Boletín
UNAM-DGCS-496
Ciudad Universitaria
Pie de fotos al
final del boletín
·
El
Instituto de Investigaciones Estéticas recibió parte del Archivo Agustín
Villagra Caleti
·
Consta
de 156 rollos y 21 carpetas con trabajos para analizar la historia del arte
indígena, particularmente de la pintura mural
·
La
directora del IIE, María Teresa Uriarte, expresó que los dibujos seguirán
brindado valiosa información, resguardados en condiciones óptimas para su
conservación en el Fondo Reservado de la biblioteca Justino Fernández
El Instituto de Investigaciones
Estéticas (IIE) de la UNAM recibió parte del Archivo Agustín Villagra Caleti,
conformado por dibujos de manifestaciones artísticas prehispánicas que
constituyen material imprescindible y a veces único para la investigación,
estudio y conservación de los bienes culturales de México.
El acervo, donado por la familia del
artista, encabezada por Adrián Villagra, su hijo, consta de 156 rollos y 21
carpetas con trabajos que constituyen una importante aportación para analizar
la historia del arte indígena, particularmente la pintura mural.
Al respecto, la directora del IIE,
María Teresa Uriarte, expresó que con el ingreso de esta importante colección
al patrimonio universitario, los dibujos del maestro seguirán brindado valiosa
información en beneficio de los objetivos de esta entidad, que los resguardará
en el Fondo Reservado de la Biblioteca Justino Fernández.
Señaló que “para quienes trabajan el
arte prehispánico, el trabajo de Agustín Villagra es emblemático. No hay manera
de que un estudioso de ese arte no se refiera de alguna forma a él”.
Villagra Caleti fue uno de los más
fructíferos dibujantes de este tema. En su primera colaboración con el
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en 1933, registró los
murales de la Tumba 105 y los relieves de los danzantes de Monte Albán. Tiempo
después fue comisionado para copiar los del recién descubierto sitio de
Bonampak, donde realizó registros únicos para el conocimiento de este importante
asentamiento maya, recordó.
Otras de sus obras más significativas son las
representaciones de muchos de los frescos de Teotihuacán, sitio al cual se
dedicó apasionadamente a partir de 1940. En 1950 copió parte de los murales y
relieves de Palenque, entre muchos otros que realizara a lo largo de su vida,
añadió.
María Teresa Uriarte rememoró que
cuando inició el proyecto de Pintura Mural Prehispánica, gracias a la
generosidad de Adrián Villagra se conoció ese acervo, el cual fue ofrecido al
Seminario La Pintura Mural Prehispánica en México del IIE.
El donante fue llevado a recorrer el
Instituto para darle a conocer dónde iba a estar el material y de qué manera la
custodia universitaria garantiza que cada uno de los dibujos podrá ser
examinado en el futuro. “El acervo estará custodiado en las mejores condiciones
posibles, con el control más riguroso, en el Fondo Reservado, donde para
consultarlo deberá hacerse una cita previa”, refirió.
Esto habla de una sólida institución
con más de 70 años de haberse establecido, con un prestigio y una tradición de
cuidado, de protección y de estudio del patrimonio de México, apuntó.
La amenaza contra la pintura mural
–que don Agustín Villagra dibujó en su máximo esplendor de color– es real, por
vandalismo y por ignorancia. Mucho se ha perdido y de ahí la importancia de la
donación, sentenció.
A su vez, Adrián Villagra agradeció
a nombre de él y su familia, la posibilidad de contribuir con la Universidad
“que me dio todo; y hacer algo por ella es lo menos que uno desea. Les pido que
aprovechen lo más posible estos materiales”.
Por su parte, Leticia Staines
Cicero, también integrante del IIE, subrayó que al revisar los dibujos, los
expertos se encontraron con una sorpresa tras otra, no sólo por el cuidado con
que Agustín Villagra los hizo, sino porque muchos de ellos corresponden a
pinturas que se han perdido.
En este sentido resaltó que dentro
del trabajo arqueológico las representaciones son importantes. “No se trata
sólo de un registro, sino que en el caso de la pintura mural, expresión
cultural y artística del México prehispánico más sensible y con mucho riesgo de
desaparecer; representa la evidencia, la conservación”.
Además de trabajar en Bonampak y
Chiapas, Villagra Caleti incluyó otros sitios en sus trabajos: Teotihuacán,
Palenque, Cholula, Tamuín y Cuicuilco (cuyo color rojo fue el más temprano en
el arte prehispánico y que ya desapareció por completo), agregó.
Para el proyecto de Pintura Mural
Prehispánica del IIE es importante tener este material, hecho con cuidado, con
pasión y que con años de estudio llegó a ser comprendido hasta el grado de que
el maestro, pionero de la conservación, se adentró al artista prehispánico,
aclaró.
Agustín Villagra también escribió varios
artículos sobre las técnicas que debían utilizarse para la calca y registro,
así como los métodos de los pintores de esa época. Uno de estos textos se
encuentra en el Homenaje al doctor Antonio Caso, coeditado por la Imprenta
Nuevo Mundo y el INAH, bajo el título Murales prehispánicos: copia,
restauración y conservación.
Consciente de su responsabilidad, y
del valor de su trabajo para el patrimonio cultural, se preocupó por no alterar
las tonalidades, evitar distorsionar la información y apegarse lo más fiel
posible al original, para lo que utilizó procedimientos como la copia a escala.
Mucho del material que ahora se dona al
Instituto son copias de originales y otros son dibujos de murales de Bonampak,
Palenque, Tamuín, Cholula y Teotihuacán, entre otros. Se apasionó tanto de este
último sitio y entendió a tal grado al artista originario, que hizo una carpeta
de las figuras de muchos fragmentos de los murales de Tetitla con el fin de ver
si podían unirse y completar alguna porción.
En este acervo se encuentran los
dibujos de las imágenes que en 1947 aún se apreciaban. También un dibujo en
color que hizo de las pinturas que descubrió el arqueólogo Francisco Rul en
Tlatelolco.
—o0o—
FOTO 01
Adrián Villagra y María Teresa
Uriarte durante la donación de una parte del Archivo Agustín Villagra Caleti al
Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
FOTO 02.
Una de las
reproducciones mayas de Agustín Villagra Caleti, que forman parte del archivo
donado al Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
FOTO 03
Agustín Villagra Caleti se preocupó por no alterar las tonalidades, evitar distorsionar la información y apegarse lo más fiel posible al original, para lo que utilizó procedimientos como la copia a escala.