Boletín
UNAM-DGCS-728
Pie de fotos al
final del boletín
DEBE LA POLÍTICA AMBIENTAL SER DE ESTADO, INTERSECTORIAL Y MULTIDISCIPLINARIA
Hoy la política ambiental
tiene que ser de Estado; debe tener un horizonte que indique hacia dónde va y,
en ese sentido, es preciso que sea intersectorial y multidisciplinaria, con una
fuerte participación social, y descentralizada, lo cual implica ajustes
institucionales y legales, afirmó Julia Carabias Lillo, investigadora del
Instituto de Ecología de la UNAM.
Al dictar la conferencia Biodiversidad
y bienes y servicios ambientales –acompañada por el director de la Facultad de
Economía (FE), Roberto Escalante– la maestra en Ciencias consideró que las
disposiciones ambientales nacieron de manera tardía en México; no obstante,
ello les permitió adquirir una experiencia que en otras áreas de las políticas
públicas de nuestro país no se dio.
La construcción de las
capacidades nacionales para abordar esta temática ha tenido bases sólidas en
muchos terrenos; parte de sus resultados, detalló en la sala David Ibarra Muñoz
de la FE, es que se han armado propuestas bien concebidas, pero tardías, que se
han sumado a esfuerzos existentes, lo que les representa obstáculos enormes.
En la actualidad, a pesar de
todos los impulsos, reconoció, aún no hay una interacción entre los sectores.
Por ejemplo, el tema del desarrollo rural con el manejo de los recursos
naturales y su transformación, no puede estar en el ámbito ecológico; no le
corresponde.
Si se hace un recuento del
siglo XX, refirió, se pueden ubicar momentos importantes de cómo se empieza a
gestionar el tema de los recursos naturales en un país que, después de la
Revolución, concreta una Reforma Agraria orientada hacia el desarrollo rural.
Si bien la cuestión del
reparto de la tierra no tiene problemas desde el punto de vista social,
ambientalmente lo tendría en el sentido de ver qué superficies se dividen,
porque no fueron entregadas las de vocación agropecuaria sino de otro tipo,
indicó.
Mencionó que fue hasta los
años 70 cuando la Ecología como ciencia empezó a formarse en México y a dar
frutos. Dejó de ser fundamentalmente descriptiva y se formaron los primeros
profesionistas en esta disciplina.
Con ello, acotó, se comenzó a
determinar qué ecosistemas se tienen en el país, de qué están compuestos, cuál
es la flora y la fauna, por qué están ahí, y a partir de ello se estableció una
correlación con los factores climáticos.
Así se fue construyendo un
mundo de explicación y conocimiento, y son precisamente esos profesionales
quienes forman las primeras instituciones de investigación y docencia en
Ecología, precisó.
Ese tipo de información, así
como la generación de especialistas y saberes dieron la pauta para la creación
de capacidades institucionales y para formular una política pública en el
terreno del entorno, destacó.
A pesar de que la academia
produce recursos humanos y se consolida, esto sólo se da en el aspecto teórico;
por ello, la sociedad consciente de esta problemática empieza a organizarse en
función de los descalabros de los grandes megaproyectos ambientales, señaló.
En 1994, concluyó, ante la
necesidad de la activación del manejo del recurso natural, se crea la
Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, con lo que se empieza
a dar más coherencia al manejo integral de los tesoros biológicos del país.
-oOo-
FOTO 01.
Julia Carabias y
Roberto Escalante durante la conferencia Biodiversidad y bienes y servicios
ambientales, que dictó la reconocida investigadora del Instituto de Ecología de
la UNAM.
FOTO 02
La investigadora
de la UNAM Julia Carabias Lillo dijo que las disposiciones ambientales nacieron
de manera tardía en México, pero obtuvieron una experiencia mayor que en otras
áreas.