06:00 hrs.  29 julio de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-564

Ciudad Universitaria

 


Iván San Martín Córdova (1)

Iván San Martín Córdova (1)

 

Pie de fotos al final del boletín  

 

 

POCO ESTUDIADA, LA ARQUITECTURA RELIGIOSA MEXICANA DEL SIGLO XX

 

·        Señaló Iván San Martín Córdova, investigador de la Facultad de Arquitectura de la UNAM

·        Aún cuando su presencia es vasta y hay ejemplos de gran trascendencia, como la nueva Basílica de la Villa de Guadalupe en la capital del país

·        Por lo menos 20 templos pueden aspirar a ser declarados como patrimonio artístico en el Distrito Federal

 

La arquitectura religiosa mexicana del siglo XX, y la de la capital de la república en particular, es un género poco estudiado, aún cuando su presencia es vasta y hay ejemplos de gran trascendencia, como la nueva Basílica de la Villa de Guadalupe y la iglesia de las Capuchinas Sacramentarias, en Tlalpan, afirmó el investigador de la UNAM Iván San Martín Córdova.

 

De hecho, consideró el también coordinador general del Centro de Investigaciones y Estudios de Posgrado de la Facultad de Arquitectura (FA), por lo menos 20 templos del Distrito Federal pueden aspirar a ser declarados patrimonio artístico;  pero falta fomentar la conciencia en la sociedad de que son bienes no sólo de un credo, sino de todos los mexicanos.

 

Esta producción, explicó, puede tener una doble clasificación: la diseñada específicamente para ese fin, y la adaptada, por ejemplo el antiguo Teatro Silvia Pinal, el cual ahora es un lugar de culto.

 

En el caso de la Ciudad de México, dijo, aproximadamente hay entre 40 y 60 edificaciones religiosas diseñadas ex profeso por delegación, la mayoría católicas y, evidentemente, con diferencias cualitativas entre sí: hay buenos ejemplos, intermedios y mediocres.

 

La cuestión, añadió, es que es un patrimonio en riesgo, pues inmuebles de siglos anteriores generalmente están catalogados y a resguardo de los institutos nacionales de Bellas Artes o de Antropología e Historia; en el caso del siglo XX legalmente todavía no están por completo amparados, salvo eventuales casos. En términos generales no son tan vulnerables como los edificios de oficinas u hoteles, por ejemplo, pues conservan el uso primigenio por el carácter sagrado que los usuarios le dan.

 

Alrededor de 85 por ciento son propiedad federal, pues desde las Leyes de Reforma los bienes del clero pasaron a manos gubernamentales; con el resto sucede que muchas comunidades los pusieron a nombre de terceros, organizaciones civiles o figuras de propiedad privada, con la finalidad de eximirlas de las obligaciones que les impone ser propiedad del Estado mexicano, reveló.

 

San Martín Córdova agregó que como resultado de la investigación sobre arquitectura religiosa mexicana, la cual se enfoca a la Ciudad de México y a todos los cultos, han encontrado que las iglesias de la comunidad católica generalmente siguen en uso.

 

Con las comunidades protestantes y judías, al ser minoritarias, presentan un fenómeno de migración dentro de la propia urbe, lo cual es grave, pues dejan los patrimonios totalmente descontextualizados de su colectivo. Por ejemplo, dijo, hay sinagogas de buena calidad en el Centro Histórico, a las que prácticamente ya no acude casi ningún fiel y solo eventualmente llega a celebrarse alguna ceremonia.

 

Otro aspecto observado es la relación entre el templo y la densidad de la población. En zonas con más habitantes y menores niveles socioeconómicos hay saturación mayor; en zonas económicamente altas hay una menor concentración.

 

Una consideración más es que la calidad estructural de los templos católicos, que constituyen 90 por ciento del registro, es mayor: por ser lugares sagrados; el protestantismo, en su caso, tiende a un mayor desinterés hacia el aspecto material, pues sólo en ciertas horas de un día de la semana tiene condición de sacralidad, argumentó.

 

Sin embargo, destacó, su edificación no siempre va ligada a una cuestión profesional, es decir, hay muchas iglesias realizadas por arquitectos famosos, pero otro tanto ha sido elaborado por maestros de obras o autoconstrucción de los propios fieles, y resulta que hay algunas bien hechas. Incluso, podría afirmarse que cuando mucho, 40 por ciento es labor de especialistas.

 

Estilísticamente, prosiguió San Martín Córdova, pueden encontrarse dos grandes familias: la de la gran corriente ornamental del siglo XX (neocolonial, neobarroco, neorrománico o neogóticos), en donde cabría al menos 60 por ciento de las obras, y la de la modernidad, iniciada aproximadamente hacia los años 40 en México y que hasta la fecha continúa: “Es un solo estilo con diferentes etapas sucesivas en los 50, 60 70, con cambios estructurales, formales, espaciales y materiales”.

 

Precisó que cada credo tiene tendencias distintas. Por ejemplo, hay crecimiento de cultos protestantes en zonas económicamente deprimidas. La judía usa cada vez más la mano profesional y concentra otras actividades sociales, es decir, “que no nada más acudan a la sinagoga, sino que tengan escuela al lado, su centro deportivo, recreativo o comercial”. La Iglesia Católica es proselitista y erige templos en cada delegación o barrio, para propiciar la asistencia.

 

Sobre el proyecto que encabeza, San Martín Córdova informó que abarca de 1901 al año 2000. Su principal objetivo es epistemológico, es decir, de generación de conocimiento, no de simple catalogación, si bien ésta es necesaria como herramienta metodológica.

 

Reconoció que todo este trabajo no podía haber sido posible sin la colaboración del servicio social de la FA, cuyos prestadores son los que eventualmente se  enfrentan a diversos obstáculos, como ocurre por ejemplo con la reticencia o desconfianza de líderes religiosos insensibles a esta preocupación.

 

Finalmente, comentó que cada demarcación presenta diferentes condiciones en esta producción. De momento tienen registradas y analizadas las delegaciones Benito Juárez, Miguel Hidalgo y alrededor de 60 por ciento de Cuauhtémoc. Por tanto, queda pendiente terminar esta última, Coyoacán y Gustavo A. Madero, para cubrir la primera etapa, en donde sólo se tienen contempladas cinco delegaciones centrales, pues hasta una segunda fase se harían las restantes 11, concluyó.

 

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PIES DE FOTO

 

 

FOTO 01

 

La arquitectura religiosa mexicana del siglo XX en general, y la de la capital de la República en particular, es un género poco estudiado, afirmó el investigador de la UNAM Iván San Martín Córdova.

 

 

FOTO 02.

 

Iván San Martín Córdova, de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, señaló que por lo menos 20 templos del Distrito Federal realizados el siglo pasado pueden aspirar a ser declarados patrimonio artístico.