Boletín
UNAM-DGCS-709
Ciudad Universitaria
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DEBE INVESTIGARSE
EL NIVEL DE CONTAMINACIÓN POR TRANSGÉNICOS EN LAS RAZAS DE MAÍZ MEXICANO
Es necesario realizar
monitoreos y análisis de laboratorio que permitan establecer de manera
contundente, en todo el territorio nacional, el nivel de contaminación por transgénicos en las razas criollas de
maíz, advirtió la investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, María
Elena Álvarez-Buylla.
Acompañada por el experto
estadounidense de la Universidad de California, Norman Ellstrand, alertó en
rueda de prensa que debe haber tolerancia cero en torno a la liberación al
ambiente de organismos genéticamente modificados en plantas, en las que, como
ese grano, México es centro de origen y
diversidad.
Ahí mismo, el propio Norman
Ellstrand manifestó su preocupación por la posibilidad de flujo génico entre
las variedades de maíz transgénicas y las no modificadas, y que semillas
transformadas se mezclen con granos y semillas que no lo son en el sistema de distribución mexicano.
No obstante, María Elena
Álvarez-Buylla señaló: “Estamos en buen momento de que el gobierno se tome en
serio la tarea de establecer con todo rigor, y con los recursos que se
requieren, las metodologías para
corroborar el estado de contaminación
por transgénicos de las razas criollas del maíz mexicano”.
Sugirió prohibir en todo
el mundo el uso de maíz como
biorreactor; es decir, como sistema de expresión de sustancias para la
industria o para la medicina farmacéutica, que no deben consumir humanos y
animales; para ello propuso una norma internacional.
La especialista indicó que más
allá de la liberación al ambiente de organismos modificados desde un punto de
vista nacionalista, le convendría mucho más al país maximizar su ventaja
comparativa, que tiene que ver con la riqueza de contar con plantas de las
cuales es centro de origen y diversidad.
Insistió en que debe haber una
moratoria total, definitiva, a la apertura en todos aquellos casos en los que
México es cuna y variedad, lo que le daría al país una fuente, un “granero de
semillas seguras”, que van a ser requeridas para mercados preferenciales,
libres de transgénicos.
Agregó que dadas las crisis
ambientales y de salud que enfrenta el mundo entero, sería crucial el conjuntar
grupos de expertos en este ámbito; también porque el maíz es estratégico para
nuestra nación desde todos los puntos de vista: en términos de seguridad
alimentaria, de conservación ambiental y como fuente de divisas.
Sin embargo, anotó, hoy por
hoy el país no cuenta con métodos moleculares analíticos ni con los diseños y
técnicas de muestreo estadístico, que puedan asegurar con rigor si existen o no
transgénicos entre las razas criollas de maíz.
Sin embargo, dijo, hay
estudios recientes que apuntan a que de existir esta contaminación, para la
cual hay evidencia contundente, ésta es a bajas frecuencias.
Al respecto, consideró
positivo el rechazo de solicitudes de siembra bajo el régimen experimental de
líneas de maíz transgénico con liberación a campo abierto.
Ejemplificó que a pesar de que
la planta de algodón no se poliniza por viento como lo hace el maíz, en México
hay movimientos de genes entre sus diferentes cultivos y poblaciones a largo
plazo.
Así, abundó, a pesar de que el
país es centro de origen y biodiversidad en este cultivo, se tienen cerca de
100 mil hectáreas de algodón transgénico
ya en el territorio nacional y no hay
seguimiento por parte ni de las compañías ni de las autoridades, del éxito o
consecuencias ambientales o ecológicas, y menos si ha habido contaminación a
otras poblaciones.
Detalló que en el reciente
minisimposio sobre biocomplejidad y maíz, realizado por grupos de investigación
de la UNAM y la Universidad de California, los expertos opinaron que la
tecnología del maíz Bt no va a ser sustentable, pues se espera que en poco
tiempo haya invasión de poblaciones de plagas resistentes.
Al respecto, Norman Ellstrand,
de la Universidad de California, Riverside, expuso que en Estados Unidos se han
hecho diversos estudios, lo cuales revelan que efectivamente puede haber flujo
génico vía semillas y uno de los casos es el arroz transgénico de esa nación.
A pregunta expresa sobre la posibilidad de transportación
por viento de transgénicos, puntualizó que en relación al maíz, el polen es
llevado casi exclusivamente por este medio y no sobrevive más de unas cuantas
horas.
Por ello, la probabilidad de que haya una polinización
cruzada de larga distancia, de miles de kilómetros, es baja, aclaró.
La distancia de segregación
entre maíz transgénico y no transgénico en la Unión Americana es de 200 metros,
explicó, lo cual puede ser cierto en promedio, aunque trabajos recientes
publicados en aquel país indican que los trayectos máximos de polinización
cruzada son variables y pueden ser de hasta diez kilómetros.
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FOTO 01.
María Elena
Álvarez-Buylla, del Instituto de Ecología de la UNAM, y Norman Ellstrand, de la
Universidad de California, hablaron sobre las repercusiones del maíz
transgénico en México.
FOTO 02
Es necesario establecer el nivel de contaminación por transgénicos en las razas criollas de maíz, advirtió María Elena Álvarez-Buylla, del Instituto de Ecología de la UNAM, acompañada por Norman Ellstrand.