06:00 hrs.  18 de Julio de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-536

Ciudad Universitaria

 


Maria Teresa Orta Ledesma

 

Pie de fotos al final del boletín  

 

OPCIÓN PARA EL SECTOR AGRÍCOLA, TRATAR AGUAS RESIDUALES CON OZONO

 

·        Podría ser una de las principales opciones en las próximas décadas, aseguró Maria Teresa Orta Ledesma, del Instituto de Ingeniería de la UNAM

·        Su aplicación en el campo produce cultivos con mejores características y rendimientos, añadió

·        Esa sustancia ataca no sólo a las bacterias, como sucede con el cloro, también mata virus, protozoarios y algunos organismos pluricelulares, explicó

 

En las próximas décadas, el uso de aguas residuales tratadas con ozono podría ser una de las principales opciones para impulsar la producción en el sector agrícola de nuestro país, reconoció Maria Teresa Orta Ledesma, investigadora del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM.

 

La académica universitaria trabaja desde hace más de 20 años en la materia, ya que su tesis de maestría Aprovechamiento de Agua residual en Riego Agrícola constituyó la base para el Anteproyecto de Norma en México en 1985, misma que más tarde se convirtió en la Norma Oficial Mexicana NOM-003-ECOL-1997.

 

Señaló que las investigaciones que hasta el momento ha llevado a cabo revelan que dicha aplicación para riego agrícola produce cultivos con mejores características y mayores rendimientos que con otros métodos, incluso comparadas con riego con agua residual sin tratamiento y con agua potable.

 

En la actualidad trabajan en un pequeño invernadero del II, en el vertido de agua residual tratada con ozono en rábanos, fresas y lechuga. Este último, un cultivo sensible, considerado como estandarizado, es decir, si es regado con algún producto o sustancia tóxica de inmediato se nota, ya que disminuye su crecimiento y el color de las hojas cambia, apuntó.

 

Sin embargo, Orta Ledesma dijo que aún no se ha establecido  estadísticamente en qué porcentaje se incrementa el rendimiento de esos cultivos. Por lo pronto, lo más importante es analizar la desinfección.

 

Indicó que la utilización de ozono no sólo ataca a las bacterias, como es el caso del cloro, sino que también mata virus, protozoarios y hasta algunos organismos pluricelulares.

 

“Ese es uno de los principales atractivos del ozono, por lo que es una tecnología ampliamente utilizada en las plantas de tratamiento de agua potable. No obstante, su empleo en instalaciones donde se tratan aguas residuales para riego está más restringida, y no hay infraestructura en el mundo por su costo”, reveló.

 

La investigadora universitaria comentó que por el momento comparan los resultados obtenidos por este método con los de otros tratamientos, como el fisicoquímico, así como con riego con agua potable y residual cruda sin tratar, y hasta el momento se han obtenido cultivos de mejores características cuando se usa  el ozono.

 

Reconoció que su aplicación es un método costoso. No obstante, si los beneficios se asocian con los resultados alimenticios alcanzados hasta el momento, el costo se abate.

 

Además, afirmó, este procedimiento no tiene ninguna desventaja, ya que no genera subproductos tóxicos. En Europa, por ejemplo, cuando se usa en tratamiento de agua, sólo están restringidos en líquido potable los bromoformos (que pertenecen a los haloformos), que sería el único tóxico que podría formarse, pero en concentraciones mínimas. Este compuesto no esta limitado en agua residual para reuso.

 

Es común que todos los días “estemos tomando haloformos (en la forma de cloroformos) por medio del cloro que se utiliza para potabilizar el agua, pero en cantidades elevadas”, dijo la especialista.

 

De hecho, el cloroformo y otros compuestos carcinogénicos como organoclorados pueden formarse cuando el cloro reacciona con otras sustancias que ocurren naturalmente en el agua, por ejemplo materia vegetal en descomposición. Las plantas en el océano también producen pequeñas cantidades de estas sustancias, abundó.

 

De ahí en fuera, explicó la investigadora, no hay ningún subproducto que forme tóxicos, siempre y cuando la tecnología sea bien utilizada. Si al agua se le aplican dosis intermedias puede generar productos intermedios de oxidación que en un momento dado sí pudieran ser más tóxicos.

 

Informó que hasta el momento no hay estudios científicos internacionales sobre este tipo de investigación, aunque sí hay aplicaciones prácticas. Por ejemplo, las cámaras en donde se guardan algunos cultivos son desinfectadas con ozono. “Es una técnica diferente, pero guarda cierta relación, lo cual revela que la presencia de esta sustancia favorece a los cultivos en varios aspectos”.

 

Consideró que esta nueva tecnología tiene muchas posibilidades de aplicarse en la República Mexicana, sobre todo porque el producto que se va a obtener es de mejor calidad. A fin de cuentas eso es lo más atractivo para los agricultores.

 

Lamentablemente, apuntó, hasta el momento el principal problema es que los campesinos se resisten al tratamiento convencional del agua residual que reciben. Con este método se ahorrarán fertilizantes, porque al agua no se le eliminarán los nutrientes y el terreno no se volverá salino. Además, se obtiene un producto más grande. Si se verifican estos beneficios, no habrá oposición a utilizarla.

 

Las zonas más importantes que utilizan aguas residuales para riego son: área metropolitana de la ciudad de México, Puebla, Chihuahua, León e Irapuato, Guanajuato, entre otras 51 ciudades. Asimismo, los cultivos principales son vegetales que se consumen crudos, detalló.

 

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2001 morían, en promedio, 30 mil personas al día por enfermedades hídricas. El agua es un transmisor de enfermedades infecciosas intestinales y en nuestro país ocupó el cuarto lugar de mortalidad en niños menores de un año.

 

Por ello, dijo que esta línea de investigación tiene mucha perspectiva, ya que no sólo se observará lo redituable que es en cuanto a la producción de cultivos, sino también lo útil que es la tecnología para la protección de la salud. En México el método que más se utiliza es la cloración, pero el ozono sólo se emplea en tres plantas de agua potable, dos en la ciudad de México y otra en Guadalajara, Jalisco.

 

Maria Teresa Orta aseguró que como científicos “nosotros no sólo investigamos, sino también formamos gente capacitada, porque si no hay personal que conozca las tecnologías y que las difunda difícilmente se podrán aplicar, porque siempre hay temor de aprovechar algo cuyo manejo desconocemos”.

 

“Ese es uno de nuestros papeles, formar infraestructura humana que conozca la tecnología, que vea sus utilidades, sus beneficios y cómo compite. Eso hará que en un momento dado nuestro país mejore en cuanto al conocimiento que tengan de las innovaciones que en otras partes del mundo ya se usan”, concluyó la especialista.

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 01

Maria Teresa Orta, del Instituto de Ingeniería de la UNAM, dijo que en las próximas décadas, el uso de aguas residuales tratadas con ozono podría impulsar la producción agrícola en México.

 

FOTO 02.

La investigadora de la UNAM, Maria Teresa Orta, junto con su equipo de trabajo del Instituto de Ingeniería, buscan métodos para tratar aguas residuales.