06:00  hrs. 6 de Septiembre de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-660

Ciudad Universitaria

 


Mercedes Pedrero Nieto

Pies de foto al final boletín

 

NECESARIO, REIVINDICAR EL TRABAJO DOMÉSTICO

 

·        Señaló Mercedes Pedrero Nieto, integrante del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM

·        Intervino en el inicio de las actividades con motivo del Décimo Aniversario del Centro de Estudios de la Mujer de la Escuela Nacional de Trabajo Social de esta casa de estudios

·        La coordinadora del CEM, Julia del Carmen Chávez Carapia, precisó que el objetivo de dicho Centro es hacer investigación sobre la condición social y problemática de las mujeres

 

Si bien es esencial e importante el trabajo doméstico, la mayoría de las veces es invisible, por lo que existe la necesidad de reivindicarlo, aseguró Mercedes Pedrero Nieto, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM.

 

También hay un subregistro en relación con la situación de ese tipo de actividades, pues muchas de ellas no se consideran como tales, como llevar a los niños a la escuela, realizar las compras de alimentos y efectuar trámites, entre otras, sostuvo.

 

Al participar en el inicio de actividades del Décimo Aniversario del Centro de Estudios de la Mujer (CEM) de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) –que inauguró Guillermo Campos Covarrubias, secretario general de esta entidad–, la especialista añadió que, en promedio “los hombres dedican nueve horas con 26 minutos y las mujeres 37 horas con dos minutos” a las labores del hogar.

 

Para el trabajo extradoméstico, la jornada de los varones es de 49 horas y la de las mujeres de 39. Si se suma el tiempo dedicado a ambas, el promedio de horas son: para ellos de 58 y para ellas de 76, reveló.

 

Como se observa, al aumentar la participación femenina en el mercado laboral, su división no se traslada al hogar, quedándoles poco tiempo para la superación personal, así como para el goce y disfrute. De ahí que haya que reconocer, valorar y respetar las faenas domésticas, además de distribuirlas en la familia, argumentó.

 

Pedrero Nieto hizo también una valoración de trabajo económico: a ponerle a cada tarea precios del mercado. Ello representa 22 por ciento del Producto Interno Bruto, es decir, una producción más elevada que todos los sectores, excepto el de servicios, refirió.

 

Por su parte, la coordinadora del CEM, Julia del Carmen Chávez Carapia, precisó que el objetivo de dicho Centro es hacer investigación sobre la condición social y problemática de las mujeres, la cual es severa, muchas veces escondida o disfrazada, desde la perspectiva de género, y hacerlo en los ámbitos local, nacional e internacional.

 

Recordó que parte de la motivación al crear esa institución fue el deseo de construir una sociedad democrática, “pues las mujeres estamos en desventaja en relación con los hombres y teníamos que buscar mecanismos, formas de intervención para conformar colectividades donde todos tengamos derechos a opinar y participar”.

 

La responsable del CEM, en donde se forman especialistas altamente calificados en los estudios de género desde el ámbito del trabajo social, resaltó los logros alcanzados, como publicaciones, investigaciones financiadas o becarios.

 

A su vez, Carlos Welti Chanes, del Instituto de Investigaciones Sociales, comentó que si el futuro será complicado para la mayor parte de la población mexicana, mucho más lo será para las mujeres, pues durante muchos años ellas, durante su vejez, estuvieron apoyadas por sus familias, las cuales eran grandes.

 

En un país sin seguridad social, resaltó, lo anterior era una decisión totalmente apropiada: que los hijos se hicieran cargo de los padres, y especialmente de las madres.

 

Actualmente, dijo, cuando la sobrevivencia femenina es mayor, y en los próximos años predominarán los ancianos, ante un escenario donde probablemente la atención hospitalaria se privatice y no se tendrán muchos hijos,  el panorama para ellas es difícil.

 

En su oportunidad, Felipe Torres Torres, del Instituto de Investigaciones Económicas, consideró que uno de sus grandes méritos del CEM es que nació con la idea de tratar rubros que se conocían pero no se estudiaban, como el de violencia intrafamiliar. “Es de los pocos que combinan en un sentido vivo la investigación y la docencia; es un laboratorio-taller que va dando contenido al planteamiento de los distintos problemas que aborda”.

 

Hoy en día, señaló, tiene por delante diversos retos académicos. Todavía hay temas emergentes que seguramente ya se plantean, como el de las madres solteras, el cual implica un replanteamiento de la estructura familiar, y la expectativa de la mujer en los mercados laborales, pues se ven muchas formas de marginación.

 

Otros de los desafíos, expresó, tienen que ver con su funcionamiento: incorporar a otras áreas de la ENTS que contribuyan de manera más consolidada al análisis, y otros centros de la propia Universidad Nacional. En los próximos años, “se dará la consolidación de este espacio, el cual es bastante digno, pues hay aportes, propuestas y originalidad”.

 

Entre las actividades que habrá en el marco del aniversario del CEM se cuentan: mesas redondas (Género y jóvenes, Género y familia, y Género y violencia); la presentación de dos publicaciones (Violencia familiar y Serie de Cuadernos de Investigación del Centro de Estudios de la Mujer), así como actividades culturales (música de cámara, trova y al grupo Saule palabra).

 

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FOTO 1

Carlos Welti y Mercedes Pedrero durante el Décimo Aniversario del Centro de Estudios de la Mujer de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM.

 

FOTO 2

El objetivo del Centro de Estudios de la Mujer de la ENTS de la UNAM, es hacer investigación sobre la condición social y problemática de las mujeres, precisó su titular, Julia del Carmen Chávez Carapia.

 

FOTO 3.

En promedio, los hombres dedican a las labores del hogar nueve horas con 26 minutos, y las mujeres 37 horas con dos minutos, informaron especialistas de la UNAM.

 

FOTO 4

Felipe Torres Torres, del IIEc de la UNAM, consideró que uno de los grandes méritos del CEM es que nació con la idea de tratar rubros que se conocían pero no se estudiaban, como el de violencia intrafamiliar.