06:00 hrs.  30 julio de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-567

Ciudad Universitaria

 


María Sitges (1)

María Sitges (2)

 

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DESCUBREN FÁRMACO QUE  CONTRARRESTA DETERIORO AUDITIVO PROVOCADO POR LA EPILEPSIA

 

·        María Sitges, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, y Vladimir Nekrassov, del Instituto Nacional de Rehabilitación, hicieron este hallazgo

·         El medicamento inicialmente se utilizó contra disfunciones cerebrovasculares leves

·        También parece que neutraliza la pérdida de la memoria que puede provocar esa enfermedad

 

Científicos de la UNAM y del Instituto Nacional de Rehabilitación descubrieron que un medicamento inicialmente utilizado contra disfunciones cerebrovasculares leves, además de ser un potente antiepiléptico,  contrarresta el deterioro en la audición que producen tanto la epilepsia como su tratamiento.

 

María Sitges, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional –quien colaboró con Vladimir Nekrassov, del Instituto perteneciente a la Secretaría de Salud (SSa)–, explicó que la epilepsia es una de las enfermedades neurológicas más problemáticas.

 

Su atención con los fármacos suministrados a fin de disminuir las convulsiones, que generalmente distinguen a este padecimiento,  se ve acompañada por diversos efectos secundarios adversos, entre los que se encuentra la pérdida de la sensibilidad auditiva, misma que se agrava por la propia enfermedad, añadió.

 

“Encontramos –aseveró la investigadora– que dicho fármaco, al que nombró VPC, además de prevenir las convulsiones con altísima potencia, es decir, a dosis bajas, inhibía la actividad epiléptica cortical en los modelos animales de epilepsia experimental, y evitaba la pérdida del oído que, en trabajos anteriores de su laboratorio, había demostrado que se presenta al inducir las convulsiones en animales no medicamentados”.

 

Esto resultaba interesante, dijo, porque dentro de la literatura científica existen varios trabajos que indican que también los fármacos antiepilépticos más comúnmente utilizados en la clínica, además de inducir deterioro en la cognición, entre otras secuelas, alteran los parámetros de los potenciales auditivos, lo que es sugerente de deterioro en dicha sensibilidad.

 

El posible efecto de dichos fármacos antiepilépticos sobre la audición, sin embargo, no ha recibido mucha atención en la clínica. El problema, explicó, es que tanto la propia enfermedad, sobre todo en casos severos, como su tratamiento con esos medicamentos actualmente disponibles para el control de las convulsiones, parecen deteriorar la audición, lo que hace difícil saber cuál es la contribución relativa de cada uno.

 

“Sucede que cuando llega un paciente con una alta frecuencia de convulsiones, lo que menos le importa al médico, al enfermo o a sus familiares es si el tratamiento va a producir una disminución en la sensibilidad auditiva u otro tipo de efecto secundario, lo único que importa es controlar esos efectos”, aseveró.

 

Para comparar los resultados de varios fármacos antiepilépticos con los de la VPC, en colaboración con Vladimir Nekrassov, María Sitges realizó un análisis sistemático en cobayos in vivo.  Para ello, a los animales se les midió el umbral auditivo antes y después de que se les administrara el fármaco antiepiléptico de manera crónica, es decir, diariamente durante aproximadamente un mes, a una dosis terapéuticamente relevante.

 

Los únicos estudios en los que se habían probado los efectos de los antiepilépticos sobre parámetros relacionados con la audición en animales, se realizaron de manera aguda, esto es al administrar el fármaco antiepiléptico una sola vez, y utilizando dosis extremadamente altas, por lo que esos resultados no podían ser extrapolados a las condiciones clínicas, comentó.

 

Nuestros estudios crónicos, dijo la investigadora, demuestran que los fármacos antiepilépticos clásicos a dosis terapéuticamente relevantes elevan el umbral auditivo, opuestamente a la VPC, que mejora la audición. Ahora de hecho, con apoyo de la compañía Psicofarma, y en colaboración con Saúl Garza, del Hospital Infantil de México de la SSa, la VPC se está empezando a probar en pacientes epilépticos.

 

Cabe señalar que este avance en investigación es motivo de una patente internacional, que fue sometida a finales del 2003 y actualmente se encuentra en trámite. Esta patente se relaciona con el uso de la VPC como antiepiléptico capaz de proteger de los efectos secundarios adversos que se presentan en los pacientes epilépticos, particularmente aquellos relacionados con la memoria y la audición.

 

La epilepsia, es importante recordar, es una enfermedad que afecta a un alto porcentaje de la población mundial. “Podríamos decir que alrededor del dos por ciento; aunque en los países subdesarrollados, incluyendo a México, esa cifra incluso es mayor”, por las epilepsias causadas por cisticercosis o por partos mal atendidos, por ejemplo por traumatismos a la hora del nacimiento, concluyó María Sitges.

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PIES DE FOTO

FOTO 01.

 

María Sitges, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, colaboró en el descubrimiento de un fármaco que contrarresta el deterioro auditivo que acompaña a la epilepsia.

 

 

FOTO 02

 

La epilepsia afecta a alrededor de dos por ciento de la población mundial, indicó María Sitges, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.