06:00 hrs.  13 de Julio de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-522

Ciudad Universitaria

 


Manuel Becerra Ramírez

 

Pie de fotos al final del boletín  

 

FALTA EN MÉXICO UNA CULTURA  EN CONTRA DE LA PIRATERÍA

 

·        Aseguró en entrevista Manuel Becerra Ramírez, del IIJ de la UNAM

·        Comprar este tipo de mercancía ocasiona la pérdida de miles de empleos, alertó

·        Precisó que no es un delito que se persiga de oficio, por lo que sólo procede si el afectado lo denuncia

 

En México hace falta una cultura social encaminada a dejar de consumir productos piratas, hacer conciencia sobre las repercusiones de comprar este tipo de mercancía que ocasiona la pérdida de miles de empleos, además de que la calidad de estos artículos, deja mucho que desear.

 

Así lo afirmó Manuel Becerra Ramírez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, quien añadió que una manera de combatir el mercado apócrifo, sería que los precios de los productos legales fueran más accesibles, pues así estarían al alcance de todos.

 

Recordó que en el caso de México se dio una revolución a partir del Tratado de Libre Comercio (TLC), al modificar su legislación en materia de propiedad intelectual, haciéndola más fuerte a favor de los productores; sin embargo, aún no se ha logrado erradicar la piratería porque las leyes no están adecuadas, pues este delito sólo procede a petición de parte.

 

Consideró la necesidad de crear un régimen en el que además de sancionar este tipo de infracciones, pueda haber una negociación entre el trasgresor y el productor.

 

“Las leyes de la propiedad intelectual no han demostrado ser eficientes en el ámbito del combate a la piratería; no se ha logrado uno de sus objetivos, como es la transferencia de tecnología y el fortalecimiento de la industria mexicana en materia farmacéutica, por ejemplo”, señaló.

 

Aunando a ello, en el país no hay un sistema que incentive a los mexicanos a usar su creatividad y así producir inventos que lo mantengan en la competencia internacional, añadió.

 

Indicó que si bien existe talento en México, no hay un mecanismo que permita generar innovaciones de competitividad mundial.

 

Al referirse a la propiedad intelectual, dijo que su función es resguardar las marcas, pues son un símbolo que respalda un artículo en específico, en el que se invierte una gran cantidad de recursos, además de tecnología.

 

Asimismo, aseguró que para que un artículo pueda ser protegido, debe tener un valor determinado en el mercado. La Universidad por ejemplo, produce innovaciones con las características que requiere una patente: que sea un producto nuevo, con carácter inventivo y que tenga un costo determinado.

 

“Las patentes están protegidas generalmente por veinte años, y una vez que han caducado, quedan libres en el mercado y cualquiera puede emplearlas; en el caso del derecho de autor se resguarda durante su vida y 50 años después de su muerte, posteriormente, queda libre”, aclaró.

 

Con respecto a los productos apócrifos, el investigador subrayó que la piratería es sancionada por el derecho penal y no es un delito que se persigue de oficio, pues sólo el interesado puede denunciarlo y si no lo hace, no existe posibilidad de proceder a la averiguación previa.

 

Para ello, añadió, las leyes deben modificarse pero detrás de esto, hay intereses de carácter financiero, por lo que es necesario regularizar la economía paralela, es decir, lograr que todos aquellos que producen lo hagan de manera legal.

 

Estados Unidos por ejemplo, tiene una lógica más pragmática, a quienes producen de manera ilegal se les prohíbe que continúen violando la ley, pero si desean seguir con esta técnica, se les obliga a firmar un contrato de licencia, concluyó.

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PIES DE FOTO

 

 

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Manuel Becerra Ramírez, del IIJ de la UNAM, dijo que si bien existe talento en México, no hay un mecanismo que permita generar innovaciones de competitividad mundial.

 

 

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Una manera de combatir el mercado apócrifo sería que los precios de los productos legales fueran más accesibles, apuntó Manuel Becerra, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.