Boletín
UNAM-DGCS-501
Ciudad Universitaria
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La Universidad Nacional trabaja en
la elaboración de un sistema modular de información avanzada para ordenar,
sistematizar, estandarizar y analizar la vasta producción primaria, generada en
la UNAM, referente a la biodiversidad, que se vincule con las colecciones
universitarias de datos espaciales y ambientales a través de un núcleo
mediador, informó Tila María Pérez Ortiz, titular del Instituto de Biología
(IB).
La responsable del Macroproyecto
Sistema de Informática para la Biodiversidad y el Ambiente, señaló que éste es
uno de los cinco proyectos que conforman el Programa Investigación
Multidisciplinaria: Proyectos Universitarios de Liderazgo y Superación
Académica (IMPULSA).
Con ello, dijo, se generará una plataforma que
permita producir conocimiento científico multidisciplinario sobre diferentes
aspectos de este tema, y desarrollar líneas de investigación sobre los recursos
naturales que involucren diferentes escalas espaciales y temporales.
El propósito es poner esta información a
disposición de la comunidad universitaria y científica, así como de la sociedad
en general, para –además de dar a conocer el enorme patrimonio que posee la
UNAM– contribuir a diseñar estrategias para la conservación de la riqueza
natural y el desarrollo sustentable, subrayó.
Indicó que a la fecha, el sistema cuenta ya con
250 mil registros biológicos en el banco de datos; aunque el público en general
sólo tiene acceso a 177 mil por razones de seguridad, para proteger algunas
especies catalogadas como en peligro de extinción.
La Universidad, apuntó Pérez Ortiz, resguarda
grandes muestras de las variedades de México, ya que cuenta con los principales
acervos biológicos del país, como el Herbario Nacional y las colecciones
nacionales de insectos, aves, mamíferos, anfibios y reptiles, peces, crustáceos,
moluscos, helmintos y arácnidos, por lo que la importancia de este trabajo
radica en el desarrollo de diferentes líneas de investigación para producir
conocimiento científico multidisciplinario.
Añadió que esta casa de estudios también reúne
información geoespacial, como productos cartográficos, imágenes de satélite,
fotos aéreas, parámetros ambientales, topográficos, edafológicos, variables del
clima y más, en el Instituto de Geografía (IG) y otras entidades.
“La UNAM posee un gran patrimonio representativo
de la biodiversidad de México, al albergar colecciones biológicas que están
constituidas no por miles, sino por millones de ejemplares, como en el Herbario
Nacional, que contiene un millón 250 mil ejemplares de plantas. Ello es
producto de 76 años de historia de este Instituto”, destacó su titular.
Aunque el IB resguarda y cuenta con el mayor
número de ejemplares en sus distintos grupos, en otras entidades de la UNAM
también se preservan colecciones biológicas relevantes, aclaró.
Por ejemplo, agregó, el Instituto de Ciencias
del Mar y Limnología (ICMyL) tiene acervos de peces, equinodermos, poliquetos y
otras colecciones; el Instituto de Geología (IGL) la Colección Nacional de
Paleontología; la Facultad de Ciencias (FC), el Museo de Zoología Alfonso Herrera,
un herbario y otras.
También en las facultades de Estudios
Superiores Iztacala y Zaragoza. Es decir, la Universidad resguarda un
patrimonio biológico valiosísimo.
Para los biólogos siempre ha sido de vital
importancia tener estos conjuntos, porque cuando se estudia la biodiversidad y
se hacen exploraciones es indispensable contar con material de referencia.
Además, a partir del registro de dichos ejemplares, se puede obtener un
inventario de flora y fauna, refirió.
Siempre ha sido importante tener colecciones,
pero en la actualidad las biológicas tienen un gran valor agregado, ya que con
el uso de las computadoras y los sistemas de información geográfica, toda lo
asociado a los ejemplares se puede capturar en una base de datos, y los que
corresponden a una localidad pueden ser georreferenciados, es decir, traducidos
a coordenadas geográficas, sentenció.
A partir de esas sistematizaciones, continuó,
es factible generar mapas de distribución. Además, hay software especializado,
mediante el cual se puede predecir la distribución de especies en distintos
escenarios como el calentamiento global y el cambio de uso de suelo.
En opinión de Tila María Pérez estas
herramientas se han vuelto fundamentales para la conservación, la agricultura y
la salud pública. Por ejemplo, si se tiene una especie invasora que penetre al
país por alguna frontera, con la información de los ejemplares en las
colecciones biológicas se puede predecir su ruta y tomar medidas para evitar
los conflictos o controlarlos.
Asimismo, expresó la bióloga universitaria, en
el caso de algunas enfermedades emergentes también se puede adelantar en qué
zonas pueden incidir con mayor facilidad y tomar medidas de aseguramiento.
Este proyecto busca que toda la información
concentrada en las colecciones universitarias se publique en Internet a través
de bases de datos distribuidas. El que
esté disponible impulsará su visibilidad y evidenciará su valor para la
investigación, educación y preservación, tanto dentro de la Universidad como en
los ámbitos nacional y mundial, detalló.
Es necesaria para cualquier estrategia de
conservación en la nación. Al respecto es importante recordar que “México es un
país megadiverso que alberga aproximadamente 12 por ciento del total de la
biodiversidad mundial y al mismo tiempo presenta una tasa de deforestación de
700 mil hectáreas anuales”. Se puede decir que esta tarea se ha vuelto “la
principal razón de ser de los museos y herbarios, que en sus colecciones
biológicas albergan una representación significativa” de ese conjunto,
enfatizó.
Tila María Pérez comentó que en este primer año
se buscó crear la Unidad de Informática de la Biodiversidad, primero en el IB y
luego replicarla. De hecho ya se formó la Unidad de Informática de la
Paleontología (UNIPALEO) en el IG, y en este año se espera formar otras
similares en el ICMyL y la FC.
“Contaremos con unidades de informática de la
biodiversidad en las dependencias que cuentan con esta información primaria y
nos conectaremos en una Red Universitaria de Informática de la Biodiversidad,
la cual a su vez tendrá vínculos con otras iniciativas internacionales”,
explicó.
Éstas deben estar relacionadas con las Unidades
de Información Geoespacial, por lo que también se creó el prototipo de la
Unidad de Informática Geoespacial (UNIGEO) en el IG, coordinada por el geógrafo
Guillermo Aguilar, expuso.
La investigadora universitaria sostuvo que éste
es un proyecto magno porque por un lado cuenta con varias entidades que tienen
la información sobre biodiversidad de la UNAM y por otro, dependencias con la
información geoespacial.
Reiteró que se creará una red de unidades
informáticas de biodiversidad, una geoespacial y adicionalmente se hará un
núcleo que conecte a todas. Para ello se requieren expertos en ciencias
biológicas, químicas, geográficas, matemáticas y de computación. Señaló que en
la Universidad hay especialistas de todas las áreas.
Este sistema integrará toda la información
primaria dispersa, en el entendido de que las Unidades de Informática tendrán
su sede en las dependencias proveedoras, con el principio de que el Sistema de
Informática para la Biodiversidad y el Ambiente debe estar diseñado de manera
que los proveedores de datos y servicios tengan el control completo de su
información y se garantice su reconocimiento ante los usuarios, aseguró.
O sea, abundó, “más que generar la información
la estamos integrando, mediante el uso de las herramientas actuales, lo que
permitirá darle visibilidad a todos los acervos que tiene la UNAM, porque “no
hay institución en México ni en América Latina que tenga el patrimonio de
biodiversidad que posee nuestra institución”.
Hoy día todo mundo, tanto a nivel gobierno como
diversas organizaciones mundiales están conscientes de la importancia de “que
exista un sistema de informática que reúna los datos de las colecciones
biológicas vinculados a la información geoespacial para el bienestar humano”,
argumentó.
Al tener los datos de los millones de especies
mexicanas que posee la UNAM, ni siquiera se imaginan los tipos de análisis y
cuestionamientos cuando el propio desarrollo del proyecto ponga en contacto a
investigadores de diversas disciplinas, previó.
No sólo se trata de reunir la información, sino
también al hacerlo, como especialistas idear nuevos métodos de análisis y otras
maneras de usar este conocimiento para estrategias de conservación y otros
ámbitos. Esto sucede, porque ya se tienen resultados al respecto, advirtió.
Rememoró que se conformó un equipo de trabajo
multidisciplinario con investigadores del Instituto de Ciencias Nucleares, el
Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico y del IB para desarrollar
un sistema que analice la biodiversidad usando la técnica de minería de
datos. Asimismo, al ofrecerle a un
investigador el apoyo técnico del procedimiento, se realizó el portal Chagmex
(Base de Datos Bibliográficos en línea de artículos relacionados con la
Enfermedad de Chagas en México, recopilados por Alejandro Cruz Reyes, del
Instituto de Biología).
Recientemente el proyecto Sistema de
Informática para la Biodiversidad y el Ambiente fue evaluado por un comité
externo, integrado por especialistas de la Universidad de California, Instituto
Nacional de Biodiversidad de Costa Rica y el Instituto Politécnico Nacional.
En su reporte, el comité consideró que el
proyecto es útil y representa un esfuerzo importante de coordinación entre
diversas dependencias de la Universidad, que de alcanzar las metas
establecidas, tiene el potencial de producir un gran impacto en el interior de
la Universidad en investigación científica, y puede servir de ejemplo para
iniciativas similares en otras instituciones.
Añade que en 2006 se ha logrado instalar
exitosamente la infraestructura y organizar adecuadamente a las personas y
actividades necesarias para la digitalización de la información y desarrollo de
herramientas que permitan, a través de portales de Internet, el acceso
integrado de la información.
En esta primera etapa, además de los institutos
de Biología, Ciencias del Mar y Limnología, Geología, Geografía y la FC, también
participan los institutos de Química y de Ciencias Nucleares; la Dirección
General de Servicios de Cómputo Académico y el Centro de Ciencias Aplicadas y
Desarrollo Tecnológico.
Adicionalmente, el Sistema de Informática para
la Biodiversidad y el Ambiente es un proyecto autogestivo, porque genera su
propio desarrollo a través de la incorporación de los académicos atraídos a
sumarse a esta empresa, concluyó Tila María Pérez.
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FOTO 01
Tila María Pérez Ortiz, titular del
IB de la UNAM, habló sobre el macroproyecto que también coordina: Sistema de
Informática para la Biodiversidad y el Ambiente, del Programa IMPULSA.
FOTO 02.
La coordinadora
del macroproyecto Sistema de Informática para la Biodiversidad y el Ambiente,
Tila María Pérez, habló sobre los esfuerzos de la UNAM para ordenar,
sistematizar, estandarizar y analizar su vasta producción primaria, como sus
colecciones.