Boletín
UNAM-DGCS-586
Ciudad Universitaria
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ELABORAN EN LA
UNAM MAPAS DE ZONAS SUSCEPTIBLES DE INUNDACIONES
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En el Instituto de Geografía se realizan a
partir de estudios e informes regionales y locales, imágenes de percepción
remota, cartografía temática y bases de datos
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La investigadora Oralia Oropeza Orozco
conforma dichos planos, los cuales formarán parte de la cartografía con que se
actualizará el Nuevo Atlas Nacional de México
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Las zonas más vulnerables son la costa de
Chiapas, y la costa y los valles centrales de Oaxaca, Guerrero, Puebla,
Veracruz, Campeche y Tabasco, informó
En el Instituto de Geografía
de la Universidad Nacional Autónoma de México se elaboran mapas de las zonas
susceptibles de inundaciones, los cuales formarán parte de la cartografía con
que se actualizará el Nuevo Atlas Nacional de México.
Su importancia radica en que
cada año, durante la temporada de lluvias y ciclones, grandes extensiones del
país donde abundan asentamientos humanos enfrentan inundaciones, en ocasiones
devastadoras.
Por ello, la investigadora
Oralia Oropeza Orozco realiza dichos mapas a partir de estudios e informes
regionales y locales, imágenes de percepción remota, cartografía temática y
bases de datos de diversas fuentes, incluyendo la hemerográfica del Centro
Nacional de Prevención de Desastres.
Sobre este asunto, dijo que
las zonas más vulnerables de México son la costa de Chiapas, y la costa y los
valles centrales de Oaxaca, Guerrero, Puebla, Veracruz, Campeche y Tabasco
(aquí, muchos lugares están permanentemente inundados como parte de los
sistemas naturales).
En el norte también hay áreas
susceptibles a estas contingencias. En Sonora, por ejemplo, llega a llover
fuerte, por lo cual se desbordan algunos ríos que anegan ciudades ubicadas en
el pie de monte como Hermosillo, Nogales, Caborca y Cananea, o en la zona
costera como Guaymas, Empalme, Huatabampo y Echojoa, añadió.
La cartografía sobre
inundaciones indica que en los últimos 20 años la frecuencia e intensidad de
éstas se han incrementado en el país. Casi todas las ciudades grandes las
padecen (Distrito Federal, Monterrey, Puebla, Morelia, Tuxtla Gutiérrez,
Chetumal y Acapulco, entre otros) como consecuencia de precipitaciones
pluviales y de un mal funcionamiento del drenaje.
Entre 1970 y 2001 –señaló
Oropeza Orozco–, la entidad con más inundaciones fue Veracruz, con 141; la
segunda, el Estado de México, con 133;
la tercera, el Distrito Federal, con 96; y la cuarta, Chiapas, con 63.
Los demás estados estuvieron por debajo de las 50.
En casi todo el país, estas
manifestaciones ocurren principalmente durante el segundo semestre del año, es
decir, en verano y otoño, en temporada de lluvias y de ciclones, sobre todo en
el océano Pacífico, más que en el Golfo de México. La excepción es Tijuana,
donde suceden en invierno, explicó.
En 1999, recordó, por citar
sólo un año, lluvias torrenciales e inundaciones en la sierra norte de Puebla,
así como en Oaxaca y Veracruz, causaron 387 muertos y daños por 915.4 millones
de dólares.
Precisamente, los mapas que
elabora la investigadora universitaria permitirán prevenir y mitigar muertes y
daños por esas causas.
Esta cartografía, ya con 80
por ciento de avance, se refiere sobre todo a las inundaciones recientes.
Contiene una clasificación por tipos, la distribución espacial donde ocurren,
su temporalidad y sus periodos de retorno y frecuencia, con base en estudios
que incluyen identificación de cuenca, cubierta vegetal, variedad de roca y
pendientes, entre otros aspectos. Sin embargo, aún falta afinarla,
especialmente para el norte del país.
Asimismo, con información
hemerográfica de la base de datos DesInventar, proporcionada por Virginia
García Acosta, directora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
Antropología Social (CIESAS), se elaboran planos actuales e históricos.
“Éstos se refieren al fenómeno
hidrometeorológico. Son mapas generales de peligro, no de riesgo, porque no
involucran a la población ni al tipo de vulnerabilidad física a que está
expuesta”, aclaró Oropeza Orozco.
Un ejemplo de la cartografía
que se hace para todo el país es el mapa de Oaxaca, que incluye una leyenda con
diversos datos: tipos de inundación, localidades que las han presentado entre
1990 y 2000, estimación de su frecuencia en un lapso de 50 años (dos anuales) y
número de localidades afectadas. Se identifican también las cuencas, cuerpos de
agua y ríos perennes.
Una vez incorporada al Nuevo
Atlas Nacional de México, que se espera terminar a fines del presente año, la
cartografía de inundaciones permitirá ver cuáles son las zonas o regiones
prioritarias que requieren atención; idear soluciones de tipo ingenieril para
la prevención y mitigación de daños (diques, muros de contención y presas de
derivación de agua); y diseñar medidas no estructurales referidas a educación y
cambios en la legislación y en la regulación del uso del suelo.
Precisamente, indicó Oropeza
Orozco, los mapas de zonas susceptibles a inundaciones son parte de las medidas
no estructurales para la planificación urbana y el reordenamiento territorial.
Ahora bien, su utilidad
depende de su escala: si ésta es a detalle, se puede definir en qué áreas de
una ciudad se debe construir; en cuáles no, por peligro de inundación; y en
cuáles, por riesgo moderado, es posible vivir con ciertas precauciones (la
escala de los que se elaboran en el Instituto de Geografía es 1:4 000 000).
“Esta cartografía también
podría servir para presupuestar mejor los recursos destinados a la protección
civil o para negociar los fondos para enfrentar posibles desastres, a partir de
la evidencia de que determinadas zonas necesitarán esa ayuda”, finalizó la
experta.
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FOTO 01.
Oralia Oropeza
Orozco, del Instituto de Geografía de la UNAM, realiza mapas de zonas
susceptibles de inundaciones, que formarán parte de la cartografía del Nuevo
Atlas Nacional de México.
FOTO 02
Las zonas más
vulnerables a inundaciones en México son la costa de Chiapas, y la costa y los
valles centrales de Oaxaca, Guerrero, Puebla, Veracruz, Campeche y Tabasco,
revelan investigaciones de la UNAM.