06:00 hrs.  27 de Junio de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-481

Ciudad Universitaria

Ricardo Blanco

Pie de fotos al final del  boletín

 

INDIVIDUALISMO Y AUSENCIA DE PROYECTOS COLECTIVOS, CARACTERÍSTICAS DE LAS NUEVAS GENERACIONES

 

 

Las nuevas generaciones presentan un aumento en su valoración de lo privado frente a lo público, en la importancia de los objetos como fuente de satisfacción, individualismo y creciente ausencia de proyectos colectivos, pérdida correlativa de las relaciones personales, y descreimiento  de las instituciones políticas, afirmó Ricardo Blanco, profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

 

Al dictar la conferencia Subjetividad contemporánea y psicoanálisis, efectuada en el auditorio del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, agregó que estas características en su lenguaje, identidad y estructura mental, es reflejo del entorno en donde se encuentran inmersos.

 

El psicoanalista indicó que la subjetividad contemporánea –entendida como la particular organización de la experiencia de cada individuo– se determina por una pérdida en la capacidad de interactuar, por estereotipos dirigidos sobre el eje de consumo, carencia de recursos simbólicos y prevalencia de ideales narcisistas.

 

En ese sentido, acotó, la construcción de una nueva subjetividad se ha presentado para el Psicoanálisis y la Filosofía como un posible diálogo entre ambas disciplinas, incluso este novedoso fenómeno ha sido definido como “revolución antropológica”. Por ello, la interpretación ha de ser medida desde el contexto, los medios y la nueva realidad posmoderna.

 

Es decir, se unen los movimientos de globalización de la economía, tecnología y mass media, enmarcados en el libre mercado, que conlleva no sólo al armado del Estado con el comercio, sino de la propuesta de constitución de una naciente identidad acorde con las necesidades de funcionamiento de la triada globalización, posmodernidad y neoliberalismo, refirió.

 

En este punto cabe cuestionar si se está condenado a ser solamente la presencia reflejante de la situación social o se puede proponer algo nuevo, crítico, otro proyecto, pues hoy, subrayó, preocupa el vacío que se ha generado y, por ende, la tendencia del humano a la nada, al sin sentido provocado por el modelo del Estado-mercado.

 

No obstante, apuntó, hay otra subjetividad contemporánea y es la de todos aquellos que no tienen acceso ni a la satisfacción de sus necesidades indispensables, ni mucho menos a medios de consumo, cualquiera que éstos sean. Estos grupos padecen la marginación del sistema, antes era en manicomios, ahora es en la pobreza, producto del mismo, y solamente tienen acceso a la ira.

 

A su vez, la psicoanalista Reyna Hernández señaló que ante lo expuesto cabría preguntarse si este concepto depende efectivamente del contexto, necesariamente variable, o si es expresión de aspectos inmutables de la condición humana. La respuesta a esta interrogante dependerá de la concepción del mundo y del ser humano.

 

El punto de vista psicoanalítico tradicional tendería a dar una respuesta negativa, ya que concilia al individuo con una entidad claramente delimitada, cuya conducta está determinada esencialmente por su organización y funcionamiento interno, indicó.

 

Sin embargo, precisó, nada de lo conocido en la actualidad a partir de las diferentes disciplinas abocadas al hombre, confirman la creencia de que la experiencia y la conducta son independientes del contexto; por el contrario, todos los estudios históricos, antropológicos, sociológicos y semióticos avalan la tesis de que la subjetividad y los procesos mentales están en gran medida vinculados por las circunstancias en las cuales crece, se desarrolla y vive un individuo.

 

Si ello es cierto, cabe esperar que la experiencia subjetiva, percepción, pensamiento y expresión de los miembros de una misma comunidad, presenten rasgos en común, como consecuencia de haberse formado en una misma matriz cultural, lingüística y social, dijo.

 

Todo ha devenido en una pérdida de las relaciones humanas y un relajamiento cada vez mayor de los sentimientos de pertenencia. Las identidades nacionales se relajan y son reemplazadas por un provincianismo desafiante y hostil. Las organizaciones sociales pierden sentido para los sujetos, quienes carecen de todo sentimiento de responsabilidad por el bien común, concluyó.

 

-oOo-


 

 

FOTO 01.

Ricardo Blanco, profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, subrayó que preocupa la tendencia del humano a la nada, al sin sentido provocado por el modelo del Estado-mercado.

 

FOTO 02

La psicoanalista Reyna Hernández apuntó en la UNAM, que las identidades nacionales se relajan y son reemplazadas por un provincianismo desafiante y hostil.