12:30  hrs. 10 de Septiembre de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-670

Ciudad Universitaria


Liliana Hernández Cervantes

Pies de foto al final del boletín

 

IMPULSA UNAM LA CREACIÓN DEL OBSERVATORIO VIRTUAL MEXICANO

 

·        Señaló Liliana Hernández Cervantes, del Instituto de Astronomía

·        Se pretende formar parte de la Alianza Internacional de Observatorios Virtuales, con instancias de Canadá, Australia y Estados Unidos, explicó

·        Este espacio conjunta herramientas de software y bases de datos que utilizan computadoras e Internet para funcionar, dijo

 

El Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM trabaja en un proyecto para crear el Observatorio Virtual Mexicano (OVM), en donde podrían participar diferentes instituciones dedicadas a esta disciplina, debido a que nuestro país carece de instrumentos de este tipo, afirmó Liliana Hernández Cervantes, integrante de esa entidad.

 

Añadió que se pretende formar parte de la Alianza Internacional de Observatorios Virtuales, que agrupa a instancias de naciones como Canadá, Australia y Estados Unidos.

 

Estos espacios están definidos como un conjunto de herramientas de software y bases de datos que utilizan computadoras e Internet para funcionar, explicó durante la conferencia Observatorios virtuales en el IA.

 

A diferencia de cuando la astronomía se hacía “a mano”, cuando un astrónomo tomaba una imagen y trabajaba objeto por objeto, ahora las nuevas herramientas permiten acceder a las observaciones ya realizadas por otros expertos, agregó.

 

Hay telescopios alrededor del planeta que mapean el cielo de forma constante y toda esa información se almacena en bases de datos; éstas, de acuerdo con su contenido, expuso, se ponen a disposición de quienes pueden resultarles útiles.

 

En el mundo, apuntó, ya hay varios observatorios virtuales agrupados en la Alianza referida. En Estados Unidos, por ejemplo, se utiliza supercómputo y la conexión a través de la red se da mediante las máquinas de la NASA o el Centro de Cómputo de San Diego. Es decir, el acopio se encuentra de manera distribuida.

 

La idea del OVM es participar con las diferentes instituciones que forman el “consorcio”, entre ellas el Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica, con sede en Puebla, y el Observatorio Virtual Universitario (OVU) que se desarrollará en Ciudad Universitaria.

 

En este último caso, abundó Hernández Cervantes, intervendrían a su vez otras entidades de la UNAM, como la Dirección General de Servicios de Cómputo Académico, el Centro de Radioastronomía y Astrofísica, y los institutos de Geología y Ecología.

 

Para eso ya se cuenta con los telescopios del Observatorio Astronómico Nacional en San Pedro Mártir y el de Tonanzintla, además del Radiotelescopio de Michoacán, a los cuales podría sumarse el que se construye en la Sierra de La Negra, el Gran Telescopio Milimétrico, que es de radiofrecuencia, agregó.

 

Como estos instrumentos generarían gran cantidad  de datos que no se podría almacenar en un solo equipo, se necesitaría de supercómputo y arreglos de discos con gran capacidad, sostuvo.

 

 

Hernández Cervantes refirió que hay un crecimiento exponencial de los valores que se pueden obtener conforme aparecen nuevas tecnologías en los telescopios. Ejemplo de ello son los llamados CCD, encargados de tomar la imagen, y que antes las daban de uno o dos megas, a baja resolución; hoy, una cámara digital puede ser hasta de seis o más megapixeles. Eso quiere decir que las hay con cada vez mayor calidad y en consecuencia son más “grandes”.

 

Tan sólo el Sloan, un telescopio que “barre” cierta parte del cielo, había recopilado hace un año y medio alrededor de 40 terabytes de información (equivalente a mil 24 gigas o un millón 24 mil megabytes). Es decir, aseveró, “hay más datos que astrónomos que puedan trabajar con ellos”.

 

Así se ratifica si se compara con los datos generados por el Genoma Humano. Por eso, subrayó, “para proyectos de este tipo se requieren procesadores rápidos, con gran capacidad de almacenamiento y canales de comunicación de alta velocidad”.

 

Eso beneficia a la astronomía, porque ya no se hace el estudio de un solo objeto a una sola frecuencia, sino investigaciones multifrecuencia gracias a que es posible combinar la información de todos los observatorios del mundo para estudiar un solo astro. Antes, refirió, los observatorios virtuales podían hacer estadísticas de un grupo de galaxias, pero ahora ya pueden hacerlo con millones de ellas, y sacar perfiles y datos diversos.

 

Así, concluyó, se pretende dar acceso electrónico, vía Internet, a todos los astrónomos, de información hasta ahora almacenada y la que se genere, referente a fenómenos como remanentes de supernova, corona solar, estrellas binarias o materia bariónica.

 

 

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FOTO 01.

Liliana Hernández Cervantes, integrante del Instituto de Astronomía de la UNAM, adelantó que se pretende crear el  Observatorio Virtual Mexicano.

 

FOTO 02

Los observatorios virtuales son un conjunto de herramientas de software y bases de datos que utilizan computadoras e Internet, explicó la investigadora de la UNAM Liliana Hernández Cervantes.