06:00 hrs.  10 de Agosto de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-595

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de foto al final del boletín

 

 

OCUPA MÉXICO SEGUNDO LUGAR MUNDIAL EN UTILIZACIÓN DE AGUAS NEGRAS PARA RIEGO AGRÍCOLA

 

 

México ocupa el segundo lugar en el mundo entre las naciones que más utilizan aguas negras para el riego agrícola, sólo detrás de China. Sin embargo, es urgente que adecue y complemente el marco normativo vigente, aseguró Blanca Elena Jiménez Cisneros, investigadora del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM.

 

No obstante, agregó, la Organización Mundial de la Salud situó en el primer lugar al país por tener el distrito de riego más grande, y que en forma continua emplea aguas negras: el Valle del Mezquital o de Tula, donde había 85 mil hectáreas que se regaban con estos vertidos y que en los últimos años bajaron a 77 mil, por la migración a Estados Unidos.

 

Al participar en el Seminario Cantidad y calidad de agua en México, organizado por el Instituto de Biología, informó que de todo el líquido negro que se genera en nuestro territorio, 83 por ciento se usa para más de 250 mil hectáreas, 10 por ciento para actividades públicas y el restante siete por ciento en las industrias.

 

La Premio al Mérito Ecológico 2006 consideró que su reuso es una actividad importante. México utiliza toda el agua proveniente de las ciudades con una población de más de 50 mil habitantes, que en su mayoría se localizan en el norte y centro de la República, para riego agrícola.

 

En el Auditorio del Jardín Botánico, dijo que en todo el mundo se está retirando la materia orgánica y los nutrientes de las aguas negras, porque hasta en los países desarrollados se observó que contienen muchos organismos, algunos dañinos.

 

No obstante, reveló, para riego agrícola la presencia de materia orgánica, como nitrógeno y fósforo, es benéfica. Por ejemplo, en el Valle de Tula la producción de maíz regada con esos vertidos se incrementó hasta 150 por ciento en relación con otra zona alimentada con aguas blancas o de primer uso.

 

Recordó que hasta 1995 había múltiples normas en torno al tema. Posteriormente se dio un nuevo planteamiento de la normatividad y todas ellas se sustituyeron por sólo tres: NOM 001, NOM 002 y NOM 003, de las cuales la más importante es la primera.

 

La especialista universitaria aseveró que en la NOM 001 se establece la obligación de tratar las aguas residuales y no residuales, pero no las provenientes de la lluvia, lo cual ha generado una gran discusión.

 

Jiménez Cisneros comentó que en su momento la disposición fue importante porque generó muchos avances. No obstante, hay múltiples evidencias que muestran la necesidad de una nueva adecuación y complementar el marco normativo.

 

Es esencial atender las situaciones que viven ciertas regiones, en las que se han detectado problemas específicos, como en las zonas costeras con arrecifes, donde es fundamental controlar el contenido de nutrientes, en especial el fósforo, argumentó.

 

También se requiere enfrentar la contaminación provocada por la industria química, sobre todo en los cuerpos de agua, en los que se han encontrado diversos compuestos, añadió.

 

La integrante del II detalló que por lo menos 66 por ciento de las aguas negras que se producen en el país, en especial las municipales, aunque también hay un porcentaje elevado de las industriales, no se vierten de manera directa a los cuerpos de agua superficiales, sino a los suelos.

 

En el territorio se producen alrededor de 160 metros cúbicos por segundo de aguas negras municipales, de los cuales 140 van directo al riego. El problema es que el recurso no se destruye y luego de filtrarse por el suelo puede llegar a un lago, un río o un acuífero.

 

Además, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua, México cuenta con una capacidad instalada para tratar 60 metros cúbicos de aguas municipales por segundo; es decir sólo 33 por ciento de lo que se genera, reveló.

 

Blanca Elena Jiménez aseguró que según las mediciones realizadas tanto en aguas superficiales como en acuíferos, el principal problema de contaminación es la presencia de coliformes fecales, microorganismos con una estructura parecida a la de una bacteria común que se llama Escherichia coli, transmitida por medio de los excrementos.

 

El problema de la calidad del hídrico se refleja también en el deterioro de la salud; es decir, aunque en México los niveles de salud han mejorado, no se han alcanzado los estándares de naciones más desarrolladas. A final de cuentas, ello se refleja en las aguas residuales, advirtió.

 

Concluyó que el agua subterránea es el principal recurso que poseemos, el que más deberíamos cuidar y conocer; sin embargo, es el que más se desconoce y descuida. La gente casi nunca se queja de la contaminación en los acuíferos, a pesar de que cada día se deterioran más y que 75 por ciento de la población toma agua de ellos.

 

 

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FOTO 01.

 

La investigadora de la UNAM Blanca Elena Jiménez Cisneros advirtió que el principal problema de contaminación en los afluentes es la presencia de coliformes fecales.

 

 

FOTO 02

 

Blanca Elena Jiménez Cisneros, del Instituto de Ingeniería de la UNAM, participó en el Seminario Cantidad y calidad de agua en México, organizado por el Instituto de Biología.