06:00 hrs.  24 de Junio de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-475

Ciudad Universitaria


Blanca Jiménez Cisneros

Pie de fotos al final del  boletín

 

GANAN INVESTIGADORES DE LA UNAM PREMIO Y MENCIÓN HONORÍFICA AL MÉRITO ECOLÓGICO 2006

 

 

Los investigadores de la UNAM Blanca Jiménez Cisneros, del Instituto de Ingeniería, y Rafael Vázquez Duhalt, de Biotecnología, obtuvieron el Premio al Mérito Ecológico 2006 y la Mención Honorífica, respectivamente, para el sector Académico, que otorga la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).

 

Este galardón se concede a personalidades destacadas en México por su trayectoria científica, cuyos trabajos hayan contribuido a la solución de problemas del medio ambiente nacional y a la aportación del conocimiento internacional. 

 

En esta ocasión concursaron 30 especialistas, ante un jurado integrado por 27 expertos tanto del sector académico como de los diferentes niveles de gobierno y empresas; así como de organizaciones profesionales.

En el caso de Jiménez Cisneros, se tomó en cuenta su producción escrita y papel como formadora de recursos humanos. “Sin embargo, puntualizó, el Premio se me otorgó por mi desempeño en el campo de la Ingeniería Ambiental particularmente, aunque no limitado, al tema del agua”.

 

Es la primera vez que una mujer gana este reconocimiento, “lo cual me hace sentir contenta y motivada, pero sobre todo me deja la reflexión de por qué si en el campo de las ciencias ambientales la participación femenina es mayor, su trabajo es menos reconocido”, subrayó.

 

Me he dedicado al problema del control de la calidad del agua, al conocimiento de cuáles son las características en líquido potable y residual, porque a partir de estas cuestiones es posible definir los sistemas de reciclamiento, indicó, con la particularidad de “que lo hago con el fin de prepararla para reuso”.

 

Ello porque normalmente se lleva a cabo con el fin de controlar aspectos de tipo ecológico, lo cual nos viene de tradición de otros países donde mucho del vertido residual es tratado para ser descargado nuevamente en grandes ríos y lagos, precisó. Esto no aplica para México porque vías fluviales con estas características sólo se tienen en el sur del territorio, en el norte y centro no hay tantas.

 

Su carencia deriva en la importancia de tratarla. Esto además, tiene un atractivo económico, porque su costo puede ser sufragado, en parte, por quienes vayan a ocuparlo, señaló.

 

Jiménez Cisneros colabora en los posgrados de Ingeniería y ha impartido cursos en la licenciatura. Asimismo, es parte del comité doctoral del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, y de las facultades de Ciencias, y Contaduría y Administración.

 

Me parece ideal vincular la docencia y la investigación, porque mis alumnos han tenido la oportunidad de participar en proyectos concretos, subrayó.

 

Asimismo, ha colaborado en el desarrollo y fundamentación técnica de ocho normas, una de ellas para el gobierno de Guatemala y otra para el de Sudáfrica, y ha sido responsable de más de 120 proyectos, casi todos con patrocinio externo a la Universidad, por encargo de dependencias públicas, empresas nacionales o internacionales y de organismos académicos. Una parte ha desembocado en cuatro patentes registradas, y dos desarrollos tecnológicos, todos ellos transferidos con éxito a industrias y empresas privadas.

 

Este reconocimiento, aseveró, “me deja la convicción de que es importante hacer trabajo encaminado a solucionar problemas nacionales. Además, es una distinción en general al trabajo académico, porque demuestra que nuestra participación sí importa y es vista por gente de otros sectores de la sociedad”.

 

Por su parte, Rafael Vázquez Duhalt, investigador del Instituto de Biotecnología, explicó que la Mención Honorífica la otorga la SEMARNAT en cuatro categorías (Academia, Individual, Instituciones educativas y Empresas) a personas, físicas o morales,  destacadas en el ámbito ambiental.

 

En el ámbito académico fui seleccionado con base en un análisis histórico de mi desempeño profesional; en especial, por los trabajos desarrollados sobre la desulfuración biocatalítica del petróleo. Es una investigación que tiene más de 10 años, con la cual recientemente se obtuvo una patente internacional de un proceso bioquímico para eliminar el azufre de los combustibles derivados del petróleo como el diesel, refirió.

 

De esta manera se puede disminuir la lluvia ácida debida a la combustión de combustibles con alto contenido de ese elemento. Este problema es especialmente grave para México porque los crudos tienen altos contenidos, y resulta costoso eliminarlo por medios físico-químicos, acotó el coordinador del Posgrado en Ciencias Bioquímicas.

 

Por ello, detalló, se instrumentó una tecnología alternativa para remover el azufre de la gasolina y el diesel; aunque, “esto todavía no se aplica porque se trabaja en el diseño de un biocatalizador que podría ser aplicado a gran escala”.

 

Hay otras patentes que trabajan con bacterias y microbios, y se propone hacerlo con enzimas; de modo que cuando se pueda estabilizar este aparato será competitivo, destacó.

 

También se tomaron en cuenta trabajos realizados sobre la transformación enzimática de contaminantes, como plaguicidas, decolorantes industriales e hidrocarburos. Se trata utilizar estas sustancias, que son catalizadores biológicos, para reducir la toxicidad. “Uno de los contaminantes son los hidrocarburos aromáticos, los cuales son altamente cancerígenos y mutagénicos, y se ha investigado sobre enzimas capaces de modificarlos”, expuso.

 

“Obtener una distinción de esta naturaleza es un honor y reconocimiento a este trabajo, el cual no sólo es realizado en particular, sino por todas las personas que colaboran conmigo, en especial los estudiantes, porque son ellos quienes realizan todo el trabajo experimental”, enfatizó.

 

Además, afirmó, es una distinción a la UNAM y eso demuestra que en esta casa de estudios se hace investigación del más alto nivel y que los académicos universitarios realizan trabajos originales de impacto o categoría internacional.

 

Pienso que el Premio tiene el objetivo de incentivar a las instituciones de educación superior, a los expertos, empresas y a la población, a hacer trabajos que repercutan en un mejoramiento del medio ambiente, concluyó.

 

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FOTO 01.

Blanca Jiménez Cisneros, del Instituto de Ingeniería de la UNAM, obtuvo el Premio al Mérito Ecológico 2006, en el Área Académica, que otorga la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

 

FOTO 02

Rafael Vázquez Duhalt, del Instituto de Biotecnología de la UNAM, recibió Mención Honorífica del Premio al Mérito Ecológico 2006 que concede la SEMARNAT.