06:00 hrs.  28 julio de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-562

Ciudad Universitaria

 


Miguel Ángel Alatorre Mendieta

 

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INVESTIGAN EN LA UNAM APROVECHAR LA ENERGÍA TÉRMICA DEL MAR

 

·        Informó Miguel Ángel Alatorre Mendieta, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología

·        En un futuro podrían reemplazarse plantas hidroeléctricas del litoral mexicano por convertidores de energía térmica oceánica, dijo

 

En nuestro país es aprovechable la energía térmica del mar tanto, que podría aportar una cantidad significativa o incluso reemplazar algunas plantas hidroeléctricas del litoral mexicano, afirmó el doctor Miguel Ángel Alatorre Mendieta, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.

 

Además, ante los efectos que los hidrocarburos provocan en el ambiente y el futuro agotamiento del petróleo, es necesaria la utilización, desde ahora, de fuentes alternativas o naturales, como la proveniente de los océanos, añadió.

 

En vez de plantas que contaminan el aire, se pueden construir otras como los convertidores de energía térmica oceánica (OTEC), cuya viabilidad ya ha sido demostrada, expuso.

 

La idea básica de su funcionamiento es la siguiente: un líquido se evapora y el vapor generado mueve una turbina para producir electricidad, el vapor se condensa, y se reinicia el ciclo calentándose nuevamente, explicó.

 

El fluido de trabajo puede ser alguno como el freón (este es un ciclo cerrado donde no sale del sistema) cuya temperatura de evaporación sea cercana a la de la superficie del mar, o bien, dijo, el agua marina sometida a baja presión (es un ciclo abierto donde el fluido se reemplaza constantemente). En el caso del agua salobre se obtiene como residuo líquido dulce.

 

Reconoció que los problemas prácticos de ingeniería para la instalación de una planta OTEC son complejos, como su construcción en el mar, el manejo de una tubería hacia el fondo de 700 metros, el suministro de energía externa para bombear agua y su conducción a tierra firme, entre otros.

 

No obstante, se ha calculado que la energía de una de esas plantas puede ser del orden de 0.2 megavatios (MW) por kilómetro cuadrado aprovechado. La energía térmica del mar es superior a la que se puede extraer del oleaje (alrededor de 20 veces mayor), resaltó.

 

Para su operación, una planta de este tipo requiere una diferencia de temperatura entre la superficie del mar (alrededor de 27°C) y la del agua de 700 metros de profundidad (alrededor de 5°C) de aproximadamente 22°C. Esta condición se presenta solo en mares tropicales y "México tiene la fortuna de estar ubicado en el trópico y por tanto de contar con la posibilidad de extraer este tipo de energía", apuntó.

 

Algunos países europeos, asiáticos y Australia ya invierten en investigación para aprovechar la energía del mar; empero, ese no es el caso de la mayoría de las naciones, incluida la nuestra, donde se habla de fuentes alternativas sólo como una posibilidad. "No hay mucho interés, sólo se dice que sería bueno usarlas; por ello, se quiere trabajar en esta línea de investigación, de forma que cuando sea imperante su utilización ya se tengan avances", adelantó.

 

Por muchos años, recordó el científico universitario, la UNAM y otras instituciones nacionales han monitoreado el mar patrimonial mexicano y ya se conocen las características de las diferentes zonas.

 

En el litoral del Océano Pacífico es más viable instalar este tipo de plantas porque la plataforma continental es angosta (para el tendido de la tubería hacia el fondo), a diferencia del Golfo de México donde es extensa, refirió.

 

El Golfo de California es un lugar favorable para ubicar una planta OTEC, ya que con el sistema de ciclo abierto se pude desalinizar agua de mar, una de las grandes necesidades de la península de Baja California. "Se tendría energía y agua dulce. Las ideas están ahí y se realizan diversos experimentos a escala de laboratorio para determinar cuáles son viables”, aclaró.

 

Hasta ahora, expresó el investigador, la experiencia más notable de una planta OTEC fue en Hawai, donde se puso en funcionamiento una que suministró energía eléctrica a la red pública entre 1993 y 1998; actualmente Francia profundiza en las investigaciones.

 

Las repercusiones a escala mundial podrían ser enormes si las plantas son exitosas y llegan a remplazar al petróleo. Se tocarían muchos intereses económicos; empero ese combustible se agotará tarde o temprano y se debe estar preparado para enfrentar ese hecho, opinó el universitario.

 

Se puede perfeccionar una planta con sistemas de retroalimentación, por ejemplo, el agua fría que actualmente se bombea con energía convencional podría efectuarse con la propia energía generada. Ese es uno de los aspectos que el investigador y sus estudiantes de ingeniería mecánica y química metalúrgica desean experimentar.

 

Asimismo, Alatorre Mendieta señaló que a pesar de que instancias como la Comisión Federal de Electricidad han mostrado interés por esa alternativa aún no hay un proyecto concreto. "El papel de la Universidad es demostrar su viabilidad; posteriormente es responsabilidad gubernamental la instalación”, concluyó.

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 01

 

En las costas de nuestro país es aprovechable la energía térmica del mar, afirmó Miguel Ángel Alatorre, del ICMyL de la UNAM.

 

FOTO 02.

 

Miguel Ángel Alatorre, del ICMyL de la UNAM, expuso que la energía térmica del mar podría reemplazar algunas plantas hidroeléctricas del litoral mexicano.