Boletín
UNAM-DGCS-762
Ciudad Universitaria
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Hoy día es posible una
interpretación evolutiva de los mitos y cánones ideológicos, que demuestran
cómo estos aspectos de la cultura, que parecen inmutables y cuyo núcleo se
repite durante largos períodos, son expresiones propias de la conciencia
humana, afirmó Roger Bartra, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de
la UNAM.
Al participar en el Seminario
de Estudios Avanzados del IIS, en torno al tema Evolucionismo y sociedad,
brindó múltiples ejemplos: la noción de una divinidad materna relacionada con
la tierra, la imagen de un ente malvado sobrenatural, el culto a una fuerza
sexual omnipotente, la personificación de la muerte, la creencia en espacios
ultramundanos celestiales o infernales y la idea de sitios paradisíacos, entre
otros. En otro orden están los discursos de la democracia, igualdad, barbarie y
nación.
Empero, existen tres problemas
que se desprenden de las interpretaciones evolucionistas. El primero son las
confrontaciones con los difusionistas en el siglo XIX, quienes protagonizaron
una polémica basada en cómo habían sobrevivido leyendas y mitos de la
antigüedad grecorromana y oriental, y cómo podrían explicarse los elementos
irracionales, salvajes, demenciales, monstruosos y sobrenaturales, que aparecen
con tanta frecuencia en los cuentos populares, apuntó.
En esas discusiones,
indicó, se encuentran esbozadas las tres grandes soluciones que se ofrecen al
estudioso de estos fenómenos y su pervivencia: éstos avanzan a partir de una
fuente primigenia; se difunden en la medida de su aptitud, y se derivan de la
identidad estructural del espíritu humano.
En la conferencia Evolución,
cultura y conciencia, destacó que el segundo problema se relaciona con el
biólogo Richard Dawkins. Los mitos, señaló Roger Bartra, podrían ser un ejemplo
de lo que aquél ha llamado memes, o "nuevos replicadores", para
describir los equivalentes culturales de los genes biológicos: son unidades de
transmisión cultural que sobreviven durante largo tiempo gracias a su capacidad
de autoduplicarse como estructuras vivas, y que obedecen a las leyes de la
selección natural.
Para este autor un mem
puede ser prácticamente cualquier cosa: ideas, tonadas, modas, frases hechas,
formas de hacer vasijas o técnicas para construir arcos, añadió. Toda entidad
que tenga "valor de supervivencia" ─como Dios o un chiste
gracioso─ lo es. El mayor defecto de esta teoría radica en que no proporciona
las herramientas conceptuales necesarias para definir lo observable.
El tercer asunto se
relaciona con que la evolución de los mitos presenta puntos de articulación
similares a los equilibrios interrumpidos que marcan el proceso biológico de las
especies, tal como lo plantearon de Niles Eldredge y Stephen Jay Gould, y puede
vincularse a la neurobiología formulada por Gerald M. Edelman, según el cual
debe entenderse que las redes neuronales y sus conexiones no se tejen a partir
de un instructivo, sino de un repertorio previo sobre el que opera una
selección de las conexiones más funcionales, aclaró.
Por su parte, Ana Barahona,
profesora de la Facultad de Ciencias, expuso el tema Darwin y el problema del
diseño. “El argumento del diseño, llamado también teleológico, propone que hay
aspectos en el mundo que no pueden ser explicados más que con referencia a un
Creador”.
Dicho pensamiento, aseguró, ha
estado presente en las discusiones acerca de las aclaraciones biológicas en la
historia de la biología hasta nuestros días, y representa un problema
fundamental para su filosofía. La visión modernizada, conocida como el Diseño
Inteligente (DI), surge hace aproximadamente 15 años. Ha sido una “teoría”
controvertida que ha causado debates en las políticas de educación y ciencia en
todo EUA, Europa y Australia.
Propone una alternativa
para hechos aceptados por la biología evolutiva, es decir, que la vida es
compleja, y que el universo está tan bien ajustado para el origen de la vida,
que la única explicación posible es apelar a la existencia de un diseñador.
Para muchos, es el Dios del cristianismo, como en los siglos XVIII y XIX,
reveló.
Es la hipótesis según la
cual, para poder comprender la existencia es necesario suponer la acción de una
inteligencia que no ha sido producto de la evolución. No se pueden explicar los
organismos, ni los vivos ni los fósiles, por medio de causas naturales normales
o mecanismos materiales. Debe haber algo más que ello, y debe ser inteligente y
capaz de originar a los seres vivos.
Phillip E. Johnson,
Michael Behe y William Dembski son los líderes visibles de este movimiento.
Para sus detractores, representa una confusión entre religión y ciencia que
falsea a ambas; es un contrasentido. Recientemente, concluyó, la Asociación
Americana para el Avance de la Ciencia ha declarado que el DI no sólo es mala
ciencia, sino que no lo es en ningún sentido y no tiene un lugar legítimo
dentro de los salones de clase norteamericanos.
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FOTO 01
Ana Barahona, profesora
de la Facultad de Ciencias de la UNAM, expuso que la teoría del Diseño
Inteligente ha causado debates en las políticas de educación y ciencia en EUA,
Europa y Australia.
FOTO 02
Roger Bartra, del
IIS de la UNAM, dijo que es posible una interpretación evolutiva de los mitos y
cánones ideológicos, durante el
Seminario de Estudios Avanzados efectuado en esa entidad.
Roger Bartra y
Ana Barahona durante el Seminario de Estudios Avanzados del Instituto de
Investigaciones Sociales de la UNAM, que trató el tema Evolucionismo y Sociedad.