14:00  hrs. 30 de Octubre de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-801

Ciudad Universitaria

 


Juan Ramón de la Fuente

Pies de foto al final del boletín

EN LA NUEVA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO LAS UNIVERSIDADES SON EL INSTRUMENTO DEL DESARROLLO: DE LA FUENTE

 

 

En la economía del conocimiento las universidades son el instrumento del desarrollo, aseguró el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, quien dijo que en el siglo XXI tienen la gran oportunidad de consolidarse y constituirse como instituciones imprescindibles para el crecimiento de la sociedad, más allá de los contextos específicos de cada nación.

 

Sostuvo que lejos de verse rebasadas o subordinadas a otros desarrollos que están dentro del proceso de generar y aplicar conocimientos, las universidades deben entender la dinámica mundial y reforzar su compromiso con la investigación científica, porque ahí es donde se producen los saberes.

 

Al poner en marcha la Tercera Reunión Anual del Subsistema Jurídico de la Universidad Nacional, que encabeza el abogado general, Jorge Islas, y en la que participan especialistas de varias partes del mundo, como la India y Estados Unidos, De la Fuente subrayó que hoy más que nunca México requiere una Universidad fuerte y protegida, que le ayude a encontrar el rumbo en estos tiempos complejos.

 

Quien los genera, recalcó, empieza a tener ventajas, a adelantarse, porque después se exportan, aplican, patentan, registran y usufructúan, en sí, se recorre toda la cadena que hace que algunos países y, dentro de ellos, algunas instituciones sean las que tengan realmente el mayor control sobre ellos.

 

El rector de la UNAM señaló que se habla de la economía del conocimiento porque a partir de éste se transfiere y se vuelve sofisticado en sus posibilidades y potencialidades, es decir, pasan a ser el valor agregado en una casi inimaginable gama de bienes y servicios.

 

Los países que le dan dicho valor a estos rubros son los que dominan la economía mundial y tienen mayores posibilidades de mejorar su productividad y competitividad, además de encontrar las capacidades reales para activar sus mercados internos y producir más y mejores fuentes de trabajo.

 

Ante los integrantes externos del Consejo Asesor Jurídico y el Subsistema del ramo de la UNAM, resaltó que esto es lo que ocurre en el mundo y una de las partes más claras de la interdependencia global en la que estamos inmersos. La forma en que el conocimiento deja de ser algo reservado para ciertos espíritus puros y refinados, como fue en el pasado, y se convierten en un elemento fundamental, una asignatura absolutamente ineludible para las naciones.

 

Sin embargo, advirtió, otros países se quedan a la zaga de estos conocimientos aplicados, patentados, registrados, exportados y derivados en todas las formas de presentación posibles, pero con un costo creciente, lo cual hace que una parte del mundo no pueda ser siquiera consumidora de estos servicios por carecer de recursos.

 

De la Fuente manifestó su preocupación por la brecha que separa a las naciones ricas de las pobres, porque lejos de acortarse cada vez crece más. Puso como ejemplo los datos presentados por el Banco Mundial en un informe de junio de este año: 20 por ciento de la población del orbe controla el 80 por ciento de la economía; ese porcentaje se concentra en los países que tienen universidades y centros de generación del conocimiento. Para ello, dedican una parte importante de su Producto Interno Bruto (PIB) a la investigación y al desarrollo.

 

Estas naciones, indicó, se dan cuenta con claridad de que en los próximos años el que tenga mayor capacidad para el avance científico y tecnológico es el que tendrá la mayor productividad, competitividad e influencia en la economía mundial.

 

Dio como ejemplos: la India, China y la Unión Europea. Esta última se preocupa, reagrupa y hace compromisos para que en 2010 sus países integrantes dediquen hasta el tres por ciento de sus respectivos PIB en este rubro. Sólo así podrán competir con Estados Unidos, Japón y las nuevas economías asiáticas.

 

Los Estados escandinavos van más allá y son los que puntean el crecimiento. Dedican proporciones masivas de sus recursos públicos a la educación, la investigación y el desarrollo.

 

Retomó que la Universidad debe estar bien preparada para responder, desde el punto de vista jurídico, administrativo, técnico, financiero y político, a los procesos complejos como la propiedad intelectual, los derechos de autor, las patentes y las transferencias de tecnología, los cuales tienen una dinámica propia y compleja, que puede avanzar cuando se asume como una nueva cultura dentro y fuera de la institución.

 

Expresó la necesidad de trabajar en estas áreas y estar preparados para que nuestros propios académicos tengan una conciencia más clara al respecto.

 

Al dar la bienvenida, el abogado general de la UNAM, Jorge Islas, destacó que México es un país de instituciones que requiere de reflexiones sobre el devenir jurídico, para fortalecer su ámbito de acción. Por ello, reconoció que en nuestra realidad la Universidad forma parte fundamental para elaborar las propuestas y sugerencias.

 

Puntualizó que con esta reunión, todos los abogados del Subsistema Jurídico refrendan su compromiso con la Universidad, al ser los responsables de las acciones para defender los derechos e intereses legales de la UNAM. Con su trabajo, dijo, participan en su fortalecimiento como una casa de estudios regida por el imperio de la ley.

 

Informó que se llevarán a cabo mesas, conferencias y talleres de trabajo a más de 180 juristas, que prestan sus servicios en las entidades académicas y dependencias administrativas de esta institución, para mejorar su desarrollo profesional.

 

Luego, la abogada general del Instituto Tecnológico de Massachussets, Ann Hammersla, apuntó que cuando una industria sea exitosa con la comercialización de la propiedad intelectual, también las universidades lo serán.

 

Al hablar sobre las Perspectivas Legales desde una Economía Desarrollada, externó que la política de propiedad intelectual y los programas de transferencia de tecnología deben tener creatividad y voluntad al cambio. También se debe reconocer un trabajo académico estándar. Consideró necesario un fuerte apoyo industrial para implantar estas estrategias en las universidades.

 

Tras desmenuzar la forma en que en el MIT (por sus siglas en inglés) se llevan a cabo las políticas de propiedad intelectual y los aspectos legales, dijo que esa universidad desarrolla tecnología porque está comprometida con la investigación, el crecimiento social y la innovación.

 

Asistieron los directores del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Héctor Fix–Fierro, y de la Facultad de Derecho, Fernando Serrano Migallón; el coordinador del Área de Propiedad Intelectual del Instituto Tecnológico de la India, Sudhir K. Jain; el titular del Instituto Nacional del Derecho de Autor, Adolfo Montoya Jarquín; el defensor de los Derechos Universitarios, Leoncio Lara, y el presidente del Tribunal Universitario, Carlos Pérez González.

 

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FOTO 1

Abogados de las entidades y dependencias de la UNAM participaron en la Tercera Reunión Anual del Subsistema Jurídico de esta casa de estudios, donde tomaron parte especialistas de varias partes del mundo.

 

FOTO 2.

Con la participación de juristas de diferentes partes del mundo y abogados de entidades y dependencias de la UNAM, se llevó a cabo la Tercera Reunión Anual del Subsistema Jurídico de esta casa de estudios.

 

FOTO 3

México requiere de reflexiones sobre el devenir jurídico para fortalecer su ámbito de acción, dijo el abogado general de la UNAM, Jorge Islas, en la inauguración de la Tercera Reunión Anual del Subsistema Jurídico de la Universidad Nacional.