Boletín
UNAM-DGCS-465
Palacio de Minería
DEBEN CONTRIBUIR CIENCIA
Y TECNOLOGÍA A SOLUCIONAR NECESIDADES BÁSICAS
En un país con altos niveles de pobreza, como
México, la ciencia y la tecnología deben contribuir a la solución de las
necesidades básicas de alimentación, salud, vivienda, educación, empleo y
energía reutilizable, advirtió la directora del Instituto de Investigaciones
Sociales (IIS) de la UNAM, Rosalba Casas Guerrero, quien señaló que se requiere
un mayor acceso al conocimiento y una mejor distribución social del mismo.
En el Simposio Políticas públicas y
pertinencia social de la investigación, realizado en el marco del Primer
Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación (CTS+I),
alertó que el país, con una baja inversión y recursos limitados en ciencia y
tecnología, debe definir estrategias, áreas prioritarias y garantizar la
transferencia del saber que se produce en las universidades y centros públicos
de investigación, a los sectores sociales y productivos.
Por lo tanto, dijo, las instituciones de
enseñanza superior deben jugar un papel activo en la promoción del desarrollo
social a nivel regional y local, mediante su intervención en la atención a
necesidades colectivas y en los sectores gubernamental y productivo.
El encuentro fue moderado en esta sesión, por
el investigador de la UNAM León Olivé, y contó con la presencia de la
secretaria de Desarrollo Institucional, Rosaura Ruiz, y del profesor Martín
Puchet.
La directora del IIS aseveró que en los últimos
36 años se han puesto en práctica diversas concepciones de política en ciencia y
tecnología, aunque sigue predominando la concepción académica y lineal, donde
los recursos a estas áreas concentran parte del presupuesto en los programas de
becas, del Sistema Nacional de Investigadores y el Fondo de Apoyo a la Ciencia
Básica.
En su ponencia, titulada Conocimiento,
políticas de ciencia y tecnología y desarrollo social, Rosalba Casas señaló
que el reto en los próximos 20 años será pasar a una estrategia de ciencia,
tecnología e innovación que se considere como motor fundamental de la misma.
Por lo tanto, expresó, se requiere un nuevo
enfoque que enfatice la conformación de sistemas regionales de generación y
distribución de conocimiento, que detecte potencialidades a partir del saber y
defina proyectos que prioricen el desarrollo social.
Consideró que es necesario recuperar las
experiencias de las políticas en la materia, que se desarrollaron en los
últimos 36 años, para evaluarlas y reorientarlas, ya que desconocer los
esfuerzos que se han hecho es sinónimo de desperdicio de recursos.
Nuestro país, apuntó, carece de un ejercicio
sistemático de evaluación de las acciones aplicadas, lo que ha ocasionado
durante años falta de continuidad de programas que darían fruto a largo plazo.
Rosalba Casas destacó la importancia que tiene
el conocimiento para el progreso económico y social de los países, ya que éste
es valioso no sólo en términos monetarios, porque genera bienestar para los
grupos sociales, al contribuir a la solución de necesidades básicas.
Determinó así, que uno de los retos en la
construcción de una sociedad basada en el saber es ponerla al servicio del
desarrollo.
Al respecto, el director de la Facultad de
Filosofía y Letras (FFyL), Ambrosio Velasco, coincidió en que en México hay una
pobre inversión pública en ciencia y tecnología, lo cual limita las
posibilidades de progreso, con justicia y equidad.
Al participar en este foro, opinó que estos
campos son elementos indispensables para el avance común. La comunidad
científica y los tecnólogos deben reconocer que su actividad representa un bien
público para el crecimiento social, cultural y político del país.
Frente a ello, dicho sector debe estar abierto
al diálogo e interacción con diferentes representaciones ciudadanas que
expresen sus necesidades. “Sólo de esta manera la ciencia, la tecnología y la
sociedad se beneficiarán recíprocamente”.
Reiteró que si los especialistas en ambos
campos son insensibles a las aspiraciones sociales, habrá un detrimento en el
uso de estas áreas para el bienestar general. Ello, tal como ha ocurrido,
deriva en un beneficio casi exclusivo de las grandes empresas, gobiernos o de
la carrera armamentista.
Por su parte, Andoni Ibarra, de la Universidad
del País Vasco, España, recomendó la aplicación en la región latinoamericana de
los Programas Nacionales de Aspectos Éticos, Legales y Sociales (ELSA), que se
realizan en la Unión Europea, con el propósito de una nueva comprensión de la
interacción ciencia-tecnología-sociedad.
Por su parte, Fernando Broncano, de la
Universidad Carlos III de Madrid, expuso que la ciencia y la democracia deben
asumir, cada una, sus áreas de responsabilidad. Ejemplificó que los científicos
deben arriesgarse a que se les exijan cuentas de varios órdenes.
A su vez, Juan Carlos García Bermejo, de la
Universidad Autónoma de Madrid, se refirió al tema de patentes. Detalló que
éstas van en expansión en el mundo, aunque diversos estudios muestran que
tienen rasgos de ineficiencia y su efectividad es diferente entre unos sectores
y otros.
-o0o-
FOTO 01
Andoni Ibarra, de la Universidad del País Vasco, recomendó en la UNAM la
aplicación en la región latinoamericana de los Programas Nacionales de Aspectos
Éticos, Legales y Sociales.
FOTO 02
El director de la FFyL de la UNAM, Ambrosio Velasco, subrayó en que en
México hay una pobre inversión en ciencia y tecnología, lo cual limita el
progreso, con justicia y equidad.
FOTO 03
Fernando Broncano, de la Universidad Carlos III de Madrid, expuso en la
UNAM que la ciencia y la democracia deben asumir, cada una, sus áreas de
responsabilidad.
FOTO 04.
Fernando Broncano, Andoni Ibarra y Ambrosio Velasco durante el Simposio Políticas
públicas y pertinencia social de la investigación, realizado en el Palacio de
Minería de la UNAM.
FOTO 05
Juan Carlos García Bermejo, de la Universidad Autónoma de Madrid,
refirió en la UNAM que las patentes van en expansión en el mundo, aunque
diversos estudios muestran rasgos de ineficiencia.
FOTO 06
Rosalba Casas Guerrero, directora del Instituto de Investigaciones
Sociales de la UNAM, señaló que se requiere un mayor acceso al conocimiento y
una mejor distribución social del mismo.