Boletín
UNAM-DGCS-597
Ciudad Universitaria
Pies de foto al final del boletín
El 80 por ciento de las
remesas que envían los migrantes desde Estados Unidos son destinadas por las
familias mexicanas receptoras, para atender necesidades básicas como
alimentación, salud y educación, afirmó María Elena Jarquín Sánchez, del Centro
de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la
UNAM.
En promedio, añadió al
participar en las Jornadas Anuales de Investigación 2006 de ese Centro, tres de
cada cuatro migrantes envían remesas, de los cuales el 50 por ciento lo realiza
cada 30 días. Estos recursos ascienden a poco más de tres mil pesos al mes para
cada hogar, por lo que no es probable el ahorro ante las condiciones de
pobreza.
Durante la exposición de su
proyecto de investigación Remesas y desarrollo municipal. Una década de cambios,
dijo que en 2002 los recursos llegaron a 1.4 millones de hogares, lo que se
traduce en seis millones de beneficiarios directos.
Informó que son cuatro los
estados de la República Mexicana que controlan el 50 por ciento de las remesas
del país: Michoacán, Guanajuato, Jalisco, y el Estado de México, seguidos por
Puebla y el Distrito Federal.
Se calcula, abundó, que los
migrantes envían alrededor del diez por ciento de su salario. El 80 por ciento
de las remesas provienen de cinco estados de la Unión Americana: California,
Texas, Arizona, Illinois y Nueva York.
Asimismo, señaló, el Banco
Mundial ha demostrado que el costo real de transacción para envíos equivale a
15 centavos de dólar, por lo que las ganancias de las mediadoras son elevadas.
En la sede del CEIICH aclaró
que estos envíos se han convertido en un elemento importante desde hace cinco
años, pero su relevancia económica data de una década, durante la cual las
condiciones del país han empeorado. “Este empobrecimiento se ha manifestado en
un crecimiento masivo de la migración y del envío de estos recursos”.
La migración no es la opción
primera de las familias, pero se da ante el retiro de áreas de bienestar; la
caída del crecimiento económico, la crisis que devino del abandono del campo y
la quiebra masiva de ramas productivas, abundó.
Así, explicó que el objetivo
principal de su investigación es analizar el impacto de desarrollo municipal
que generan las remesas, las cuales ascienden a 19 mil millones de dólares al
año.
Durante las Jornadas, en la
mesa Estado y políticas sociales, Enrique Contreras Suárez, investigador del
CEIICH, expresó que más que una colaboración entre el capital privado y el
público, lo que existe es una sistemática subordinación estatal.
Ello, abundó, se da en las
relaciones relativas a sectores como salud, educación y el sistema alimentario.
Ejemplificó que las 25 mil
tiendas campesinas de Diconsa, otrora subsidiaria de alimentos del sector
rural, cuya principal mercancía fue el maíz,
ahora distribuye sopas instantáneas.
Además, alrededor de 50 bancos
de alimentos de empresas privadas con
artículos a punto de la fecha de vencimiento,
los entregan a las poblaciones más pobres del medio rural, y a cambio
exigen exenciones de impuestos, concluyó.
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FOTO 1
Enrique Contreras
Suárez, investigador del CEIICH de la UNAM, afirmó en la mesa Estado y
políticas sociales, que existe una subordinación del capital estatal ante el
privado.
FOTO 2.
María Elena Jarquín Sánchez, del CEIICH de la UNAM, afirmó que el 80 por ciento de las remesas que envían los migrantes desde Estados Unidos son destinadas a alimentación, salud y educación.