06:00 hrs.  05 de Agosto de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-583

Ciudad Universitaria


Abel Moreno Cárcamo

Pie de fotos al final del boletín  

 

SE REQUIEREN MÁS GRUPOS DE INVESTIGACIÓN SOBRE PROCESOS DE BIOMINERALIZACIÓN

 

·        Indicó Abel Moreno Cárcamo, investigador del Instituto de Química de la UNAM

·        Se ha encontrado oxalato de calcio, uno de los principales componentes de los cálculos renales, en la cubierta de frijol negro y en la piel del jitomate, dijo

·        Dictó la conferencia Biomineralización de oxalato de calcio y fosfato de calcio en seres vivos

 

En México hay menos de cinco grupos de investigación dedicados al análisis de los procesos de biomineralización, referidos al estudio específico de la formación, estructura y propiedades de sólidos inorgánicos depositados en los sistemas biológicos, señaló Abel Moreno Cárcamo, investigador del Instituto de Química (IQ) de la UNAM.

 

Ello pese a que se ha encontrado oxalato de calcio, uno de los principales componentes de los cálculos renales, en la cubierta de frijol negro Jamapa y en la piel del jitomate. Tal vez por eso en nuestro país, donde prevalece una dieta rica en esos alimentos, sobre todo del primero, su presencia sea recurrente, afirmó

 

También dijo que el fosfato de calcio es el principal elemento de la precipitación cardiovascular en humanos, es decir, de la obtención de sólidos inorgánicos tanto en arterias como en la aorta.

 

El especialista dictó la conferencia Biomineralización de oxalato de calcio y fosfato de calcio en seres vivos, en el marco del Seminario Interinstitucional organizado entre el IQ y el Instituto Nacional de Cardiología (INC) Ignacio Chávez.

 

Manifestó que el fosfato de calcio aparece en los seres vivos en dos formas: hidroxiapatita (huesos, dientes y escamas de peces) y fosfato de octacalcio (que es precursor de la anterior). Las proteínas o algunos polisacáridos con las que se mezcla le confieren propiedades extraordinarias, como la flexibilidad.

 

Sobre los retos que enfrenta su estudio, recalcó que en este último caso no se sabe “cuáles son los inhibidores específicos que pudieran permitir crear un medicamento eficaz”. Quizá, dijo, en la UNAM “tentativamente pudiéramos proponer algunas de esas moléculas viables en un plazo de dos o tres años, lo que en un futuro cercano permitiría unirnos a la industria farmacéutica”.

 

La biomineralización, explicó, puede ser patológica (como cálculos renales y biliares, o precipitación cardiovascular) o no (en huesos, cascarones de huevo o concha nácar, por ejemplo). En términos científicos la hay de dos tipos: biológicamente inducida y controlada.

 

Moreno Cárcamo informó que estudia la biomineralización desde el punto de vista bioquímico y biofísico, lo que ha permitido reconocer las moléculas implicadas en este proceso desde sus bases genéticas. “Entender cómo la naturaleza los crea, es la pregunta que se hace en el laboratorio”

 

Concluyó que aunque los biominerales están ampliamente extendidos en las plantas superiores, no se sabe a bien su función específica, pero pudiera ser almacén de calcio desde el cual se controla este elemento, que en exceso les sería venenoso; otra posibilidad es como promotor de aire en plantas acuáticas, al proveer soporte estructural a cactáceas o protección contra herbívoros al evitar que se las coman.

 

 

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FOTO 01

Se ha encontrado oxalato de calcio, uno de los principales componentes de los cálculos renales, en la cubierta de frijol negro y en el jitomate, reveló Abel Moreno Cárcamo, del IQ de la UNAM.

 

FOTO 02.

Abel Moreno, investigador del Instituto de Química de la UNAM, dictó la conferencia Biomineralización de oxalato de calcio y fosfato de calcio en seres vivos.