12:30  hrs.  19 de Agosto de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-618

Ciudad Universitaria


Jorge Eduardo Navarrete

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FACTIBLE, QUE CHINA REORIENTE SU MODELO DE DESARROLLO

 

 

·        Señaló Jorge Eduardo Navarrete López, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM

·        Esa nación consume un millón 386 mil millones de toneladas de petróleo; Estados Unidos emplea apenas una tercera parte de esta cantidad, dijo Samanta Franco

·        Participaron con la ponencia China, la tercera inflexión: del crecimiento acelerado al desarrollo sustentable, junto con Zirahuén Villamar Nava

 

 

Los logros alcanzados por China en las últimas tres décadas parecen insostenibles en el futuro, por lo que probablemente en este año esa nación reorientará su modelo de desarrollo, afirmó Jorge Eduardo Navarrete López, integrante del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.

 

Al participar en las Jornadas Anuales de Investigación 2006 del CEIICH, el ex embajador de México ante la Gran Bretaña añadió que al analizar las proyecciones de ese país, se observa el impulso de una tercera inflexión en su crecimiento moderno, porque es claro que el sistema anterior es inviable.

 

En la ponencia China, la tercera inflexión: del crecimiento acelerado al desarrollo sustentable –conjunta con Samanta Franco Peña y Zirahuén Villamar Nava, del mismo Centro–, dijo que esas decisiones requieren valor, pues en ninguna parte del mundo es fácil adoptarlas, al afectar intereses creados.

 

Navarrete López señaló que se han iniciado las primeras acciones exploratorias, porque las disposiciones políticas datan apenas de inicios de este año, lo que revela la seriedad de la medida.

 

China busca, además de ser una potencia global, construir una población armoniosa, restaurar márgenes de igualdad, con relaciones sociales razonables, más responsables hacia los ciudadanos, y con derechos humanos y libertades individuales parecidas a las occidentales, indicó.

 

Detalló que desde 1978 esa nación tomó el riel de crecimiento acelerado, con base en apertura y tránsito hacia el mercado. En 1993 se reforzó esa orientación, al inventar el concepto de economía de mercado social, y en 2006 se buscó la tercera inflexión.

 

Por su parte, Samantha Franco explicó que en el ajuste, los factores a considerar son: velocidad del crecimiento económico, consumo excesivo de materias primas y energía, acentuada degradación ambiental, desigualdad y crecientes tensiones sociales.

 

Entre 2001 y 2005 China tuvo un crecimiento promedio de 8.7 por ciento; en 2004 fue de 10.1, y en 2005 de 9.9, pero ha provocado inercias, aunque el Producto Interno Bruto (PIB) imposibilita una disminución, informó.

 

Los problemas que se pueden acarrear son: aumento en el superávit de la balanza comercial, expansión de la demanda interna y de nuevas inversiones, así como falta de suministro de energía y de materias primas. Ello traerá un proceso de polarización amplio e hiperdesarrollo, que en el corto plazo es insostenible, adelantó.

 

Esta nación consume casi la séptima parte de los energéticos en el mundo, equivalente a un millón 386 mil millones de toneladas de petróleo en 2003, mientras que Estados Unidos emplea apenas una tercera parte de esta cantidad y Japón una octava, refirió.

 

Aseveró que en el medio rural ha habido un rápido avance en la industrialización y urbanización, pero con deforestación, erosión y pérdida de tierra cultivable. En los años 90 China tenía 90 millones de hectáreas para cultivo, pero en 2003 se redujeron a 24 millones.

 

A su vez, Zirahuén Villamar apuntó que aunque en 2006 se prevé que el PIB en China sea de 8 por ciento, se tiene previsto que la tasa promedio en cada uno de los próximos cinco años sea de 7.5.

 

Las medidas para conseguirlo son producto de la activa participación del gobierno en la economía, que opera en dos vías: el control sobre las inversiones, a fin de atender sectores y regiones donde hay escasez de ella; y la regulación de variables monetarias como masa circulante, tasas de interés, inflación y tipo de cambio, agregó.

 

También se busca incrementar la demanda interna, aprovechar que es el mercado más grande del mundo. Ello a través del aumento del ingreso de las familias, modificando la demanda laboral, sistema tributario, política fiscal y al estandarizar en Occidente la oferta de bienes y servicios, concluyó.

 

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FOTO 01.

Jorge Eduardo Navarrete López, integrante del CEIICH de la UNAM, dijo que China podría reorientar su modelo de desarrollo al ser insostenibles los logros alcanzados en las últimas tres décadas.

 

FOTO 02

Samanta Franco Peña, Jorge Eduardo Navarrete y Zirahuén Villamar Nava, del CEIICH de la UNAM, durante la ponencia China, la tercera inflexión: del crecimiento acelerado al desarrollo sustentable.