06:00 hrs.  24 julio de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-552

Ciudad Universitaria

 


John Mill Ackerman

 

Pie de fotos al final del boletín  

 

 

SE REQUIERE ACABAR CON LA COMPLICIDAD, CLIENTELISMO Y CORPORATIVISMO PARA ABATIR LA CORRUPCIÓN

 

·        Aseguró John Mill Ackerman, adscrito al Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM

·        No se trata de educar a la ciudadanía y obedecer las reglas, sino rearticular la definición misma del Estado y su vínculo con el mercado y la sociedad, afirmó

·        Se necesita construir un Sistema Nacional de Transparencia, Fiscalización y Rendición de Cuentas, añadió

 

Las prácticas de complicidad, clientelismo y corporativismo son cuestiones políticas que se han institucionalizado y con las que se debe terminar si se quiere abatir la corrupción, aseguró John Mill Ackerman, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.

 

“Es criticable que se tome esta cuestión como algo natural en México; empero, puede combatirse porque es un vicio o mal que surge de las prácticas del régimen sociopolítico, pero son controlables”, advirtió.

 

En este sentido, sostuvo que en nuestro país existe un marco legal para el combate a la deshonestidad: la Constitución reglamenta a los servidores públicos del mismo modo que la Ley de Responsabilidades y el Código Penal sancionan ampliamente, tanto administrativa como penalmente, los actos ilícitos.

 

Indicó que no se trata sólo de educar a la ciudadanía y obedecer las reglas o crear más disposiciones, sino rearticular la definición misma del Estado y su vínculo con el mercado y la sociedad.

En entrevista, el investigador precisó que el Código Penal contempla nueve tipos distintos de delitos de los funcionarios relacionados con la corrupción, desde el uso indebido de la función pública, hasta tráfico de influencias, y en este sentido se ha cumplido rigurosamente con lo que indica la Convención Interamericana de Combate a la Corrupción.

 

Asimismo, reiteró que se tiene la Ley de Responsabilidades Administrativas, que sanciona a los servidores públicos, no obstante, estas condenas son apelables ante el Tribunal Penal Fiscal y Administrativo, y en muchas ocasiones, las acciones no se concretan por la vía del amparo, lo que provoca que los casos no lleguen a buen término.

 

Mill Ackerman insistió en que para erradicar este mal social se necesita construir un Sistema Nacional de Transparencia, Fiscalización y Rendición de Cuentas; añadió que existen problemas legales en la relación de los estados y el gobierno federal, pues los primeros tienen una gran diversidad de mecanismos que no son compatibles con las normas federales.

 

De igual manera, dijo el especialista, se han suscitado dificultades de autonomía en las instituciones que fiscalizan y hacen valer la rendición gubernamental de cuentas, lo que provoca complicaciones en el desempeño, pues como se sabe, el mismo sistema judicial no funciona a cabalidad al ser la base del derecho.

 

Finalmente, opinó que el próximo gobierno deberá retomar este tema como prioridad y no abordarlo sólo de manera técnica y administrativa; al contrario, se deben articular las relaciones del Estado con la sociedad; en definitiva, se requiere de voluntad política para erradicar este flagelo que daña a la comunidad, concluyó.

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 01.

 

La complicidad, clientelismo y corporativismo deben terminar si se quiere abatir la corrupción, aseguró John Mill Ackerman, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

 

 

FOTO 02

 

El especialista de la UNAM Mill Ackerman, dijo que para erradicar la corrupción se necesita construir un Sistema Nacional de Transparencia, Fiscalización y Rendición de Cuentas.