06:00 hrs.  10 de Julio de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-512

Ciudad Universitaria

 


Aurora Armienta Hernández

 

Pie de fotos al final del boletín

DESIGUAL DISTRIBUCIÓN DE AGUA CONSTITUYE GRAVE RETO PARA MÉXICO

 

·        Indicó María Aurora Armienta Hernández, investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM

·        La población de los estados del norte y centro del país tienen mayor acceso que la del sureste, apuntó

·        Alrededor de mil millones de personas en el mundo carecen del recurso y dos mil 500 millones de sistemas de manejo de vertidos residuales y alcantarillado, reveló

 

La población de los estados del norte y centro del país puede acceder al agua potable en más de 90 por ciento, mientras que la del sureste apenas puede hacerlo la mitad, señaló María Aurora Armienta Hernández, investigadora del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM.

 

Esta distribución desigual es equiparable a la de la riqueza, agregó; además, alrededor de mil millones de personas en el mundo carecen del recurso y dos mil 500 millones más, de sistemas de manejo de vertidos residuales y alcantarillado. Las enfermedades por consumo de líquido contaminado y falta de saneamiento ocasionan la muerte de 1.2 millones de niños al año.

 

La investigadora explicó que los procesos de purificación en los últimos diez años en nuestro territorio, han disminuido sustancialmente los padecimientos debidos a la presencia de bacterias. De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (CNA), se desinfecta el 95.9 por ciento del total, aunque sólo se recicla 26.5 por ciento del residuo doméstico e industrial del país.

Asimismo, indicó, algunos acuíferos mexicanos han descendido sus niveles debido a la sobreexplotación subterránea. Por ello, hay que armonizar  y utilizar el agua en cantidad sustentable y aprovecharla al máximo.

 

Actualmente más del 50 por ciento del agua subterránea proviene de veneros sobreexplotados y más del 70 por ciento es utilizada por la agricultura donde se desperdicia, aproximadamente, 30 por ciento, advirtió.

 

Esto implica dificultades para abastecer zonas que dependen de este recurso y costos cada vez más elevados para su empleo. Sin duda, añadió, la humanidad y numerosas especies podrían desaparecer si la disponibilidad se reduce por debajo de ciertos niveles.

 

Otro problema es la contaminación, dijo, que se ha incrementado conforme ha crecido la población y las actividades económicas. Las aguas superficiales sufren este fenómeno principalmente por descargas urbanas, efluentes y residuos industriales, arrastre de pesticidas, herbicidas, fertilizantes y desechos animales.

 

Los ríos y lagunas se han utilizado como depósitos de vertidos residuales por siglos. En la antigüedad no se conocían bien los efectos que esta práctica ocasionaba en la calidad del líquido, ni sus problemas de salud y ambientales, recordó.

 

A pesar de haberse tomado acciones para remediar esta situación, no ha sido posible la completa depuración, lo que pone en evidencia la importancia de prevenir y evitar su enturbiamiento antes que remediar, precisó la estudiosa de la composición química del agua.

 

Reconoció que aunque la capacidad de purificarla, a través de distintos procedimientos, ha tenido un importante desarrollo en los últimos años, existen limitaciones, principalmente para los veneros del subsuelo, por lo que se debe reflexionar sobre el cuidado del ambiente y la necesidad de impedir su degradación.

 

Sin embargo, la integrante del IGf sostuvo que este panorama puede volverse más optimista con una adecuada mezcla de instinto de conservación, capacidad de raciocinio y curiosidad por desentrañar la esencia de los fenómenos de la naturaleza.

 

En su opinión, el logro de la sustentabilidad en el uso del agua, tanto en cantidad como en calidad, es un imperativo de toda la sociedad, que involucra formas de participación de todos los sectores para el beneficio colectivo, con la conciencia y paradigma de que no hay futuro sin el líquido y que está en nuestras manos y posibilidades asegurar el mañana, concluyó.

 

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PIES DE FOTO

 

 

FOTO 01.

 

Alrededor de mil millones de personas en el mundo carecen de agua, y 2 mil 500 millones más, de alcantarillado y tratamiento residual, dijo la investigadora de la UNAM María Aurora Armienta.

 

 

FOTO 02

 

La explotación del agua superficial y subterránea debe ser adecuada y apegada a la sustentabilidad, indicó la investigadora del IGf de la UNAM, María Aurora Armienta