06:00 hrs.  07 de Agosto de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-587

Ciudad Universitaria


José Luis Aragón

Pie de fotos al final del boletín  

 

 

COMPRUEBAN INVESTIGADORES DE LA UNAM TURBULENCIAS EXACTAS EN OLEOS DE VAN GOGH

 

·        José Luis Aragón, del CFATA, dijo que se ajustan a los modelos matemáticos que ahora existen para ese fenómeno

·        Explicó que es uno de los grandes desafíos de la física que aún no ha sido resuelto

·        Durante dos años trabajó en colaboración con colegas de instituciones de España e Inglaterra, entre otros países

 

Investigadores de la UNAM, en colaboración con colegas de instituciones de España e Inglaterra, entre otros países, comprobaron que el artista holandés Vincent van Gogh pintó turbulencias de una forma tan exacta que se ajusta a los modelos matemáticos que ahora existen para ese fenómeno.

 

Al respecto, José Luis Aragón Vera, jefe del Departamento de Nanotecnología del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA), señaló que la turbulencia es uno de los grandes desafíos en física que aún no ha sido resuelto. El fundamento de las teorías modernas es una serie de artículos del ruso Andrei Kolmogorov, quien en 1941 presentó un enfoque estadístico de este régimen en un fluido.

 

Refirió que el estudio, efectuado durante dos años, comenzó con el análisis de La noche estrellada (pieza localizada en el Museo de Arte Moderno de Nueva York), pintada por Van Gogh en junio de 1889, durante su estancia en el asilo mental de Saint-Rémy, Francia.

 

“Es un cuadro con remolinos, pero no es el único calificado como turbulento, ya que este adjetivo se utiliza mucho para describir su trabajo plástico”, mencionó.

 

Como resultado de sus trabajos, los investigadores universitarios redactaron el artículo Escalamiento de Kolmogorov en cuadros apasionados de Van Gogh, que fue enviado al Physical Review Letters para su publicación.

 

La noche estrellada es considerada la obra maestra más misteriosa del artista holandés, en la que el cielo se transfigura hasta retorcerse y duplicarse de luz. En ella todo es energía y nada es ambiguo.

 

Por ello, explicó Aragón Vera, un equipo de investigación de la UNAM, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Madrid, y de la Universidad de Oxford, se propuso analizar si el calificativo de “turbulento” tenía un significado matemático o físico preciso.

 

Aseguró que Van Gogh no es un pintor realista que puede apreciar este flujo en un líquido y pintarlo idéntico, como si fuera una fotografía, sino un impresionista, capaz de transmitir su esencia de forma tal que se ajuste a un modelo físico y matemático.

 

En obras como La noche estrellada pintó la sensación que él tenía de una noche. Por ejemplo, veía una atmósfera evidentemente “turbia” y le daba esa moción. Es decir, dijo, lo que plasmó es lo vital de ese fenómeno, aunque no era consciente de ello.

 

De hecho, tales perturbaciones aparecen en otras de sus obras (Camino con ciprés y estrella, y en Campo de trigo con cuervos), que fueron realizadas en el último periodo de su vida, cuando se encontraba bajo una fuerte inestabilidad psíquica, recordó.

 

La esencia de la teoría de Kolmogorov tiene que ver con la probabilidad de que dos puntos del fluido turbulento, separados a cierta distancia, tengan la misma velocidad. Su teoría predice cómo esta posibilidad cambia cuando se modifica esa variable y da una forma matemática específica para la función de densidad, expuso.

 

Así, detalló, se tenía el problema de cómo se podía obtener esto mismo en un cuadro, “lo cual nos detuvo mucho tiempo”. Por ello, la idea fue ver qué movimientos están asociados con temperaturas, y temperaturas con color; aún así, éste último “no nos decía mucho”.

 

José Luis Aragón comentó que lo importante en un cuadro es la luminosidad, es decir, qué tanta luz reflejan diferentes puntos del lienzo. La vista es más sensible a esos cambios que a los de color y toda la información de una imagen está contenida en ella.

 

De manera que “lo único que calculamos es la probabilidad de que dos puntos separados a una cierta distancia en el cuadro tenga la misma luminosidad”, argumentó.  De esa manera, se encontró que la función de densidad de probabilidad de las diferencias de luminosidad se ajustaba al mismo modelo que había propuesto Kolmogorov para las diferencias de velocidad.

 

Aclaró que el grupo que realizó la investigación es interdisciplinario, ya que a todos los une el gusto por las matemáticas y el arte. Gerardo García Naumis, del Instituto de Física de la UNAM, es músico; a Manuel Torres, del Consejo Superior de Investigaciones científicas de España se le da la literatura y a él le gusta mucho la poesía.

 

Reconoció que nunca se propusieron como objetivo analizar las turbulencias de estas obras. Sólo un día, “sabiendo que el adjetivo de Van Gogh es la turbulencia, que pinta turbulencias, decidimos caracterizarlo. Eso no estaba en nuestros proyectos, sólo era una curiosidad que tenía arte y matemáticas.

 

“Vincent van Gogh no tenía ni idea de este problema, simplemente plasmó lo que sentía. Él veía un paisaje y transmitía lo que le inspiraba. Cuando pintó su visión de un cielo turbulento, lo hizo de una forma tan exacta que se ajusta al modelo estadístico de Kolmogorov, que es uno de los pilares de las teorías modernas de la turbulencia“, adujo.

 

Refirió que en un inicio colocaron su estudio en una página especial de Internet que se utiliza para difundir artículos que aún no han sido publicados. Sin embargo, una semana después, les llamó Philip Ball, editor asesor de la revista Nature, a quien le gustó el trabajo y publicó ahí un artículo, describiéndolo. Posteriormente salió otra reseña en New Scientist, en el diario The Times en Londres y está en espera otro en la revista Discover.

 

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FOTO 01

José Luis Aragón Vera, del CFATA de la UNAM, comprobó junto con especialistas de varios países, que las turbulencias pintadas en los cuadros de Van Gogh corresponden a modelos matemáticos.

 

FOTO 02

Camino con ciprés y estrella, del artista holandés Vincent van Gogh, refleja los modelos de turbulencia postulados por el científico ruso Andrei Kolmogorov, reveló un investigador de la UNAM.

 

FOTO 03.

La noche estrellada es considerada la obra maestra más misteriosa del artista holandés, ahí el cielo se transfigura hasta retorcerse y duplicarse de luz, dijo el investigador de la UNAM José Luis Aragón.

 

FOTO 04

En Campo de trigo con cuerpos de Van Gogh es posible analizar la probabilidad de diferencias de luminosidad, que concuerda con las teorías de la turbulencia, señalan en la UNAM.