06:00 hrs.  11 de Agosto de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-597

Ciudad Universitaria

 


María Elena Jarquín Sánchez

 

Pies de foto al final del boletín

DESTINAN 80 POR CIENTO DE REMESAS, PARA SATISFACER NECESIDADES BÁSICAS

 

 

El 80 por ciento de las remesas que envían los migrantes desde Estados Unidos son destinadas por las familias mexicanas receptoras, para atender necesidades básicas como alimentación, salud y educación, afirmó María Elena Jarquín Sánchez, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.

 

En promedio, añadió al participar en las Jornadas Anuales de Investigación 2006 de ese Centro, tres de cada cuatro migrantes envían remesas, de los cuales el 50 por ciento lo realiza cada 30 días. Estos recursos ascienden a poco más de tres mil pesos al mes para cada hogar, por lo que no es probable el ahorro ante las condiciones de pobreza.

 

 

Durante la exposición de su proyecto de investigación Remesas y desarrollo municipal. Una década de cambios, dijo que en 2002 los recursos llegaron a 1.4 millones de hogares, lo que se traduce en seis millones de beneficiarios directos.

 

Informó que son cuatro los estados de la República Mexicana que controlan el 50 por ciento de las remesas del país: Michoacán, Guanajuato, Jalisco, y el Estado de México, seguidos por Puebla y el Distrito Federal.

 

Se calcula, abundó, que los migrantes envían alrededor del diez por ciento de su salario. El 80 por ciento de las remesas provienen de cinco estados de la Unión Americana: California, Texas, Arizona, Illinois y Nueva York.

 

Asimismo, señaló, el Banco Mundial ha demostrado que el costo real de transacción para envíos equivale a 15 centavos de dólar, por lo que las ganancias de las mediadoras son elevadas.

 

En la sede del CEIICH aclaró que estos envíos se han convertido en un elemento importante desde hace cinco años, pero su relevancia económica data de una década, durante la cual las condiciones del país han empeorado. “Este empobrecimiento se ha manifestado en un crecimiento masivo de la migración y del envío de estos recursos”.

 

La migración no es la opción primera de las familias, pero se da ante el retiro de áreas de bienestar; la caída del crecimiento económico, la crisis que devino del abandono del campo y la quiebra masiva de ramas productivas, abundó.

 

Así, explicó que el objetivo principal de su investigación es analizar el impacto de desarrollo municipal que generan las remesas, las cuales ascienden a 19 mil millones de dólares al año.

 

Durante las Jornadas, en la mesa Estado y políticas sociales, Enrique Contreras Suárez, investigador del CEIICH, expresó que más que una colaboración entre el capital privado y el público, lo que existe es una sistemática subordinación estatal.

 

Ello, abundó, se da en las relaciones relativas a sectores como salud, educación y el sistema alimentario.

 

Ejemplificó que las 25 mil tiendas campesinas de Diconsa, otrora subsidiaria de alimentos del sector rural, cuya principal mercancía fue el maíz,  ahora distribuye sopas instantáneas.

 

Además, alrededor de 50 bancos de alimentos  de empresas privadas con artículos a punto de la fecha de vencimiento,  los entregan a las poblaciones más pobres del medio rural, y a cambio exigen exenciones de impuestos, concluyó.

 

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FOTO 1

Enrique Contreras Suárez, investigador del CEIICH de la UNAM, afirmó en la mesa Estado y políticas sociales, que existe una subordinación del capital estatal ante el privado.

 

FOTO 2.

María Elena Jarquín Sánchez, del CEIICH de la UNAM, afirmó que el 80 por ciento de las remesas que envían los migrantes desde Estados Unidos son destinadas a alimentación, salud y educación.