12:00  hrs.  23 de Agosto de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-627

Ciudad Universitaria


Eduardo Arriola Valdés

Pie de fotos al final del boletín

 

DESARROLLA LA UNAM  FUENTES ALTERNATIVAS  DE ENERGÍA

 

·        Se pondrán en práctica en Ciudad Universitaria; será un modelo de uso eficiente de energía

·        Informó Eduardo Arriola Valdés, coordinador del Macroproyecto La Ciudad Universitaria y la Energía

·        Entre sus objetivos está crear alumbrado público a través de energía solar, un prototipo de vehículo ecológico multifuncional, un aula virtual y el diagnóstico de la red de energía eléctrica de CU

 

La Universidad Nacional desarrolla un macroproyecto para la transformación de Ciudad Universitaria (CU) en un modelo de uso eficiente e inteligente de energía, con el que se espera obtener un ahorro de electricidad de entre 20 y 30 por ciento, mediante la aplicación de energía solar, de biomasa e hidrógeno, así como el fomento de cultura en la materia.

 

Con el título de La Ciudad Universitaria y la Energía, el macroproyecto –que puede servir de ejemplo a otras comunidades del país– incluye 21 proyectos contenidos en 6 líneas de investigación, entre los que destacan la creación de alumbrado público con energía solar, así como el prototipo de un vehículo ecológico multifuncional y un aula virtual de aprendizaje y enseñanza del tema, entre otros aspectos de esta novedosa iniciativa.                                                                                                                                                      

 

El coordinador de este esfuerzo –en donde participan diversas entidades universitarias, en el marco del Programa Transdisciplinario en Investigación y Desarrollo para Facultades y Escuelas–, Eduardo Arriola Valdés, precisó que al albergar CU a 200 mil habitantes que utilizan energía, principalmente en forma de energía eléctrica para diferentes aplicaciones, es fundamental el uso eficiente y el aprovechamiento de las fuentes disponibles en el campus.

 

El también jefe de la División de Ingeniería Eléctrica de la Facultad de Ingeniería (FI) explicó que uno de los propósitos a futuro es que la energía producida gracias a algunos proyectos, se inyecte directamente a la red eléctrica de Ciudad Universitaria para reducir costos.

 

Precisó que uno de los proyectos tiene como propósito instalar un gasificador de biomasa que aprovechará los residuos forestales en CU, para generar electricidad que se entregará directamente a la red Universitaria.

 

Por otro lado, dijo, existe un proyecto denominado ECOVÍA, el cual incluye el diseño de un vehículo ecológico multifuncional, que puede utilizar hidrógeno como combustible para reducir a cero las emisiones de contaminantes.

 

Otra de las líneas, abundó, está orientada a realizar un diagnóstico de la red eléctrica de CU, la cual es subterránea y cuenta ya con 50 años. Ello, con el fin de mejorar la confiabilidad, reducir las pérdidas que se producen y obtener un beneficio económico.

 

También, expuso, se buscará el aprovechamiento de la energía solar. Uno de los proyectos tiene como propósito diseñar y construir un prototipo de alumbrado público innovador. Se prevé que el arbotante utilice la energía del Sol, alimente una lámpara de alta eficiencia y cuente con una batería para almacenar electricidad durante el día, para utilizarla en el transcurso de la noche.

 

Estaría equipado con un sistema de diagnóstico, que permitiría identificar la operación de sus propios componentes. El propósito es que cada uno de éstos envíe una señal a un centro de control, para diagnosticar cualquier posible falla, agregó.

 

Las líneas de investigación de diagnóstico, y utilización y ahorro de energía, también prevén la realización de un levantamiento de datos en diferentes edificios de CU para analizar los patrones de consumo y buscar un ahorro de entre 20 y 30 por ciento.

 

Algunas medidas de cultura energética, detalló, son simples como apagar las luces al salir de la habitación, o colocar detectores de movimiento en algunos pasillos, de tal manera que sólo se enciendan cuando sea necesario, para propiciar ahorro. También, utilizar lámparas de alta eficiencia, computadoras con monitores de bajo consumo de energía eléctrica y otras aplicaciones.

 

Para ello, prosiguió, se requiere que la comunidad adquiera una cultura, para lo cual una línea de investigación estará orientada a la instrumentación de un aula virtual donde toda la comunidad, a través de Internet, podrá acceder a diferentes medidas que permiten utilizar de manera eficiente la energía.

 

En esa página estará la información del proyecto y de algunas medidas adicionales, que pueden ser de utilidad para las personas y  no solamente beneficiar a CU, sino a los hogares, aclaró.

 

Otros temas son aire acondicionado solar aplicado a la FES Aragón y la Facultad de Ciencias, cuyo diseño y construcción se basa en un sistema de refrigeración solar por absorción. Ellos, sostuvo, utilizan principios termodinámicos para intercambiar calor y en un momento hacer el efecto de un enfriador de aire o de un equipo de aire acondicionado, utilizando energía calorífica solar.

 

También destacan los referentes a temas como recubrimientos para protección de radiación solar; diseño y construcción de un calentador de agua doméstico en base a la combustión catalítica de gas natural o hidrógeno, adelantó.

 

El Macroproyecto, que cumplió un año de su puesta en marcha, fue revisado de manera preliminar por una Comisión Externa de Evaluación, la cual coincidió en que esta novedosa iniciativa sin duda rebasará el ámbito académico en un futuro próximo.

 

En un documento previo, los expertos resaltaron que impulsa importantes ahorros financieros, y el uso sostenible del recurso energético universitario, con acciones para fomentar el aprovechamiento de las diversas fuentes de energía renovables, asegura el uso eficiente, minimiza el impacto del ambiente y a la salud, y mitiga el cambio climático global.

 

Los evaluadores señalaron que la comunidad universitaria compite con las mejores del mundo. “México requiere que los universitarios participen activamente en el desarrollo energético nacional, aportando  sus conocimientos a la planta productiva del país”, señalaron en el texto preliminar.

 

Los proyectos que conforman esta infraestructura integral, suman el esfuerzo de alrededor de 90 académicos y profesionales externos y más de 25 alumnos, que intervienen en un ejercicio transdisciplinario, para encontrar  soluciones a problemas concretos.

 

El coordinador del macroproyecto concluyó que las entidades participantes en los 21 proyectos son: las facultades de Ciencias, Arquitectura, Química, Contaduría y Administración, Economía y la de Estudios Superiores Aragón. También los institutos de Ingeniería, Geofísica, Física, el Centro de Investigación en Energía, y el Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico.

 

 

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FOTO 01

Eduardo Arriola Valdés, de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, habló sobre el macroproyecto La Ciudad Universitaria y la Energía, el cual puede servir de ejemplo a otras comunidades del país.

 

 

FOTO 02.

La UNAM desarrolla el macroproyecto La Ciudad Universitaria y la Energía, para transformar el campus en un modelo de uso eficiente e inteligente de energía, afirmó su coordinador, Eduardo Arriola.