06:00 hrs.  26 julio de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-557

Ciudad Universitaria

 


Irma Eurosia Carrascal Galindo

 

Pie de fotos al final del boletín  

 

 

CARECE MÉXICO DE CULTURA CARTOGRÁFICA QUE IMPULSE LA ACTIVIDAD TURÍSTICA NACIONAL

 

·        Afirmó Irma Eurosia Carrascal Galindo, investigadora del Instituto de Geografía de la UNAM

·        La utilización de mapas podría brindar gran ayuda en rubros como planificación y ordenamiento del espacio geográfico, dijo

·        Es necesario crear talleres de lectura desde la educación básica y laboratorios en el nivel medio superior, sugirió

 

México carece de una cultura cartográfica que impulse la actividad turística nacional, pese a que la utilización de mapas podría brindar gran ayuda en rubros como planificación y ordenamiento del espacio geográfico, afirmó Irma Eurosia Carrascal Galindo, investigadora del Instituto de Geografía de la UNAM.

 

Con estos instrumentos sería factible representar la problemática de una determinada situación o hecho físico o humano, a fin de tomar medidas para su solución; es decir, son indispensables en la toma de decisiones políticas, sociales, económicas, culturales o ambientales, entre otras, añadió.

 

Subrayó que en nuestro país no se ha desarrollado una cultura suficiente en este sentido. Ello se debe a que en la escuela no se enseña este lenguaje y, por lo tanto, se desconoce el manejo de estas guías en general, cuando es un medio de expresión de los hechos ocurridos en la naturaleza y la sociedad.

 

Por ello, Carrascal Galindo consideró que es necesario crear talleres de lectura desde la educación básica y laboratorios en el nivel medio superior, pues estas representaciones son fuente de información, cuya graficación universal permite comprender su contenido y visualizar, de manera fundamental, la distribución, estado y vínculos de un fenómeno representado en un espacio y, con ello, detectar su comportamiento, para proponer medidas inmediatas.

 

La geógrafa universitaria aseveró que México cuenta con gran riqueza en sus atractivos culturales: zonas arqueológicas y edificios coloniales; así como inmuebles de carácter moderno y contemporáneo, religiosos y civiles, debido a sus raíces prehispánicas, sus antecedentes históricos y a la respuesta brindada desde la perspectiva arquitectónica a partir del siglo XIX.

 

Además, agregó, brinda respuesta óptima a las diferentes prácticas del turismo, en especial al relacionado con la naturaleza: descenso en ríos, buceo, escalada en roca y rappel, globo aerostático, paracaidismo, parapente, cañonismo y ciclismo de montaña, así como los recorridos en áreas silvestres.  

 

Un ejemplo de ello es el Atlas Nacional de México, abundó, que ubica entre sus mapas los principales lugares de interés en las dos últimas vertientes, en el contexto nacional e internacional. Registra 65 playas habilitadas para visitantes; 36 paisajes de montaña, volcanes y barrancas, y ocho espectaculares de desierto y zonas áridas.

 

Asimismo, dijo, identifica 31 grutas, 25 cascadas, lagos y lagunas; 62 zonas arqueológicas; 101 edificios de arquitectura religiosa colonial y dos de la moderna y contemporánea; 38 de la civil colonial, y 14 a la moderna y contemporánea; ocho museos de particular interés por sus colecciones; cuatro jardines botánicos y ocho parques zoológicos.

 

Irma Eurosia Carrascal señaló que esta distribución espacial y su localización según la entidad federativa a la que corresponden, su altitud y accesibilidad por medio de vías de comunicación y poblaciones, lo convierten en la guía turística del territorio nacional, por la cual el usuario puede establecer el itinerario de su interés.

 

Ello permitirá, en fase posterior, revisar otro tipo de cartas (topográficas o de carreteras) y a otra escala, con las distancias y tiempos de recorrido de las áreas seleccionadas en un contexto familiar, juvenil o de la tercera edad; además, refirió que debe contemplarse la consulta relacionada con el hospedaje y servicios, como los de restauración, a manera de información complementaria. 

 

Llamó a reflexionar acerca de la conservación de la riqueza turística mexicana, a la que pertenecen las áreas naturales reales y potenciales, como parques nacionales y marinos, reservas de la biosfera, de protección de flora y fauna silvestre y acuática, y de zonas sujetas a preservación ecológica, y espacios científicos con fines particulares y monumentos naturales.

 

Así, la utilidad científica del mapa se relaciona con la realización de estudios de ordenamiento territorial que contemplen, entre otras medidas, el aprovechamiento óptimo de los recursos, si bien es preciso considerar que su explotación está condicionada por el escenario político-económico del país, en el contexto de la globalización y sus efectos locales, concluyó.

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 01.

 

Irma Carrascal, del Instituto de Geografía de la UNAM, subrayó que en México no se ha desarrollado una cultura cartográfica suficiente y se desconoce el manejo de los mapas en general.

 

FOTO 02

 

Ante la falta de cultura cartográfica en México es necesario crear talleres de lectura de mapas desde la educación básica, apuntó la geógrafa de la UNAM Irma Eurosia Carrascal.