06:00 hrs.  15 de Julio de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-527

Ciudad Universitaria

 


Gary García

 

Pie de fotos al final del boletín  

INDISPENSABLE, MAYOR NÚMERO DE ESPECIALISTAS PARA ATENDER AVES DE COMPAÑÍA

 

·        Afirmó Gary García, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM

·        La mayoría de los propietarios no posee una educación sobre su cuidado y atención, dijo

·        Esto ha originado que en la mayoría de estas especies su vida media no sea la esperada, añadió

·        Ante esta situación, esta instancia universitaria creó la Clínica de Aves de Compañía, informó

 

En México hay pocos médicos veterinarios entrenados para abordar los problemas que presentan las llamadas aves de compañía, afirmó Gary García, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.

 

En parte, esto ha originado que en la mayoría de estas especies su vida media no sea la esperada, sino más corta; aunado a ello la mayoría de los propietarios tampoco posee una educación sobre su cuidado y atención, subrayó.

 

De ahí surgió la necesidad de que el médico veterinario se entrenara y profundizara en el conocimiento de estas aves, lo que dio como resultado destinar un lugar exclusivamente a ello, refirió.

 

Así, nació como un proyecto piloto la actual Clínica de Aves de Compañía de la FMVZ con el objetivo de buscar la conservación, el bienestar animal, el estudio de la zoonosis o enfermedades que se transmiten del animal al hombre; así como la sanidad doméstica y en vida silvestre.

 

Al principio, se abrió a todo público sin importar la especie de ave; de entrada, eso sirvió como un sensor para saber qué especies tiene la gente. Ahora se conoce que se trata de loros y canarios, acotó el doctor en Ciencias Veterinarias.

 

También se tiene como objetivo que el alumno pueda tener información, transmitirla al propietario, enterarlo de si su especie está en extinción o no, de qué tipo es, qué condiciones de alojamiento y alimentación requiere, cuáles son las enfermedades más comunes, dependiendo del grupo; así como dar asesoría legal, mencionó.

 

En ese sentido, acotó, es necesario que el estudiante esté en contacto con los dueños y con el veterinario que le da esos datos; por ello, hace su servicio social y, en primera instancia, se integra a los laboratorios, donde rota por las diferentes secciones: virología, serología, histopatología, necropsia, bacteriología, hematología y parasitología.

 

Después, agregó, ya que se familiarizó con las enfermedades y pruebas de laboratorio practicadas a las aves, pasa a la clínica donde se involucra en llevar historiales, identificación de especies y cuando éstas son hospitalizadas tiene la oportunidad de invertir tiempo en la observación para aprender a identificar los síntomas, sobre todo aquellos que podrían ser letales.

 

Al final, cuando ya tiene un buen bagaje de conocimiento, se deja que el alumno pueda atender a los animales, pero siempre bajo supervisión, enfatizó.

 

En la parte de bienestar animal es importante porque las aves no son objetos, sienten, requieren protección y cuidado; sin embargo, es clásico ver que están en jaulas y la mayoría no reúne las características mínimas necesarias para darles el confort que necesitan, lo cual les ocasiona enfermedades y problemas, reconoció.

 

Por ello, subrayó, en la clínica cubrimos la función de dar información al dueño sobre qué requiere para lograr el bienestar de su ave.

 

En cuestión de sanidad, apuntó, en México tenemos por parte de Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) campañas de vigilancia epidemiológica contra Paramyxovirus tipo 1, Orthomyxovirus A y Salmonella Gallinarum, lo cual es importante dar a conocer porque si alguien va a cambiar de estado debe saber que se le va a exigir certificado de libre de estas tres enfermedades.

 

A veces, aclaró, se trata de males específicos, como es el caso de algunas aves exóticas, pero también es necesario que el propietario esté consciente de que se puede presentar esa posibilidad y esté en condiciones de reportar el caso.

 

Recordó que las aves siempre han estado con los seres humanos, desde la época prehispánica, y han sido útiles por su alimentación, plumaje y canto; así como para rituales o compañía.

 

El principal grupo son los psitaciformes donde se ubican básicamente los loros, desde aves pequeñas como el periquito australiano hasta una guacamaya, y son buscados principalmente porque son animales monógamos y esto hace que cuando están pequeños se improntan rápido con el dueño y forman un vínculo, abundó.

 

Obviamente, señaló, algunas aves tienen la capacidad de interpretar muchos sonidos humanos y armar palabras y eso, junto con su forma de ser, hace que la persona se sienta a gusto.

 

Debe tomar en cuenta que la especie en compañía debe ser de procedencia legal, esté anillada y/o protegida legalmente por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, recalcó.

 

Informó que el servicio es de lunes a viernes, de 10 a 17 horas, mediante previa cita solicitada al Departamento de Aves de la FMVZ, y sólo se da la consulta de emergencia a las aves catalogadas como graves.

 

Finalmente, mencionó que en el nuevo plan de estudios de la carrera  existe una materia llamada Clínica de Aves de Compañía, así como otras asignaturas sobre avicultura alternativa, tanto de ornato como deportivas, justamente para iniciar a los alumnos en esta especialidad y cubrir áreas que no se habían abordado, pero las cuales son requeridas por la sociedad.

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 01.

 

En México hay pocos médicos veterinarios entrenados para tratar los problemas que presentan las aves de compañía, afirmó Gary García, académico de la UNAM.

 

FOTO 02

 

La UNAM cuenta con una Clínica de Aves de Compañía, donde se busca la conservación, el bienestar  y la sanidad animal doméstica y en vida silvestre, informó Gary García, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.