12:30  hrs. 23 de Septiembre de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-709bis

Ciudad Universitaria


Andrea Santiago

Pie de fotos al final del boletín

 

GANAN ALUMNOS DE LA UNAM CERTAMEN  SOBRE DERECHOS HUMANOS

 

·        Andrea Santiago, Lizbeth Jesika Cruz y Miguel Alejandro Gutiérrez, de las facultades de Filosofía y Letras, y Ciencias Políticas y Sociales, triunfaron en el concurso convocado por el Instituto Nacional de la Juventud

·        Abordaron los temas de violencia intrafamiliar, usos y costumbres indígenas y derechos humanos, así como grupos marginados, respectivamente

 

Andrea Santiago Páramo, Lizbeth Jesika Cruz Martínez y Miguel Alejandro Gutiérrez Pizarro, alumnos de las facultades de Filosofía y Letras, y Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, ganaron el Décimo Concurso Nacional Juvenil de Ensayo sobre Derechos Humanos 2006, convocado por el Instituto Nacional de la Juventud.

 

Andrea Santiago, del tercer semestre de la carrera de Filosofía, obtuvo a sus 19 años el primer lugar de la categoría A del certamen, con ¿Por qué el lobo se comió a caperucita y no caperucita al lobo? Un análisis sobre las causas de la violencia intrafamiliar.

 

La universitaria aborda la agresión al interior de ese núcleo desde la falta de equidad de género. Luego de investigar acerca del fenómeno, el cual implica factores sociales y económicos, decidió exagerar y satirizar la trama del cuento clásico.

 

Es una crítica a los estereotipos, donde la niña es buena, dócil, ingenua y antepone todo a lo que ella piensa y siente; la abuela, tradicional, y el lobo dominante, feroz y poderoso. Se intenta demostrar que esas ideas preconcebidas no ayudan a prevenir la violencia intrafamiliar y se suman a otros elementos para generarla.

 

La joven consideró que cuando los hombres ejercen presión sobre las mujeres, no siempre son los únicos culpables; ellas forman parte por la manera como educan a sus hijos o se desenvuelven socialmente. Por ello, "es necesario abrir los ojos y detectar todo lo que propicie el problema, para ponerle solución".

 

En el ensayo planteó propuestas. En el ámbito legal sugirió un trato para las víctimas sin inculparlas o juzgarlas por soportar golpes y maltratos; en el económico, apoyarlas durante el proceso en que dejan a sus parejas y consiguen un empleo, de ser el caso; además de llevar el tema a debate o estudios de posgrado, de manera creativa, para llamar la atención de los jóvenes, y así identificar la violencia y sus causas, y combatirla si se es parte de ella.

 

¿Por qué el lobo se comió a caperucita y no caperucita al lobo? se basó en datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, y diferentes obras, e incluso, canciones; así, ganar el premio "significa mucho, porque es un esfuerzo recompensado; la meta fue mostrar lo que pienso de ese problema desde mi perspectiva", apuntó.

 

Lizbeth Jesika Cruz Martínez, de la carrera de Relaciones Internacionales de la FCPyS y con 25 años, desarrolló el ensayo Somos granos de maíz, que la hizo merecedora al segundo lugar de la categoría B, al elegir los usos y costumbres indígenas y derechos humanos. En su trabajo abordó cómo este sector ha sido relegado de la sociedad y ahora se intenta apoyarlo mediante políticas dirigidas.

 

Primero, fueron sometidos; luego, a partir de la segunda mitad del siglo pasado se trató de incorporarlos al progreso a través de una política indigenista, que lejos de respetarlos, trataba de asimilarlos al resto de la colectividad sin considerar su idiosincrasia, señaló.

 

El principal problema que enfrentan, arraigado por siglos, es la indiferencia, tanto de las autoridades como de la sociedad en general. Por ello, una propuesta para solucionarlo es comenzar por el respeto a lo diferente, que no por serlo está mal, y no negar que existe, porque en realidad es parte de nosotros mismos, explicó.

 

“Se debe retomar la cultura indígena, pero no sólo para elaborar libros de texto en sus lenguas, sino para diseñar políticas de educación que vayan más allá e, incluso, se les tome en cuenta para tomar decisiones”, enfatizó.

 

Apasionada de los derechos humanos, reconoció que hay mucho por hacer, “y no es nada fácil”. La talentosa joven quiere traducir sus opiniones en acciones: “Me interesa rescatar lo autóctono, lo que se piensa que ya no sirve, que ya quedó en el pasado, porque ahí hay muchas soluciones para lo que vivimos ahora”.

 

Por ello, este galardón significa mucho. Relató que cuando elaboró su ensayo lo hizo pensando en la realidad de las etnias, y “que alguien lo lea y crea que sirve, me motiva a seguir adelante. Me emociona por lo que significa ganar, pero compartir lo que hago con los demás es lo que más me llena de satisfacción”.

 

Miguel Alejandro Gutiérrez Pizarro estudia el séptimo semestre de administración pública en la FCPyS. A sus 24 años mereció tercer lugar de la categoría B, con La discriminación de México hacia fuera, que trata sobre grupos marginados y los extranjeros en nuestro país.

 

De origen costarricense, aseguró que ésta ha sido una temática poco abordada, por lo que intentó sacarla del olvido con un análisis de la migración hacia territorio mexicano, donde a pesar de que “se exigen derechos al norte, no se está dispuesto a darlos al sur”.

 

Los inmigrantes, expuso Gutiérrez Pizarro, no son menos como personas; por el contrario, tratan de ganarse la vida con dignidad y hacen un esfuerzo por sus países de destino y origen. En su caso, cumple con todas las obligaciones; no obstante, "en derechos, los míos son inferiores debido a disposiciones legales. Propongo cambiarlo; si la persona es seria y ayuda al Estado, puede tener el mismo rango de mucha gente que, incluso, no colabora".

 

El principal problema relativo a sus derechos humanos, aseguró, es el no reconocimiento, sobre todo en el trato que reciben: no hay una oficina de quejas, los trámites son engorrosos. “No te puedes inconformar por ser extranjero", afirmó.

 

Se debe entender que este flujo tiene muchas causas, y con barreras y estereotipos no se arregla. Principalmente en América Latina se relaciona con un modelo económico injusto, de desigualdad, aclaró.

 

Ganar este honor, opinó, es bueno. Es un orgullo personal, sobre todo, por que el reconocimiento a los jóvenes es limitado, puesto que se deja para después, sólo si se alcanzan ciertos logros, a pesar de que tienen mucho que aportar, concluyó.

 

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FOTO 01.

Andrea Santiago Páramo y Miguel Alejandro Gutiérrez Pizarro, alumnos de la UNAM, resultaron vencedores en el Décimo Concurso Nacional Juvenil de Ensayo sobre Derechos Humanos 2006.

 

FOTO 02

Lizbeth Jesika Cruz Martínez, de la FCPyS de la UNAM, ganó una de las categorías del Décimo Concurso Nacional Juvenil de Ensayo sobre Derechos Humanos 2006.