algunos de los mamíferos en
peligro de extinción, tales como bisonte, berrendo, jaguar, manatí, teporingo,
tapir, pecarí de labios blancos, perrito de las praderas y la ardilla voladora,
entre otros. En aves, guacamayas verde, roja y
enana, urraca de Sinaloa, codorniz moctezuma y flamenco.
Entre los reptiles más amenazados se encuentra el cocodrilo de río, tortugas
marinas, terrestres y lagartijas, al tiempo que más
de 100 especies de peces de agua dulce están en riesgo. Respecto a las plantas,
aseveró, entre los grupos más vulnerables están las cactáceas, orquídeas,
cícadas, pinos y árboles de maderas preciosas
como la caoba.
Al hablar de las zonas de gran concentración de variedades de peces
amenazadas, señaló Cuatro Ciénegas, Coahuila; la Cuenca de Lerma-Chapala, y los
ríos Pánuco, Bravo y Conchos.
Otros grupos de vertebrados terrestres en esta condición están ubicados
en selvas tropicales como la Selva Lacandona en Chiapas y la región de Calakmul
en Campeche, las selvas bajas del occidente de México como las de la Reserva de
la biosfera Chamela-Cuixmala, así como en los Bosques de Pino y Encino del Eje
Neovolcánico, cerca de la Ciudad de México.
Estos bosques, aledaños a una de las urbes
más pobladas del planeta, poseen ejemplares exclusivos del país, como
teporingo, ardilla voladora y gallina de monte, los cuales están en riesgo por
la pérdida arbórea, resaltó.
Respecto de las selvas tropicales húmedas, el investigador precisó que
había 22 millones de hectáreas continuas desde Veracruz hasta Chiapas, de las
cuales queda menos de un millón, concentradas en Los Chimalapas en Oaxaca y la
Selva Lacandona en Chiapas. Están severamente amenazadas por presiones humanas,
al igual que los manglares y litorales, por la sobrepesca.
México, resaltó, es una de las tres naciones más ricas en diversidad
biológica, precedida por Indonesia y Brasil. Entre 30 y 40 por ciento de todas
las plantas y animales son endémicos o exclusivos de este suelo.
Gerardo Ceballos abundó que en el
territorio mexicano habita una de cada diez especies de flora y fauna
conocidas, por lo que se considera un país megadiverso. Ocupa el primer lugar
en reptiles y anfibios con más de mil 100 variedades, el tercero en mamíferos
(529), el cuarto en plantas vasculares (22 mil) y el onceavo en aves (mil 50).
Destacó que el país es uno de los pocos que cuenta con un vasto
conocimiento de su diversidad biológica, gracias a instituciones como la UNAM,
pero es necesario instrumentar políticas públicas eficientes para aprovechar
esas aportaciones.
Otra característica sobresaliente de esa riqueza es el elevado
porcentaje de variedades endémicas, es decir, que son exclusivas de la nación,
las cuales incluyen 9 por ciento de las aves, 30 de mamíferos, 50 de reptiles y
64 de los anfibios. Estos porcentajes son menores de los de Filipinas,
Madagascar y Australia, pero mayores que cualquier otro Estado continental, con
excepción de Brasil, aclaró.
En general, refirió, las selvas húmedas tienen un mayor número de
familias; en contraste, la mayor concentración de linajes endémicos se localiza
en los bosques templados del Eje Neovolcánico y las selvas secas del oeste de
México.
El experto sostuvo que los dos grandes ejes de la destrucción son la
desigualdad social y el crecimiento poblacional, ya que la pobreza tiene un
gran impacto en el uso de recursos naturales, al tiempo que los grandes
intereses depredan bosques y selvas.
Aseveró que las especies de flora y fauna
desaparecen por la pérdida y destrucción del hábitat y la sobreexplotación
legítima o ilegítima, como la cacería furtiva. Además, el cambio climático
global las daña también, así como las enfermedades reemergentes, como
paludismo, dengue o rabia, que afectan a animales, plantas y a los seres
humanos, indirectamente.
Gerardo Ceballos señaló que la extinción de comunidades es el preámbulo
de la destrucción de especies, “y en México hemos perdido cientos de miles de
poblaciones de plantas y animales”, lo que ha tenido consecuencias importantes.
Insistió en que el país debe tener una política de Estado de gran
espectro, para considerar el tema ambiental como uno de los cuatro ejes
rectores, al nivel de lo social, político y económico, para detener y revertir
los impactos ambientales en fauna y flora, así como conservar los servicios
que, de manera gratuita, brinda la naturaleza.
Sugirió que se definan directrices claras y se refuerce la norma
mexicana de las especies en peligro de extinción, así como la restitución de la
relativa a los manglares.
México, sentenció, requiere que se destinen mayores recursos a la
investigación básica y aplicada en materia ambiental, así como un
reconocimiento a la importancia de la diversidad biológica por parte de los
gobiernos federal y estatal, de la sociedad civil y de la iniciativa privada.
Al respecto, Jesús Pacheco Rodríguez, técnico académico del IE, indicó
que uno de los elementos para preservar variedades a largo plazo es la
reintroducción de las mismas, previa reproducción en cautiverio.
Tocó la problemática que ha generado la entrada de especies exóticas
que han desplazado a las naturales, así como el avance de enfermedades que han
minado su salud.
Por su parte, Rurik List, investigador asociado al Laboratorio de
Ecología y Conservación de Fauna Silvestre, explicó que cuando hay un ejemplar
en riesgo, se deben investigar las causas que la han llevado a estar en esa
condición.
Se debe averiguar “dónde vive, qué come, sus requerimientos de hábitat
y la pérdida del mismo, para estructurar medidas de recuperación, porque de
otra manera, las acciones no estarán sustentadas en información real, ni habrá
garantía de buenos resultados”, observó.
Asimismo, concluyó que se realizan técnicas nuevas que permiten
mantener material genético en un banco, lo que posibilitará en el futuro,
nuevos métodos de preservación.
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FOTO 01
El tema ambiental
debe ser uno de los ejes rectores de la política del país, a fin de detener y
revertir los daños ecológicos, advirtió Gerardo Ceballos González, investigador
del IE de la UNAM.
FOTO 02
Durante los
últimos 20 años se incrementó a 40 por ciento el número de especies
consideradas amenazadas en México, como esta tortuga de carey, afirmó el
investigador de la UNAM Gerardo Ceballos.
FOTO 03.
En el país hay
unas 3 mil 500 familias de animales vertebrados, de los que mil 200 podrían
perderse, como el hurón de patas negras, revelan especialistas de la UNAM.
FOTO 04
Jesús Pacheco
Rodríguez, técnico académico del IE de la UNAM, dijo que es necesario
considerar la problemática que ha generado la entrada de especies exóticas que
han desplazado a las naturales.