Boletín
UNAM-DGCS-475
Ciudad Universitaria
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GANAN INVESTIGADORES DE LA UNAM PREMIO Y MENCIÓN HONORÍFICA AL MÉRITO ECOLÓGICO 2006
Los investigadores de la UNAM Blanca Jiménez
Cisneros, del Instituto de Ingeniería, y Rafael Vázquez Duhalt, de Biotecnología,
obtuvieron el Premio al Mérito Ecológico 2006 y la Mención Honorífica,
respectivamente, para el sector Académico, que otorga la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
Este galardón se concede a personalidades
destacadas en México por su trayectoria científica, cuyos trabajos hayan
contribuido a la solución de problemas del medio ambiente nacional y a la
aportación del conocimiento internacional.
En esta ocasión concursaron 30 especialistas,
ante un jurado integrado por 27 expertos tanto del sector académico como de los
diferentes niveles de gobierno y empresas; así como de organizaciones
profesionales.
En el caso de Jiménez Cisneros, se tomó en
cuenta su producción escrita y papel como formadora de recursos humanos. “Sin
embargo, puntualizó, el Premio se me otorgó por mi desempeño en el campo de la
Ingeniería Ambiental particularmente, aunque no limitado, al tema del agua”.
Es la primera vez que una mujer gana
este reconocimiento, “lo cual me hace sentir contenta y motivada, pero sobre
todo me deja la reflexión de por qué si en el campo de las ciencias ambientales
la participación femenina es mayor, su trabajo es menos reconocido”, subrayó.
Me he dedicado al problema del control de la
calidad del agua, al conocimiento de cuáles son las características en líquido
potable y residual, porque a partir de estas cuestiones es posible definir los
sistemas de reciclamiento, indicó, con la particularidad de “que lo hago con el
fin de prepararla para reuso”.
Ello porque normalmente se lleva a cabo con el
fin de controlar aspectos de tipo ecológico, lo cual nos viene de tradición de
otros países donde mucho del vertido residual es tratado para ser descargado
nuevamente en grandes ríos y lagos, precisó. Esto no aplica para México porque
vías fluviales con estas características sólo se tienen en el sur del
territorio, en el norte y centro no hay tantas.
Su carencia deriva en la importancia de
tratarla. Esto además, tiene un atractivo económico, porque su costo puede ser
sufragado, en parte, por quienes vayan a ocuparlo, señaló.
Jiménez Cisneros colabora en los posgrados de
Ingeniería y ha impartido cursos en la licenciatura. Asimismo, es parte del
comité doctoral del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, y de las
facultades de Ciencias, y Contaduría y Administración.
Me parece ideal vincular la docencia y la
investigación, porque mis alumnos han tenido la oportunidad de participar en
proyectos concretos, subrayó.
Asimismo, ha colaborado en el desarrollo y
fundamentación técnica de ocho normas, una de ellas para el gobierno de
Guatemala y otra para el de Sudáfrica, y ha sido responsable de más de 120
proyectos, casi todos con patrocinio externo a la Universidad, por encargo de
dependencias públicas, empresas nacionales o internacionales y de organismos
académicos. Una parte ha desembocado en cuatro patentes registradas, y dos
desarrollos tecnológicos, todos ellos transferidos con éxito a industrias y
empresas privadas.
Este reconocimiento, aseveró, “me deja la
convicción de que es importante hacer trabajo encaminado a solucionar problemas
nacionales. Además, es una distinción en general al trabajo académico, porque
demuestra que nuestra participación sí importa y es vista por gente de otros
sectores de la sociedad”.
Por su parte, Rafael Vázquez Duhalt,
investigador del Instituto de Biotecnología, explicó que la Mención Honorífica
la otorga la SEMARNAT en cuatro categorías (Academia, Individual, Instituciones
educativas y Empresas) a personas, físicas o morales, destacadas en el ámbito ambiental.
En el ámbito académico fui seleccionado con
base en un análisis histórico de mi desempeño profesional; en especial, por los
trabajos desarrollados sobre la desulfuración biocatalítica del petróleo. Es
una investigación que tiene más de 10 años, con la cual recientemente se obtuvo
una patente internacional de un proceso bioquímico para eliminar el azufre de
los combustibles derivados del petróleo como el diesel, refirió.
De esta manera se puede disminuir la lluvia
ácida debida a la combustión de combustibles con alto contenido de ese
elemento. Este problema es especialmente grave para México porque los crudos
tienen altos contenidos, y resulta costoso eliminarlo por medios
físico-químicos, acotó el coordinador del Posgrado en Ciencias Bioquímicas.
Por ello, detalló, se instrumentó una
tecnología alternativa para remover el azufre de la gasolina y el diesel;
aunque, “esto todavía no se aplica porque se trabaja en el diseño de un
biocatalizador que podría ser aplicado a gran escala”.
Hay otras patentes que trabajan con bacterias y
microbios, y se propone hacerlo con enzimas; de modo que cuando se pueda
estabilizar este aparato será competitivo, destacó.
También se tomaron en cuenta trabajos
realizados sobre la transformación enzimática de contaminantes, como
plaguicidas, decolorantes industriales e hidrocarburos. Se trata utilizar estas
sustancias, que son catalizadores biológicos, para reducir la toxicidad. “Uno
de los contaminantes son los hidrocarburos aromáticos, los cuales son altamente
cancerígenos y mutagénicos, y se ha investigado sobre enzimas capaces de
modificarlos”, expuso.
“Obtener una distinción de esta naturaleza es
un honor y reconocimiento a este trabajo, el cual no sólo es realizado en
particular, sino por todas las personas que colaboran conmigo, en especial los
estudiantes, porque son ellos quienes realizan todo el trabajo experimental”,
enfatizó.
Además, afirmó, es una distinción a la UNAM y
eso demuestra que en esta casa de estudios se hace investigación del más alto
nivel y que los académicos universitarios realizan trabajos originales de
impacto o categoría internacional.
Pienso que el Premio tiene el objetivo de
incentivar a las instituciones de educación superior, a los expertos, empresas
y a la población, a hacer trabajos que repercutan en un mejoramiento del medio
ambiente, concluyó.
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FOTO 01.
Blanca Jiménez
Cisneros, del Instituto de Ingeniería de la UNAM, obtuvo el Premio al Mérito
Ecológico 2006, en el Área Académica, que otorga la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales.
FOTO 02
Rafael Vázquez Duhalt, del Instituto de Biotecnología de la UNAM, recibió Mención Honorífica del Premio al Mérito Ecológico 2006 que concede la SEMARNAT.